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Documental «Yo no me llamo Rubén Blades»: La voz de un ícono latinoamericano

El largometraje de no ficción de director panameño Abner Baenaim es una obra para acercarse -en una especie de homenaje, pero que también quiere ver las sombras del artista- a los pensamientos del hombre. Y en definitiva, se trata de un esfuerzo audiovisual (actualmente en cartelera) que busca saber quién es la persona real tras la leyenda.

Por Rodrigo Torres Quezada

Publicado el 1.12.2018

Rubén Blades de por sí es un personaje llamativo. Su lado de compositor y cantante de la llamada “salsa intelectual” es lo que más se conoce de él. Sin embargo, también ha sido candidato a la presidencia de su país, Panamá, y aunque no logró el puesto, sí ha ejercido como ministro de Turismo. Por esto, su figura no solo lleva en sí una parte de la historia de la música, sino que de la política o el pensamiento social latinoamericano.

Por ello, el director Abner Baenaim (Panamá, 1971) ha hecho un documental, del año 2018, para acercarse, en una especie de homenaje pero que también quiere ver las sombras del artista, a sus pensamientos. Y en definitiva, para saber quién es la persona real tras la leyenda.

Una de las cosas anecdóticas de este documental, es que Blades no vio el resultado final de las grabaciones, por lo que no metió mano en la edición. Esto deja en claro que lo que se ve es real, o al menos da esa tranquilidad. Lo más destacado del filme es la sinceridad que se logra en cada toma del artista, quien cuenta su historia de una manera entretenida e interesante. Sin embargo, se echan de menos más entrevistados que den un aire de mayor objetividad.

Lo más interesante del documental, no es tanto Rubén Blades en sí (a menos que se sea un fanático del artista) sino el cómo puede haber personas que exploten tan bien su genialidad en medio de adversidades o situaciones pintorescas. Muchas veces, sobre todo en una sociedad que crea máquinas especializadas en tan solo una temática, uno se sorprende que haya un abogado de Harvard, político, compositor, intelectual, que también cante. Parece que los Da Vinci aún existen en una sociedad que fomenta la ignorancia y la estupidez.

Sería bueno, también, que alguien hiciese un documental sobre la vida de Greg Graffin, vocalista punk de la banda Bad Religion, quien a la par que canta hace clases de biología y evolución, en la universidad.

Así, el documental Yo no me llamo Rubén Blades, es un material de sumo interés tanto para fanáticos del artista como para personas que desconozcan su carrera. Aunque, a decir verdad, a estas alturas, ¿quién puede desconocer ese gran tema icónico llamado Pedro Navaja?

 

Rubén Blades en el documental «Yo no me llamo Rubén Blades» (2018)

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

Rodrigo Torres Quezada (Santiago, 1984) es egresado del Instituto Nacional “General José Miguel Carrera” y licenciado en historia de la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de cuentos Antecesor (2014) y Filosofía Disney (2018) bajo el sello Librosdementira. También ha dado a conocer distintos relatos de su autoría en La Maceta Ediciones (2017) y la novela titulada El sello del pudú (Aguja Literaria, 2016). Lanzó, asimismo, el volumen de ficción Nueva narrativa nueva (Santiago-Ander, 2018), y obtuvo el primer lugar en el concurso V versión Cuéntate algo de Biblioteca Viva (2012). El año 2016, en tanto, se quedó con el primer lugar en el I Concurso Literario del Cementerio Metropolitano. Igualmente es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

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