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[Crítica] «Prat (antes de Prat)»: Un liderazgo femenino y colectivo

El montaje dramático de la realizadora Daniela Contreras-López se viste con «rasgos» de ópera, que es la más sublime de las artes escénicas —y la cual solo la elite social disfruta—, al presentarse con eximios músicos juveniles, que acompañan las coreografías y los cantos corales del elenco, al realizar un acto de iconoclasia al destruir la refinada imagen que ha construido la clase alta chilena en torno a su mítico héroe naval.

Por Patricio Altamirano Arancibia

Publicado el 4.7.2025

La Compañía Teatro de Chile, en octubre del año 2001, presentó al Festival de Dramaturgia y Dirección Víctor Jara, la obra Prat de la dramaturga Manuela Infante, que codirigió junto a María José Parga.

En efecto, la obra deconstruye la figura que la clase alta chilena ha creado sobre Arturo Prat Chacón, discrepando de la historiografía oficial, que es parte de los contenidos mínimos que instruye el Ministerio de Educación, a través de los colegios y liceos del país: esta diferencia fue la que hizo reaccionar a los sectores ultra conservadores de la sociedad nacional.

Los altos expersoneros de la más alta graduación de la Marina, junto a destacados representantes de la derecha chilena se opusieron tenazmente a que esta obra fuera difundida públicamente en el año 2002, esto fue encabezado por Jorge Swett Madge, quien fuera exalmirante, y exrector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, junto a Jorge Arancibia Reyes, exalmirante, excomandante en Jefe de la Armada de Chile, exsenador, exconvencional constituyente, y también se sumó activamente Evelyn Matthei Fornet, actual candidata a la Presidencia de Chile Vamos.

Así, los detractores recurrieron a los tribunales para impedir su exhibición, lo cual no prosperó, y el montaje logró evitar una censura institucional. Como producto de esta situación, la destacada profesional Nivia Palma renunció al Fondart, esto porque la exministra de educación, Mariana Aylwin, del gobierno de Ricardo Lagos, le había prohibir asistir al estreno público de la obra.

El guion de Manuela Infante mostró fielmente a una Marina de la época, con rasgos exclusivamente masculinizantes, los cual se expresó en un elenco dramático solo compuestos por hombres.

La obra fue protagonista por Héctor Morales en el papel de Arturo Prat, junto a los actores Juan Pablo Peragallo, Rodrigo Sobarzo, Eduardo Díaz, Tomás Espinoza, Eduardo Luna y José Miguel Jiménez.

Posteriormente Juan Pablo Peragallo, en su rol de dramaturgo prosiguió esta mirada deconstructiva del héroe máximo de la Armada chilena: en el año 2009 presentó al Festival de Teatro Container, la obra Arturo, que el mismo dirigió, y la cual fue escenificada por Héctor Morales y Cristián Carvajal.

 

Bajo los rasgos de una ópera

La desconstrucción de la mirada oficial acerca de Prat fue retomada este año 2025 en la obra Prat (antes de Prat), también a cargo de la Compañía Teatro de Chile, y basándose en la obra Prat de Manuela Infante y María José Parga, ahora a cargo de la dramaturga Daniela Contreras-López que logra una radicalidad plena en al menos tres hechos que la diferencian de las obras mencionadas anteriormente.

Con todo, la primera radical diferencia se basa en que las obras de Manuela Infante y María José Parga, y de Juan Pablo Peragallo corresponden a montajes donde predomina exclusivamente el teatro.

En la obra de Daniela Contreras-López se representa a las artes escénicas, porque además del teatro, ocupa danza, con masivas coreografías, que son acompañadas de cantos corales, siendo esto una tendencia de varias compañías propias de las artes escénicas en la amplitud que entrega el concepto.

Una segunda radical diferencia se expresa en que el reparto es mayoritariamente femenino, y los roles principales son protagonizados por mujeres, a la vez, son varias mujeres quienes ejercen el liderazgo escénico en la obra, el cual va rotando, expresando un liderazgo colectivo.

La tercera diferencia es que en este montaje se construye la ausencia del liderazgo de Prat en La Esmeralda, y con esto cuestiona el supuesto liderazgo masculino e individualista enseñado por la historiografía oficial. Además se representa la enorme distancia entre él, encerrado en su cabina, y la tripulación de la embarcación.

