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«El estreno», de Alejandro Fernández Almendras: Una metáfora de la desconexión

El sexto largometraje del realizador nacional pasó un tanto desapercibido debido a la compleja contingencia política que vivía el país a inicios de este año, cuando en realidad, su propuesta audiovisual —novedosa en su filmografía—, amerita más de una nueva revisión, especialmente en este período de cuarentena, favorable para ese ejercicio de apreciación (y de descubrimiento) estético.

Por Carla Recabal

Publicado el 30.3.2020

Dicen que el principal don del hombre para buscar su felicidad es la comunicación. Y si este tiene problemas en torno a ella, es probable que perjudique su vida de tal manera, que no solo se malogre a si mismo, sino que a las personas de su alrededor.

Petr (Jiři Mádl), protagonista de El estreno (HRA, 2020), encarna al hombre desconectado de lo exterior. El ser que persigue un fin hasta tal punto, de olvidarse de lo que está pasando fuera de sí.

El director chileno, Alejandro Fernandez Almendra, dirige esta película con mano meticulosa y mucha rigurosidad. En parte porque se aventura en algo que no está dentro de la línea conocida de sus películas (Huacho, Mi amigo Alexis, Aquí no ha pasado nada, Matar a un hombre), y también porque lo hace en tierras lejanas a Chile, con actores nativos del lugar.

La historia, que es bastante simple e incluso pre anunciada, sigue los pasos de un joven director de teatro, que ve como su matrimonio va cuesta abajo de la misma manera que lo hace su obra. Más aún con la falta de una actriz principal y de recursos humanos y financieros.

No obstante, el hecho de que lo económico sea un apuro para Petr, y que este no le dé el peso que conlleva, hace que los sucesos ocurran a costa de su propia porfía. Mostrándonos como su atención hace desatender lo que realmente importa, su matrimonio y su hijo. Es así como a Katherine (Marika Soposká), esposa de Petr, le repercute la desconexión a tal punto, de no querer expresar sus emociones. A esto se añade, la llegada de una nueva actriz para el papel principal, Karolina (Elizaveta Maximová), personaje detonante y de propios conflictos que termina por sacar de órbita a Petr al volverse su amante.

A pesar de que la trama suena bastante conocida, esta cuenta con grandes cosas a favor. Primero, que contiene el típico matiz melodramático característico de las producciones de República Checa. Tan aclamadas por su sensibilidad e innovación creativa, como por sus internacionalmente conocidos directores. Y segundo, que en arrastre de aquello, se percibe la aplicación de técnicas distintas a las que el cine chileno está acostumbrado. Como lo es, por ejemplo, el uso del pan-foco para narrar dos emociones a la par; la analogía de la representación narrativa; los ángulos de cámara que nos llevan a estar en las situaciones retratadas; y la exquisita banda sonora, muy similar a las destacadas composiciones de Michael Nyman, la cuales logran producir la disociación sentimental de los hechos.

Esto último nos lleva a buscar las emociones no expresadas. ¿Qué es lo que tratan de comunicar estos personajes desconectados?

Ya avanzada la trama, vemos como Pert exige respuesta, pero sólo el espectador infiere la frustración de Katherine al ver que no puede surgir en la ciudad, y la confusión pasional que experimenta ésta al no querer ser “la otra”, afectando a posteriori la obra.

Podemos ver que el uso de la metáfora y de recursos de narración audiovisual enriquece lo que para el espectador era de esperarse frente a tan común relato. Pero lo hace generando un ritmo rápido y al mismo tiempo reflexivo. Cosa poco vista en el mundo fílmico de Chile. A esto se suma, el contexto e idioma checo, y la falta de la tan tratada temática social a la que nos tienen acostumbrados en el territorio sudamericano.

Fuera de la conclusión anterior, El estreno nos permite conocer algo simple y de gran trasfondo, de una forma extremadamente bella y lúdica, insertándonos de lleno en el dilema personal de un hombre que debe aprender a comunicar para no desconectarse ni desconectar a los demás, sobre todo a los que más ama.

 

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Carla Recabal Ramírez (nombre real de Carla Oriely) nació en Santiago de Chile en 1993. Es comunicadora audiovisual por la Universidad de los Andes y actualmente se dedica a la producción teatral y al apoyo docente en materias de análisis fílmico y de guión.

 

Carla Recabal

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: El estreno (2019), de Alejandro Fernández Almendras.

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