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[Crónica] Director de «Cine y Literatura» brilla en el Foro Internacional de Poesía 2025

El autor chileno Luis Cruz-Villalobos recibió el máximo galardón del evento que se acaba de desarrollar —hasta este miércoles 20 de agosto— en la ciudad rumana de Constanza (antigua Tomis, a orillas del Mar Negro): la escultura Le Coq, una distinción que diseñada por el artista plástico Constantin Brâncuşi, celebra a escogidas y singulares trayectorias creativas de proyección intercontinental.

Por Cine y Literatura

Publicado el 22.3.2025

La ciudad de Constanza, antigua Tomis a orillas del Mar Negro, fue durante una intensa semana de agosto el escenario de uno de los encuentros más significativos de la poesía internacional contemporánea.

En efecto, el Foro Internacional 2025, auspiciado por la Constelación de Academias Mundus —que incluye la Academia Tomitana, la Academia Universalis Poetarum y la Academia de Ciencia, Arte y Letras de Turín— congregó a alrededor de 60 poetas provenientes de países como Albania, Argentina, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Grecia, Italia, Perú, Rumania y Senegal, entre otros.

Durante ocho días —del 13 al 20 de agosto— el programa desplegó un abanico vibrante de actividades: ponencias, recitales, talleres, presentaciones de libros, excursiones culturales, peregrinajes simbólicos y, sobre todo, una comunión profunda en torno a la palabra poética.

 

Chile: una presencia destacada y reconocida

La participación chilena fue, sin lugar a dudas, una de las más celebradas. Tres destacados poetas de este país no solo ofrecieron intervenciones memorables, sino que también fueron galardonados con algunos de los más altos reconocimientos literarios del evento.

El poeta Reynaldo Lacámara, figura consagrada de la poesía chilena contemporánea y expresidente de la Sociedad de Escritores de Chile, recibió el Trofeo Miguel de Cervantes, un reconocimiento que resuena con fuerza en este encuentro ibero-romano de las letras.

Lacámara participó, en la jornada de apertura del evento, con una conferencia titulada «Chile. Un siglo de poesía», donde realizó síntesis lúcida y poética del devenir lírico de su país.

Por su parte, los poetas Gustavo Gac-Artigas (chileno radicado en Nueva York) y Luis Cruz-Villalobos, psicólogo, académico y actual director de Cine y Literatura, recibieron el máximo galardón del evento: Le Coq (Cocoșul), una distinción que celebra trayectorias poéticas de proyección internacional.

El reconocimiento se hace por medio de la entrega de una reproducción de la famosa escultura del gran artista rumano Constantin Brâncuşi.

Gac-Artigas conmovió a la audiencia con su ponencia «Mi poesía es un cuerpo en movimiento», mientras que Cruz-Villalobos lideró, antes del cierre del evento, un taller para la publicación de un libro multilingüe colectivo. Ambos presentaron también varios de los nuevos títulos de su autoría durante el lanzamiento de textos.

 

Un crisol de lenguas, memorias y estéticas

El evento destacó por la calidad de sus ponencias, con significativas intervenciones como las de Nuria Morgado (España/EE.UU.) sobre Antonio Machado y la otredad poética o Priscilla Gac-Artigas (Puerto Rico/EE.UU.) sobre la colecficción y la ética lectora.

También se destacaron las ponencias italianas que abordaron temas como la poesía en tanto experiencias de la verdad y la relación de la poesía con el actual avance de los sistemas de inteligencia artificial.

Las visitas de espacios simbólicos como la estatua de Ovidio, las estatuas de Carmen Sylva y Mihai Eminescu junto al mar, o durante la caravana hacia el Tropaeum Traiani, dieron cuenta del poder de la poesía cuando se reencuentra con la historia, el paisaje y la multiculturalidad.

Con todo, las ponencias de las poetas migrantes de Nueva York —provenientes de República Dominicana, Cuba y Puerto Rico— ofrecieron una mirada íntima al proceso creativo en la diáspora, mientras que ponencias sobre las primeras poetas budistas o la propuesta sobre poesía y memoria política pusieron de relieve la dimensión pedagógica y transformadora de la escritura.

 

Un evento de resonancia universal

Más allá de las palabras, el Foro Internacional se convirtió en una constelación viviente de culturas, memorias y visiones del mundo, un espacio donde la poesía dialogó con la historia, la religión, el arte y la política.

El contexto simbólico del primer Concilio de Nicea, del cual se celebraron 1700 años, fue evocado en el marco ortodoxo oriental, con la presencia y apoyo del Arzobispo de Tomis, Teodosie Pretrescu, no solo como hito eclesial, sino como recordatorio de la necesidad urgente de diálogo intercultural e interreligioso.

La entrega de premios y medallas, dirigida por el reconocido poeta y académico Constantin Barbu, actual presidente de la Academia Universalis Poetarum y la poeta y traductora rumana Carmen Bulzan —principales anfitriones del magno evento—, coronó la jornada final con emoción y sentido de comunión y continuidad. La poesía, como reflexionó uno de los organizadores, sigue siendo: «el lugar donde el alma humana se reconoce en su fragilidad y su fuerza».

Con la despedida, la firma del Libro de Oro y el retorno de los poetas a sus tierras, queda la certeza de que junto al Mar Negro, en una de las más antiguas ciudades de Rumania, se ha gestado y fortalecido una red de afectos, palabras y caminos compartidos.

 

 

 

 

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El director de «Cine y Literatura» al recibir el premio Le Coq en el Foro Internacional de Poesía 2025

 

 

Imagen destacada: Gustavo Gac-Artigas y Luis Cruz-Villalobos.

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