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[Ensayo] «Crónica de una muerte anunciada»: El honor y la fatalidad en Gabriel García Márquez

Creo que puede ser interesante apreciar lo que jóvenes estadounidenses —miembros de una cultura distinta a la latinoamericana— piensan acerca de esta novela, que sin ser la mejor de Gabo, es una obra notable más por su forma de elaboración estética, antes que por la singular anécdota que se describe al inicio de sus vibrantes páginas.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 17.4.2023

En la clase de literatura latinoamericana aquí en el Endicott College, de la hermosa ciudad de Beverly, en el Estado de Massachusetts, hemos leído la novela Crónica de una muerte anunciada (1981), de un tal Gabriel García Márquez (1927), fallecido hace nueve años un día 17 de abril de 2014.

Y lo primero que debo anotar es que la obra les resultó bastante difícil de apreciar a mis estudiantes estadounidenses, pues tuvieron que consultar el diccionario demasiadas veces o ir a la traducción en inglés del texto matriz, a fin de poder entender el contenido de la mismo.

Una alumna afirmó que hubo instantes en los cuales se sintió abrumada de tanto tener que consultar el diccionario para lograr entender el sentido.

Asimismo, y para ayudarlos un poco con las dificultades del lenguaje, también visionamos la película, de título homónimo del realizador italiano Francesco Rosi (1987), una obra que sin ser del todo fiel al texto lo sigue muy de cerca.

Empero, la cinta les pareció bastante mal hecha y mucho menos interesante a mis estudiantes que el volumen original, lo cual me parece que habla bastante bien de ellos, ya que la más de las veces el libro es de mucha mayor calidad artística que la producción simbólica de tipo audiovisual inspirada en estos.

Sin embargo, pese a las dificultades dos temas sobresalen en los trabajos estudiantiles sobre la ficción de García Márquez, el primero de esos temas es la importancia del honor dentro de la estructura de la novela: no perdamos de vista que la justificación legal, en el texto, es que los abogados de los hermanos Pedro y Pablo Vicario usaron para sacarlos de la cárcel fue el de la legitima defensa de su dignidad familiar.

Asimismo, fue sobre este tópico del honor donde hubo la mayor discusión, porque para algunos de los estudiantes, en el caso de Crónica de una muerte anunciada, la defensa de ese tipo de honor les pareció obsoleta, y les recordó la tesis del libro Facundo de Sarmiento.

Y para ellos ese tipo de violencia hasta el punto del asesinato para defender «la honra» tomada de su hermana, les pareció una prueba de barbarie, una muestra de que algunos lugares en nuestro continente tienen mucho camino que recorrer para ser sociedades más justas, menos machistas, menos violentas y un poco más civilizadas.

No obstante, entienden que el argumento de la novela haya sido inteligentemente usado por Gabriel García Márquez para armar una obra con un notable tono periodístico y por ello mismo no les sorprendió el el atrevimiento de Gabo de decirnos en las primeras dos líneas lo que iba a ocurrir en el argumento de su ficción.

De hecho, una de las alumnas comentó: «sabemos qué pasará, pero si queremos saber por qué y cómo es el asesinato de Santiago Nasar, tenemos que leer todo el texto».

 

Un violador anónimo

El segundo núcleo dramático que los alumnos enfatizaron fue el tema de la fatalidad como una de las vertientes que explica la tan anunciada muerte de Santiago Nasar, pese a que los hermanos Vicario se esforzaron por hacer la noticia por doquier, según el autor tratando de salvarse de tener que matar a un amigo, tal vez a un inocente.

Sin embargo, todo confabula contra ellos y terminan afrontando su destino de vengadores de la «afrenta» contra «la honra» de su hermana, y por más que hagan por evitarlo a fin de no quedar como unos cobardes ante el pueblo, se encuentran imposibilitados de eludir la fuerza del destino.

Empero, sobre este tema los alumnos fueron más comprensivos, en el sentido de entender que en algunas sociedades, el individuo asume que él no es el constructor de su propio destino, que hay fuerzas más poderosas que sus propios deseos que van tejiendo los caminos.

Inclusive alguno llegó a citar que aún en Estados Unidos no están del todo exentos de la fuerza del destino como lo refleja la frase con en boca de todos «It is what it is» que se podría traducir como «es lo que es».

No obstante, ellos mismo entienden que sería muy difícil que algo así pasara por estos rumbos, pues lo más seguro es que la autoridad tomaría cartas en el asunto de manera más diligente, aunque uno de los estudiantes de la carrera de Criminal Justice dijo que no se puede detener a nadie por simples presunciones.

Y alguien le contestó que en la novela no se trata solo de una presunción sino que de amenazas reales, y que los sujetos debieron ser detenidos, hasta que se aclarara el asunto que dio motivo a este asesinato que según ellos pudo y debió haber sido evitado a toda costa.

No solo porque es un homicidio con saña, sino también por que el asesinato supera con mucho la falta cometida (si falta hubo) contra Angela Vicario y están lejos de corresponder a castigos equivalentes ni con mucho.

Dos líneas más de trabajo asomaron durante la clase, una a la que se refiero una alumna de enfermería y que es notable en García Márquez y es la importancia de la genealogía en sus novelas. La estudiante en cuestión mencionó que debió ir anotando los nombres y las características de los personajes, a fin de no perderse en la complejidad patronímica que le ofrecía la trama.

En ese momento aproveché para decirles que si en el futuro leen Cien años de soledad, esta estrategia seguramente les resultará muy útil.

La otra vertiente de análisis dramático que asomó en la clase, pero donde fue imposible dilucidar mucho del asunto, corresponde a resolver la interrogante de a quién estaba protegiendo Angela, al denunciar a Santiago como «su violador». Muchos especularon que como pasa casi siempre en estos tipos de casos de violencia sexual el agresor es alguien de la familia o muy cercano a ella.

Pero los alumnos admitieron que la novela no provee ni una sola pista que pudiera llevar a pensar en quien pudo haber tenido sexo con Angela, ya sea de formal consensual o ejerciendo violencia, mucho antes de que Bayardo San Román se apareciera por aquel pueblo del Caribe colombiano.

Sé que el lector de Cine y Literatura no necesita saber de los detalles al interior de una clase de español en una pequeña universidad situada en el noreste de los Estados Unidos para motivarse a leer a García Márquez.

Pero creo que puede ser interesante apreciar lo que jóvenes pertenecientes a una cultura distinta a la latinoamericana piensan acerca de Crónica de una muerte anunciada, que sin ser la mejor novela de Gabo, es una obra interesante más por su forma de elaboración, que por la anécdota singular que se describe al inicio de sus páginas.

En fin, que si por una de esas casualidades de la vida alguien no ha leído todavía esta ficción literaria, a lo mejor estas notas le pueden ayudar para que se anime a hacerlo.

 

 

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente y miembro del comité editorial del Diario Cine y Literatura.

 

Una de las tantas ediciones de «Crónica de una muerte anunciada» (1981)

 

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Gabriel García Márquez.

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