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[Estreno] «La maestra de jardín»: Sin un lugar en el mundo

Disponible en la plataforma de streaming de Cinemark, y distribuida en Chile por Arcadia Films, la cinta dirigida por el realizador israelí Nadav Lapid tuvo un remake estadounidense protagonizado por Maggie Gyllenhaal y Gael García Bernal, en 2018.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 23.3.2021

La hebra principal de este largometraje tiene que ver con un niño, poeta prodigio, y la relación que entabla con su profesora. Intentaremos abordar otros temas, la mayoría inconclusos, pero el principal obstáculo será un guion confuso, con muchos puntos muertos que no van a ninguna parte.

Yoav tiene escasos cinco años y establece lazos algo distantes con sus compañeros. En ningún caso es un autista, pero su niñera primero y su maestra de kínder después, descubren que el chico se pasea de un lado a otro y les dicta poesía. Son metáforas complejas que no se condicen con las experiencias infantiles.

La maestra desde un comienzo cree que su descubrimiento es «un llamado» a velar por esa poesía que proviene del genio del muchacho y lo compara con las sinfonías de componía Mozart a temprana edad.

Nira parece una mujer abnegada por su profesión, pero rápidamente sus ojos se enfocan exclusivamente sobre el chico e incluso lo despierta de sus siestas para forzar en su mente pensamientos poéticos.

En un primer vistazo, el comportamiento de la profesora nos parece algo inmoral, no sólo roba al pequeño la autoría de sus poemas, sino que endosa ese comportamiento a la cuidadora, que en sus audiciones de actriz declama como propios esos poemas.

La maestra es capaz de conmoverse con los poemas, pero carece de la sensibilidad para crear poesía propia. Hasta aquí todo bien, pero convengamos que esto es todo lo que podemos encontrar en los primeros 45 minutos de metraje.

 

La técnica por sobre el contenido

Atenta contra el visionado la estética tecnicista que adopta el fotógrafo Shai Goldman. Durante toda la cinta se empecina en situarnos la cámara a la altura de las piernas de los adultos, recurso que pretenderá enfatizar la visión de los niños, pero la verdad es que éstos funcionan más como un decorado que al modo de personajes, por lo que la fotografía a ras de piso resulta desconcertante y francamente agotadora.

Hay abuso de primeros planos que no se entienden y cuando la profesora se emociona, la cámara se sitúa en un plano medio muy mal elegido si se trata de que el espectador observe la congoja desde la distancia.

Veremos una procesión de cámaras invertidas, primeros planos repentinos que parecen un fallo de montaje, contrapicados a las ramas de los árboles, travellings circulares y un sinnúmero de recursos gratuitos.

La búsqueda absurda de tomas fotográficas espectaculares, quizás logradas individualmente, pero que en el conjunto carecen de coherencia narrativa, como si primara la técnica por sobre el contenido.

Pero no sólo es un asunto de forma, el fondo se aborda torpemente con un guion errático y unos diálogos muy explicativos: «Cuando miro a mis alumnos de cinco años, me doy cuenta de lo difícil que es ser poeta en este mundo», «Ser poeta en nuestro mundo es oponerse a la naturaleza del mismo (¿quién habla así?)».

«Es un poeta en una época que odia a los poetas», o cuando el profesor de poesía dice: «El fascismo odia a los poetas» o «en estos tiempos de oscuridad cada poema es un milagro».

¿No sería un mejor uso del tiempo el leer esas sentencias y ahorrarnos el cúmulo de imágenes contradictorias? Cuando la profesora es incomprendida por los interlocutores, ella lo primero que hace es coquetearles, ¿cuál es la idea?

En términos de la retórica aristotélica estamos frente a una cinta muy desequilibrada. El razonamiento (logos) es confuso, la credibilidad (ethos) queda en entre dicho cuando esta maestra quiere secuestrar al niño y emitir un pasaporte falso para salir del país, y las emociones (pathos) muestran un divorcio entre lo que se dice y lo que se filma.

Emociones que son abordadas por una fotografía de tonos fríos que hace casi imposible conectar con los personajes.

La tesis de que en el cuerpo de un infante pueda anidarse un genio, plantea una dicotomía en su comportamiento. El origen de la poesía es abordado como revelaciones místicas que el propio niño sabotea con su actuar, generando una nula empatía con el espectador.

Las escenas de sexo, el baile de los conscriptos o la maestra bailando frenéticamente en un bar, entran de lleno al ámbito surrealista, no guardando ninguna relación con el resto de las escenas.

Luego de que el padre de Yoav le advierte a Nira que no se acerque a su hijo, la película encuentra mejores encuadres, pero ya ha transcurrido hora y media de visionado.

La cámara fija enfocada en la maestra que ve llegar a todos sus alumnos menos al que espera, es bastante desoladora y una de las primeras veces que la cinta aporta una escena genuina.

La secuencia de la habitación del hotel, cuando Yoav encierra a la maestra y llama a la policía, está bien lograda y refleja mejor la dicotomía entre el niño y el genio.

«No hay lugar para ti en el mundo» y «en dos años serás una sombra», son palabras que delatan el estado casi psiquiátrico de la profesora.

El niño es apartado de Nira y en un travelling por las dependencias del hotel, esos largos minutos acompañados de música festiva, no hacen más que volver a la extrañeza del resto del metraje.

 

***

Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) es ingeniero comercial titulado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y magíster en gestión cultural de la Universidad ARCIS.

Como escritor ha publicado con gran éxito de crítica y de lectores las novelas Fear (Mosquito Editores, 2007), Tan lejos. Tan cerca (Simplemente Editores, 2011), El rincón más lejano (Simplemente Editores, 2013)El pasado nunca termina de ocurrir (Mosquito Editores, 2016) y las nouvelles Siempre me roban el reloj (Mosquito Editores, 2014), El martirio de los días y las noches (Editorial Escritores.cl, 2015), además de los volúmenes de cuentos Sin besos en la boca (Mosquito Editores, 2008), los relatos y ensayos de Meditaciones de los jueves (Renkü Editores, 2013) y los textos cinematográficos de Reflexiones de la imagen (Editorial Escritores.cl, 2014).

Sus últimos libros puestos en circulación son las novelas Voces en mi cabeza (Editorial Vicio Impune, 2020) y Miedo (Zuramérica Ediciones, 2021).

Asimismo es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: La maestra de jardín (2014).

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