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«El hoyo», de Galder Gaztelu-Urrutia: La trama de la vida

El filme del realizador español —el cual se proyecta mundialmente a través de la plataforma Netflix— es una obra audiovisual que reflexiona, valiéndose de una conmovedora distopía, acerca de los complejos momentos que padece la civilización en la actualidad.

Por Alejandra Coz Rosenfeld

Publicado el 15.4.2020

El hoyo es el primer largometraje del director Galder Gaztelu-Urrutia (Bilbao 1974). Pieza cruda, brillante, inteligente, llena de símbolos y de mensajes explícitos tan reales como la vida misma. Buena manera de llevarnos a las profundidades de la mente y a los cuestionamientos existenciales que hoy en día surgen frente a nuestra delicada situación como humanidad.

Ganadora de premios en el festival de cine de Toronto (Midnight Madness), en el festival de Sitges (Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya), Abycine y premio Goya a Mejores Efectos Especiales.

El hoyo transcurre en una especie de cárcel donde es posible entrar de manera voluntaria, hay una cierta cantidad de pisos hacia abajo, los que luego se transforman en un hacia arriba, haciendo alegoría a una de las leyes universales: Como es arriba es abajo.

Es una película que habla de la trama de la vida, de los actos y consecuencia de éstos, en su más vasta expresión. Nos empuja de manera violenta a hurgar en esas partes inimaginablemente retorcidas que poseemos cada uno de nosotros como individuos, esas partes que ni siquiera sabemos que poseemos, que emergen cuando los extremos se agitan y se llega al punto de inflexión. Hay una permanente dialéctica entre lo que escogemos instante a instante, donde se muestra esa conexión con el Todo, porque cada elección tiene efectos, buenos o malos según se mire.

El filme nos irá despojando de cualquier posible juicio moral, y es que una cosa lleva a la otra, y esa otra a otra, la que siempre dependerá del receptor y de su nivel de conciencia, experiencia o ánimo. Cada acción podría compararse con un tejido neuronal, cada bajada o subida de piso, a una nueva transmisión sináptica. Todas estas imágenes están muy bien fusionadas con la banda sonora creada por Aránzazu Calleja, compositora bilbaina licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco y profesora de violín.

A nivel de conocimiento adquirido, suponemos que en lo más alto está lo mejor, la salida, la meta, el objetivo, sin embargo el filme devela que ese más arriba no da garantía alguna de un nivel de conciencia más elevado, sino que muchas veces es justamente todo lo contrario, poseer hace que salga al juego la otra cara de la moneda, donde el problema es la abundancia que se convierte en avaricia, poder y egoísmo. Así mismo, en el otro lado de la balanza, se nos ha enseñado que lo más bajo es lo más indigno, sin embargo en las leyes universales todo lo que sube ha de bajar y todo lo que baja ha de subir. Por lo que allí también es posible florecer, como las Nenúfares que abren sus pétalos en medio del fango. Es ahí donde da su impulso el Ave Fénix, allí está la verdadera transformación, impredecible e inesperada. A veces la iluminación surge en medio del infierno y es en los albores de la locura donde se estruja la creatividad y asoma salvajemente el instinto de supervivencia, que muchas veces nos traspasa, apareciendo la necesidad de depositarlo en un otro, en la esperanza del brote.

Esta es una película que nos hace reflexionar sobre lo vincular como algo inminente e inquebrantable, cuestiona el Yo y el Nos, muy buen filme para los complejos momentos que vivimos, donde se nos muestra que todo puede suceder, que aún se puede ir más abajo, habla del dogma, de acuerdos previos, habla de bardos, ciclos de la vida, de resistencia y rendición. De la muerte y de la culpa, de un futuro prometedor femenino que no sabemos si llegará a puerto.

 

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Alejandra Coz Rosenfeld nace en Santiago de Chile, en 1972. Poeta, artista y terapeuta transpersonal, estudió letras y estética en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y arte en el Palazzo Spinelli, de Florencia, Italia. Ha publicado los poemarios Marea baja (Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2017) y La jabalina (Ediciones Filacteria, Santiago, 2019), actualmente trabaja en su primera novela titulada Buckingham Road.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Alejandra Coz Rosenfeld

 

 

Imagen destacada: El hoyo (2019), de Galder Gaztelu-Urrutia.

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