El final de la Tercera Temporada de Conciertos de la Utem, escuchado por una soprano

La violinista polaca Anna Gutowska y el pianista colombiano Juan Carlos Paniagua

Agradezco de todo corazón a la Universidad Tecnológica Metropolitana el haber sido participe de tan brillante ciclo de presentaciones, propio de un trabajo de extensión pública para la comunidad, de acceso gratuito y de notable calidad artística.

Por Cecilia Frigerio de la Fuente

Publicado 19.08.2017

Miércoles 16 

La Tercera Temporada de Conciertos de la Utem (Universidad Tecnológica Metropolitana) continuó realizándose durante los días 16,17 y 18 de agosto del presente año, en el Salón de Honor de la Casa Central, ubicado en calle Dieciocho 161, en pleno centro de la ciudad de Santiago. En ese lugar -una capilla de estilo neo gótico-, se encuentran los vitrales (de 1902), fabricados por el connotado artista francés Lucien Begule.

Ante este marco espléndido de belleza arquitectónica, es que llegó el público deseoso de escuchar a estos magníficos artistas. Primeramente le tocó el turno a la gran violinista Anna Gutowska, quien fue acompañada por Juan Carlos Paniagua en esta oportunidad, ya que la pianista filipina Aima Labra-Makk, anunciada en el programa original, se encontraba lamentablemente indispuesta.

El evento musical se basó en temas de Astor Piazzola, magistralmente interpretados por ambos solistas. Gutowska demostró una versatilidad pocas veces vista en una violinista, y su desempeño fue impecable y sobre todo sus trémolos se escucharon de una gran envergadura, en sincronía con sus “sfumatos” (el desarrollo de una frase musical), y también por su conexión estética con el doble pianista y acordeón de esta velada.

Gutowska exhibió una gran y sorprendente energía y ductilidad para tocar la música argentina. A su vez, el tecladista colombiano la secundó de forma sorprendente, tomando en cuenta que no tuvieron prácticamente ningún ensayo previo y a que debieron hacer un programa nuevo, casi a última hora.

El público los premió con una ovación de pie.

Jueves 17

Nuevamente, le correspondió el turno a Juan Carlos Paniagua, pianista y acordeonista, en la labor de acompañar a la cantante argentina Angélica Rimoldi, en tangos y en canciones emblemáticas de los compositores Mercedes Simone, Violeta Parra, Ariel Ramírez, María Elena Walsh, y Tom Jobin, entre otros.

La cantante argentina Angélica Rimoldi y el acordeonista Juan Carlos Paniagua

Fue una noche grata y placentera, ya que la intérprete derramó simpatía sobre el público presente, conquistándolo totalmente, y haciéndole corear algunos tangos. Su voz y su acento agradables al oído, junto con un cálido instrumento vocal, lograron su máximo volumen expresivo, en los tangos y chacareras. Una vez más, se lució el pianista y el acordeonista Paniagua, al demostrar una seguridad y musicalidad verdaderamente sorprendentes.

Viernes 18 

En esta jornada correspondió el cierre de la Tercera Temporada de Conciertos de la Universidad Tecnológica Metropolitana, la que finalizó con la presentación del gran guitarrista y compositor chileno Mauricio Garay Cid. Realmente estuvimos ante un magnifico exponente y creador del instrumento llamado “vihuela andina”.

Este instrumento es una mezcla de charango, de guitarra clásica y de guitarra renacentista, según dijo el mismo intérprete. Se compone de diez cuerdas, de tres órdenes (doble cuerdas) y de cuatro cuerdas solas.

Al comenzar a escuchar tocar la “vihuela” se produce una paz mística interna impresionante, que nos lleva a las profundidades del alma, ya que sus sonoridades clásicas, celestiales, a veces folclóricas y rítmicas, envuelven al auditor en un mundo mágico y pleno.

El repertorio fue muy bien escogido y creado por el compositor Garay, el cual se basó principalmente en preludios, en folk clásicos y en guaynos bolivianos. Las introducciones fueron interpretadas con técnicas de punteos admirables y los guaynos mezclaron los punteos y rasgueos, con una versatilidad sorprendente, entrelazándose a veces percusiones que parecían emanar de las profundidades del instrumento.

Al terminar el concierto, el instrumentista Mauricio Garay Cid fue ovacionado por la audiencia, obligándole a repetir los sonidos del magnífico guayno boliviano.

Agradezco de todo corazón a la Universidad Tecnológica Metropolitana el haber sido participe de tan brillante ciclo de presentaciones, propio de un trabajo de extensión pública para la comunidad, de acceso gratuito y de notable calidad artística.