En 1936 el espíritu de Marguerite Gautier tomó la forma de Greta Garbo y desde ese momento solo hubo una actriz que representara la trágica vida de la protagonista de esta novela escrita por Alejandro Dumas hijo, y que ahora reedita Cátedra en su versión íntegra en español.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 25.10.2025
Alejandro Dumas hijo (1824 – 1895) —para distinguirlo de su padre, Alejandro Dumas (1802 – 1870), aquella «fuerza de la naturaleza» que escribió cerca de 300 novelas y obras de teatro fruto de una imaginación inextinguible entretejida con la historia— fue, como su progenitor, un célebre autor teatral.
Sin embargo, de su producción literaria se recuerda, sobre todo, su novela La dama de las camelias, adaptada posteriormente al teatro por el propio autor.
La edición preparada por Ignacio Ramos-Gay para la editorial Cátedra ofrece la traducción de la primera versión de la novela. Publicada en 1848, incluía pasajes que Dumas hijo censuró en las reediciones posteriores.
El elemento trágico de la tuberculosis
El argumento de La dama de las camelias es conocido: Dos jóvenes se conocen y se enamoran durante el Imperio de Napoleón III.
Marguerite Gautier es una cortesana parisina que pasea su belleza por los salones de París. Por otro lado, está el joven, y algo ingenuo, Armand Duval que cae rendidamente enamorado a sus pies durante una fiesta.
Ambos personajes son trasunto del propio autor y de la célebre Marie Duplessis.
Novela romántica por excelencia, La dama de las camelias toma como elemento trágico la tuberculosis. Así, Marguerite Gautier padece la terrible enfermedad que se convertiría, posteriormente, en sinónimo de muerte romántica.
Las tristes palabras de la protagonista todavía nos conmueven: «Mi esperanza de curación no es más que un sueño. Sufro constantemente, ya no saldré de mi alcoba más que muerta. ¡Dios mío! ¡Dios mío! Voy a morir».
En 1936 el espíritu de Marguerite Gautier tomó la forma de Greta Garbo y desde ese momento solo hubo una actriz que representara la trágica vida de La dama de las camelias. Dirigida por George Cukor, Robert Taylor dio la réplica a la protagonista de Ninotchka (1939).
La película de Cukor llegó hasta el fondo de los personajes creados por Alejandro Dumas, pues todos recordamos la emotividad, y el punto culminante, de las escenas finales.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda nació en Gijón (España). Licenciado en derecho por la Universidad de Sevilla, realiza sus estudios de doctorado dentro del Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la misma Casa de Estudios superiores.
Colabora como crítico literario en las revistas españolas El Ciervo, Serra d’Or, Llegir.cat, Gràffica y Quimera, donde lleva a cabo una serie de entrevistas a escritores, editores y traductores, nacionales y extranjeros.
Asimismo, escribe para las publicaciones americanas Cine y Literatura (Chile), La Tempestad (México), Continuidad de los Libros (Argentina) y Latin American Literature Today (University of Oklahoma). También, colabora de forma ocasional en los diarios asturianos El Comercio y La Nueva España
«La dama de las camelias», de Alexandre Dumas (Editorial Cátedra, 2025)
Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Imagen destacada: La dama de las camelias (1936).