De esta manera, las obras Prat, Arturo y Prat (antes de Prat) expresan en el ámbito de las artes escénicas la pérdida total de hegemonía de la Marina con respecto a estas artes.

Prat (antes de Prat) se viste con «rasgos» de ópera, que es la más sublime de las artes escénicas, la que solo la elite disfruta, al presentarse con eximios músicos juveniles, que acompañan las coreografías y los cantos corales, que se plasman a la dramatización, realizando un acto de iconoclasia al destruir la refinada imagen que ha construido la clase alta sobre su héroe naval.

Este acto de iconoclasia al vestirse del ropaje de la ópera se enaltece para mostrar de manera sublime la abismal distancia física, social y cultural entre Prat, y su tripulación femenina, para hacer que el público se pregunte: ¿quién salta hoy por una patria que no los nombra?, cuya escenográfica lo refuerza al final de la obra, mediante una imagen de cartel que cuelga con frases alusivas al respecto.

Las protagonistas saben que sus nombres no serán recordados como héroes nacionales, solo será recordado Arturo Prat, pues ninguna institución naval llevará sus nombres plebeyos.

El guion recurre al humor chileno femenino de imaginaria marineras que retratan a un Arturo Prat encerrado en su cabina escribiendo su discurso de abordaje, sin que nunca él se relacione con la tripulación, presionan para que salga el oficial, y les hable, pero eso no sucede. Las marineras muestran su mundo social, ensayando que harán ellas en su desenlace, recreando diferentes situaciones finales. Ellas se auto organizan.

Una de las mayores y más cuidada iconografía creadas por la clase alta ha sido Arturo Prat, que es construido como un civil, que pasó de abogado a marinero. La mayor iconografía ha sido crear un Prat sin lazos con la oligarquía, sin relaciones con la derecha chilena, sobre esto la verdad es otra.

La obra de Daniela Contreras-López muestra la distancia entre Prat y las marineras, esto es más real que una imaginación, pues en la época de la Batalla Naval de Iquique (1879) seria impensado una relación de amistad, ni menos de emparejamiento, entre el famoso oficial con una plebeya.

 

Lazos sanguíneos, sociales y políticos

Recuerde que el padre de nuestro héroe naval fue don Agustín Prat Barril quien fue un comerciante catalán que logró conectarse con los terratenientes de la época, representados en su esposa doña María Rosario Chacón Barrios, quien fuera hija de Pedro Chacón Morales, un gran hacendado de la época y connotado ciudadano en la época de la independencia nacional.

Arturo Prat Chacón al interior de la red social creada por su padre y abuelo paterno, encuentra a Carmela Carvajal Briones, con quien se casó. Ella vivió en la casa quinta de su hermano José Jesús quien se había casado con Concepción Chacón Barrios, que fue hermana de la madre de Arturo Prat Chacón, como se aprecia una red oligárquica muy estrecha.

Esa lógica de los Prat de buscar construir lazos con la aristocracia la prosiguió su hija, Blanca Estela Prat Carvajal, quien se casó con Camilo Undurraga Silva, otro representante de la oligarquía chilena.

El único varón de Prat fue don Arturo Prat Carvajal (1878 – 1942), este acentúa aún más los entrelazamientos con la oligarquía, pues se casó con Blanca Echaurren Clark.

Arturo Prat Carvajal expresa la relación con los sectores más conservadores de la clase alta chilena, al ser parte del Partido Nacional, creado por Manuel Montt Torres y Antonio Varas de la Barra como reacción al gobierno de Balmaceda, que representaba en dicha época al sector progresista de la clase alta.

Prat Carvajal fue integrante del sector golpista que llamó Revolución de 1891, a la contrarrevolución ultra conservadora encabezada por la Marina, quien tuvo como líder al Capitán de Navío Jorge Montt, quien derrocó a Balmaceda, y reestableció el poder de la más rancia aristocracia chilena, siendo presidente de Chile entre los años 1891 y 1896. Posteriormente Arturo Prat Carvajal acrecentó su poder económico como empresario.

El nieto de Prat fue don Jorge Arturo Prat Echaurren (1918 – 1971), el que prosiguió la tendencia aristocrática al casarse con María de la Luz Alemparte Pohlhammer. En su vida él, al igual que su padre, muestran lazos con los sectores más extremistas de la derecha chilena, siendo parte del Movimiento Nacional-Socialista de Chile.

