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[Crónica] «Entre la voz y el miedo»: La hermosa costura de un relato

La presente obra de Guillermo Hormazábal Salgado corresponde a un texto escrito con la mano ágil de un periodista, la mente despierta y la capacidad literaria de alguien con buen oficio y excelente pluma, bajo un estilo de poeta, de narrador, y por último de cronista.

Por Jaime Hales Dib

Publicado el 11.10.2025

Este es el título del más reciente libro de Guillermo Hormazábal Salgado, escritor y periodista. En menos de 150 páginas Guillermo nos muestra parte relevante de su vida. Recién ha cumplido 75 años, así es que me atrevo a sostener que es la autobiografía de un hombre en plena actividad.

Basta verlo entusiasta en las reuniones del café de poetas y narradores que encabeza el nonagenario Walter Garib en Viña del Mar todos los jueves o como un joven alegre y entusiasta mientras firma las dedicatorias para los muchísimos compradores de su libro en las puertas del Teatro Camilo Henríquez, ubicado en el pleno centro de Santiago, el mismo lugar en que tienen su casa los periodistas que él en algún momento presidió.

Este es un libro necesario, beneficioso, que puede ser extraordinariamente útil para que los muchachos de hoy vayan conociendo una historia de nuestro país que se desdibuja en la maraña de consumo, competencia, liviandad, frivolidad que caracteriza a muchos de los espacios comunicacionales de este tiempo.

Saber lo que sucedió, conocer de referencia aquella sucesión de acontecimientos tremendos que soportamos los chilenos, puede ayudar a apreciar valores tan queridos como la democracia, la verdad, la tolerancia, el respeto, la sobriedad, el rigor en el trabajo y en diferentes esferas de la vida.

Conocer lo que sufrió Chile en esos años, historia descrita por un protagonista, nos puede ayudar a tomar decisiones en la construcción del futuro y no seguir arriesgando, con discursos que confrontan y polarizan más de lo necesario sin ofrecer caminos, una vida democrática que aún no termina de reconstruirse.

Así, Entre la voz y el miedo es una obra escrita con la mano ágil de un periodista, la mente despierta y la capacidad literaria de alguien con «buen oficio» y «buena pluma», de poeta, de narrador, de cronista.

Entretenido, es un libro que permite al lector dejarse llevar a través de las páginas, transitando suavemente por las intensas emociones de la vida, con un panorama del Chile de hace tantas décadas. Los estudios escolares, la universidad, la política, las ideas, la fe, el amor, van dejando huellas sensibles que, sin grandes aspavientos, conmueven al lector.

Con todo, el libro cuenta la historia de este muchacho, huérfano siendo muy niño, que recorre hogares en los que va construyendo relaciones de cuya duración no puede anticiparse nada. Inquietudes, dolores, miedos, amores, cariños de quienes lo acogieron, son pinceladas de una vida que se va nutriendo de esperanzas.

Sin dejarse arrastrar por tentaciones que se ofrecen a jóvenes que han vivido situaciones de intenso dolor, se levanta una estructura de vida sana, entre alegre y melancólica, con valores sólidos.

 

Un relato que vale la pena conocer

A poco de haberse recibido, casi dos años de instalada la dictadura encabezada por Pinochet y los civiles que le dieron contenido político, comienza a ejercer el periodismo. Hormazábal fue uno de los símbolos de la Radio Chilena, figura señera en la lucha contra la dictadura.

Guillermo alzó la voz en el silencio de los años más duros, aunque su nombre no es de los más famosos ni populares, pero ciertamente sería más merecedor del Premio Nacional de Periodismo que algunos que han sido muy celebrados.

Radio Chilena, como Balmaceda y Cooperativa, luego Santiago y Carrera, fueron las radios más activas en la larguísima dictadura que afectó a Chile para dar voz a los que no teníamos otros espacios habituales en los medios de comunicación.

La Chilena, como le decíamos, era una radio que se caracterizaba por su serenidad, seriedad y oportunidad de la información, en momentos en que la represión golpeaba duro.

Guillermo lo hizo todo: desde reportero, pasando por jefe de informaciones, director de prensa, marcó con su estilo y sus valores el tono de un espacio libre y liberador, que se aventuró en una lucha de altos costos personales. El tiempo, la intensidad del trabajo y sobre todo los riesgos para sí mismo y la familia, era algo que vivíamos los que estábamos en la defensa de los derechos de las personas.

Amenazas, persecuciones, agresiones a golpes, detenciones de todo tipo, las sufríamos los que estábamos en los medios de comunicación y los abogados que representábamos a los perseguidos por la dura mano de la DINA, la CNI y todos los otros organismos que le dictadura usó para someter al país.

El autor nos cuenta de su secuestro —en realidad «detención arbitraria» por agentes gubernamentales— en el marco de una represión desatada por el asesinato de Roger Vergara, recién nombrado en un alto cargo de Inteligencia del Ejército. Entre la brigada de Homicidios y la de Asaltos, se formó un equipo para «ganarle a la CNI» y encontrar a los autores del homicidio.

Usando los peores métodos represivos los policías detuvieron a mucha gente, los torturaron, amenazaron y llegaron hasta el extremo de dar muerte al estudiante de periodismo Eduardo Jara. Entre ellos, fueron detenidos periodistas y Hormazábal gritó su nombre en la calle mientras lo llevaban los detectives, gracias a lo cual se pudo saber de su detención.

Finalmente fueron liberados y se demostró que quienes cometieron el delito en contra del oficial, no tenían nada que ver con ninguno de esa treintena de personas (dueñas de casa, artistas, empleadas de oficina, contadores, estudiantes, comerciantes) que fueron tan maltratadas.

Algunos de los policías secuestradores, cuya identidad se supo, fueron tardía y suavemente castigados, aunque otros se mantuvieron en sus cargos y los gobiernos que siguieron los distinguieron con mejores nombramientos.

La familia, los amigos, su trabajo en distintas tareas como comunicador, van haciendo la hermosa costura de un relato que vale la pena conocer. Es una obra para los que vivimos esa época, ciertamente, pero sobre todo para aquellos que no la vivieron y se pueden formar así una idea clara de muchas cosas que pasaron.

En efecto, las menciones que hace Guillermo en su libro, permitirán a los inquietos seguir investigando para que algún día se escriba sin tapujos y con detalles la historia de una época dolorosa que no deberá repetirse.

 

 

 

 

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Jaime Hales Dib (1948) es un abogado formado en la Universidad de Chile, poeta, narrador y profesor.

En 1995 fundó la Academia de Estudios Holísticos SYNCRONIA, luego fue agregado cultural en México durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos Escobar. También formó parte del directorio y fue secretario general de la Sociedad de Escritores de Chile (Sech).

Además, integró el Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile, participó en la comisión redactora de la Ley del Libro, fundó la Editorial Casa Doce, ha publicado varios textos de su autoría y ha dado recitales poéticos en diversas ciudades tanto de Chile como del extranjero (Francia, España, Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Panamá, Uruguay, Argentina y México).

En la actualidad es columnista y redactor estable del Diario Cine y Literatura.

 

«Entre la voz y el miedo» (Autoedición, 2025)

 

 

 

Jaime Hales Dib

 

 

Imagen destacada: Guillermo Hormazábal Salgado.

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