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[Crítica retro] «Chungking Express»: Sueños por encontrar el amor

El filme del realizador chino Kar-Wai Wong (que data de 1994) relata dos historias separadas pero relacionadas por mínimos detalles, ambas protagonizadas por policías de Hong Kong y que tienen por nexo un puesto de comida callejero frecuentado por los personajes.

Por Gabriel Anich Sfeir

Publicado el 12.4.2020

Wong Kar-Wai nació en Shanghái en 1958, pero se trasladó a la edad de 5 años con su familia a Hong Kong, entonces bajo dominio británico.

Se graduó de diseñador gráfico de la Universidad Politécnica de Hong Kong, pero su pasión el cine le llevó a tomar un curso de redacción de guiones en la televisión local, comenzando su carrera como guionista de cine y TV.

Esto le permitió ganar reputación para dirigir su primer largometraje, el drama criminal El fluir de las lágrimas (As Tears Go By, 1988). Wong entró de esta manera al círculo de la Nueva Ola de Hong Kong, cuyos realizadores estaban más abiertos a la influencia occidental, como es el caso de John Woo.

Las siguientes películas de Wong no tendrían el éxito esperado inicialmente, como fueron Días salvajes (Days of Being Wild, 1990) y Las cenizas del tiempo (Ashes of Time, 1994) esta última un wuxia o filme de artes marciales.

Hoy comentaremos la película que hizo conocer a Wong en Occidente: Chungking Express, realizada durante el proceso de montaje de Ashes of Time. Se estrenó en julio de 1994 en Hong Kong y ese mismo año se exhibió en festivales como Locarno, Chicago y Estocolmo.

Obtuvo el premio de la Academia hongkonesa a Mejor Película en 1995 y al año siguiente fue distribuida comercialmente en EE. UU. por una compañía ad hoc fundada por Quentin Tarantino, entusiasta admirador de la obra de Wong.

La carrera de Wong siguió con Happy Together (1997), por la que galardonado como Mejor Director en el Festival de Cannes. Más tarde, recibiría toda la aclamación de la crítica mundial por el melodrama Deseando amar (In the Mood for Love, 2000).

 

«Chungking Express» (1994)

 

Con varias técnicas de la Nouvelle Vague

Chungking Express cuenta dos historias separadas pero relacionadas por mínimos detalles, ambas protagonizadas por policías de Hong Kong y que tienen por nexo el puesto de comida callejero Midnight Express, frecuentado por los personajes.

La primera historia sigue a He Qiwu (Takeshi Kaneshiro), un agente de policía que acaba de romper con su novia, May. Él comienza a vagar por la ciudad en busca de sentido para su vida, en vísperas de su 25º cumpleaños.

Casualmente conoce a una extraña mujer rubia y de lentes oscuros sin nombre (Brigitte Lin, en uno de sus últimos roles antes de su retiro), que se dedica al tráfico de drogas y debe escapar de los mafiosos que la persiguen tras el fracaso de uno de sus negocios. Qiwu se enamorará en consecuencia de esta enigmática mujer.

La otra parte de Chungking Express sigue a otro policía, el agente 663 (Tony Leung Chiu-Wai), que también viene saliendo de una ruptura amorosa. Es cliente asiduo del «Midnight Express», donde trabaja Faye (la popular cantante Faye Wong).

Ella se siente atraída por 663, sentimientos que se intensifican cuando la expareja de él, una azafata, viene al bar a dejarle una carta de despedida que contiene una copia de las llaves de su apartamento. Faye empezará a ingresar clandestinamente a la residencia de 663, dando inicio a un atípico romance.

Wong pone en escena una original película que nos lleva por distintos rincones de la moderna urbe de Hong Kong. La primera historia transcurre en el microcosmos criminal del edificio Chungking Mansions, que da nombre al filme y es además el lugar donde se crió el realizador de Chungking Express.

En la segunda, el agente 633 y Faye se mueven en el Distrito Central de la ciudad, entre los restaurantes de la calle y la extensa escalera mecánica que atraviesa el barrio.

La fotografía en conjunto de Christopher Doyle y Andrew Lau toma varias técnicas de la Nouvelle Vague como el uso de jump cuts, secuencias en cámara lenta, cámaras manuales y rodaje en las calles. La estructura narrativa de Chungking Express es de escenas rápidas y amplio uso de monólogos por parte de los personajes.

La cultura popular está presente en la estética de Chungking Express, que evidencia el impacto de modas occidentales en Asia como la música popular y los videoclips transmitidos por MTV.

Faye está obsesionada con la canción “California Dreamin’” de The Mamas & The Papas, indicando sus sueños por encontrar el amor. En los créditos suena “Dreams” de The Cranberries en versión cantonesa de la misma Faye Wong.

La mujer de peluca rubia y gafas de sol recuerda a Barbara Stanwyck en Pacto de sangre (Double Indemnity, 1944) de Billy Wilder; mientras que Faye es una clara alusión a la influencia decisiva de Sin aliento (À bout de souffle, 1960) de Godard en la obra de Wong.

 

Almas solitarias que buscan una vida mejor

Si vamos por los símbolos y temas abordados en Chungking Express, comenzamos con el poder de la comida de unir a las personas, por más distintas que éstas sean: policías y delincuentes, idealistas y fracasados.

La comida rápida que se vende en lugares como Midnight Express es un elemento clave de la vida en grandes ciudades, con sus aglomeraciones y conflictos.

El tiempo juega un rol preponderante en la primera historia. La misteriosa traficante debe encontrar las drogas extraviadas antes del plazo fatal fijado por sus jefes, exponiéndose a cruentas consecuencias.

Por otra parte, Qiwu viene saliendo de una ruptura amorosa y todos los días compra piñas en conserva que tienen fecha de caducidad el 1 de mayo de 1994 (recordemos que su exnovia se llama May), día en que él cumplirá 25 años.

Esto puede interpretarse como una metáfora de la transferencia soberana de Hong Kong por el Reino Unido a la República Popular China, materializada el 1 de julio de 1997.

La historia de 663 y Faye nos muestra a una mujer con sueños, que transgrede la vida privada del policía al entrar en su departamento y eliminar los elementos que recuerdan a su pareja anterior.

663, un hombre golpeado por el abandono de su novia, dialoga con objetos de su casa como barras de jabón y un peluche de Garfield, símbolos de cómo el consumismo urbano reemplaza a las personas ausentes.

Como se puede apreciar, se trata de almas solitarias que buscan el amor y una vida mejor, como lo demuestran los “sueños de California” que Faye escucha a todo volumen.

 

*Véala en Mubi como parte del ciclo “Amor. El cine de Wong Kar Wai”.

*Reseña autorizada para ser publicada exclusivamente en el Diario Cine y Literatura.

 

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Gabriel Anich Sfeir (Rancagua, 1995) es licenciado en ciencias jurídicas y sociales por la Universidad de Chile y ayudante en las cátedras de Derecho Internacional Público y Derecho Comunitario en la misma Casa de Estudios. Sus principales aficiones son la literatura policial y el cine de autor.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Gabriel Anich Sfeir

 

 

Imagen destacada: Chungking Express (1994).

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