Como el resto de la obra del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, Los adioses —publicada por primera vez en 1954, y hoy reeditada por Cátedra—, contiene un clima de fatalismo y de ternura, de piedad y desconsuelo que linda frecuentemente con la fascinación.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 20.8.2025
«Juan Carlos Onetti tenía la rara cualidad de ser inimitable pero al mismo tiempo de crear escuela. A todos sus descendientes nos dio una lección de inteligencia narrativa, de construcción sabia, de inmenso amor a la imaginación literaria, de riesgo e ironía».
Carlos Fuentes
La obra literaria de Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909 – Madrid, 1994) se mantuvo al margen del boom latinoamericano a pesar de que gran parte de su obra fue contemporánea de los autores que sí han quedado asociados a este grupo.
En cambio, Gabriel García Márquez, Ernesto Sábato, Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa sí formaron parte de ese movimiento más que nada editorial.
Novelas como El pozo (1939), Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943), La vida breve (1950) o El astillero (1961) muestran los elementos característicos de una obra que quiere sentirse independiente y que vive en los márgenes.
Con una voz narrativa sinuosa y elíptica, en las novelas de Onetti confluyen varias voces narrativas al mismo tiempo y donde una historia principal se ve enriquecida con otras secundarias.
El mundo que refleja la literatura del autor uruguayo es triste. Muestra el lado más oscuro de la desgracia, y su escritura mantiene al lector en suspenso, pues en el espacio narrado parece que el tiempo se ha detenido.
Atrapados en un lugar sin futuro
Con todo, Onetti retrata a seres atrapados en un lugar sin futuro, los cuales asemejan que se arrepienten de las oportunidades perdidas en un pasado muy lejano, y que ahora aceptan su destino de manera estoica.
Gran admirador de William Faulkner, en su obra se inspiró para crear un espacio mítico y literario llamado Santa María. Una ciudad en la que transitan los personajes de novelas fundamentales del siglo XX: La vida breve, El astillero o Juntacadáveres.
Lejos de ese enclave inventado para la literatura, el escritor uruguayo sitúa al protagonista de Los adioses (Cátedra, 2025) en un pequeño pueblo entre sierras, en cuyo hospital se encuentra aquejado de tuberculosis.
Al igual que este espacio vital, el personaje principal de esta historia carece de nombre. Junto a él, se encuentran seres variopintos que comparten la esperanza de la sanación. Sin embargo, el protagonista vive su enfermedad sin futuro porque, como leemos: «No conocía nada de donde sacar voluntad para curarse».
Como el resto de la obra de Juan Carlos Onetti, Los adioses: «contiene un clima de fatalismo y de ternura, de piedad y desconsuelo que linda frecuentemente con la fascinación», según recuerda el escritor José Manuel Caballero Bonald.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda nació en Gijón (España). Licenciado en derecho por la Universidad de Sevilla, realiza sus estudios de doctorado dentro del Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la misma Casa de Estudios superiores.
Colabora como crítico literario en las revistas españolas El Ciervo, Serra d’Or, Llegir.cat, Gràffica y Quimera, donde lleva a cabo una serie de entrevistas a escritores, editores y traductores, nacionales y extranjeros.
Asimismo, escribe para las publicaciones americanas Cine y Literatura (Chile), La Tempestad (México), Continuidad de los Libros (Argentina) y Latin American Literature Today (University of Oklahoma). También, colabora de forma ocasional en los diarios asturianos El Comercio y La Nueva España.
«Los adioses», de Juan Carlos Onetti (Ediciones Cátedra, 2025)
Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Imagen destacada: Juan Carlos Onetti.