Luego, y junto a Sergio Onofre Jarpa fundó el Partido Acción Nacional en 1963, siendo en esos años el máximo líder de la ultraderecha chilena, esto significó que el Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista (MRNS) levantó su candidatura presidencial en el año 1964, la cual finalmente declinó, y dejo en libertad de acción en votar a favor de Frei Montalva, quien ganó, o por Julio Duran para evitar que saliera electo Salvador Allende.

Jorge Arturo Prat Echaurren acrecienta la riqueza de su padre, llegando a ser dueño del Fundo Buenos Aires en la comuna de Angol.

El bisnieto, Francisco Javier Prat Alemparte (1948 – 2024) prosiguió la tendencia al casarse con la aristócrata Patricia Errázuriz Lagos, y luego se casó en segundas nupcias con María Isabel Quiroz Lepe.

A la vez, Prat Alemparte fue fundador del partido Renovación Nacional, continuando las ideas de su padre y de su abuelo. Acrecentó la actividad agrícola del fundo en Angol, y tuvo nueve hijos, donde hasta ahora ninguno de ellos ha ejercido un rol de la contingencia política

Hay que recordar que existen hasta hoy los ramales que se derivan de los hermanos del abuelo Prat Guigueras, de los hermanos del padre Prat Barril, y de los hermanos Prat Chacón.

Un pariente derivado de estos ramales es el actual concejal por Las Condes, don Leonardo Prat Fernández, quien en calidad de independiente, en la lista del Partido Republicano, y cuyo lema de campaña fue «Al abordaje por ti», se hizo muy conocido por proponer el cambio de nombre de una calle de Las Condes en homenaje de Augusto Pinochet.

 

Ficha artística

Dirección escénica y dramaturgia: Daniela Contreras-López | Dramaturgia colaborativa: Basada en improvisaciones y material de creación colectiva | Elenco: Fabiana Dinamarca Fernández, Gabriela Valentino, Daniela G. Oteiza, Jo-Ya Leiva, Rosario Mariana Rojas, Tefa Quiroz Silva, Cristina Femenias, Emilia Contreras Allende, Estela Soto Neumann, Gabriela Esperanza Vidal, Emilia Zuloaga Cornejo, Josefina Ibarra Correa, Benjamín Muñoz Medel, Matilde Mora Castillo, Valentina Jesús Escobar, Rayen B. Vargas, Mikaela Díaz Beltrami, Gerald Iglesias López, Vale Cabello, Yohali Nicolas Collet, Mirko Contreras Alfaro, Ana Abril Aguirre Salas y Luna Esmeralda Del Carmen Prado Pérez | Diseño lumínico y escenográfico: Rodrigo Ruiz | Diseño de vestuario: Francisca Santibáñez | Diseño sonoro, composición e interpretación musical: Daniel Buenante, Diego Trincado e Ignacio Hidalgo | Guía de composición (dirección musical) y trabajo escénico musical: Eleonora Coloma | Diseño audiovisual: Edison Cajas | Producción ejecutiva: Sebastián Carez-Lorca | Diseño gráfico: Camila Venegas.

 

Coordenadas

Prat (antes de Prat), una obra inspirada en Prat de Teatro de Chile. Temporada del 5 al 14 de junio de 2025, a las 19:30 horas | Duración: 1 hora 15 minutos | Público objetivo: General | Lugar: Teatro Nacional Chileno (Morandé 25, Santiago, metro Universidad de Chile).

 

 

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Patricio Altamirano Arancibia realizó sus primeros estudios en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, para luego ingresar a la carrera de sociología en la Universidad ARCIS, donde se especializó en la investigación académica sobre la clase alta chilena. En esa misma casa de estudios obtuvo el grado de doctor en procesos sociales y políticos en América Latina.

Desde entonces, ha publicado y presentado diversos trabajos en congresos de sociología tanto en el país como en el extranjero, por citar: «La ruta de la modernización agraria chilena: capitalista, reaccionaria y extranjerizante», «El capitalismo ilustrado del siglo XXI» y «Las ocho sombras de los mayorazgos modernos en el siglo XXI», entre otros.

En septiembre de 2021 presentó la monografía La casta Larraín en la burguesía chilena (Ojo Editores).

 

En la obra «Prat (antes de Prat)», la totalidad de las interpretaciones dramáticas corre a cuenta de un elenco compuesto por mujeres

 

 

 

 

Patricio Altamirano Arancibia

 

 

Imagen destacada: Prat (antes de Prat).

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