El viernes 17 de octubre partió en su viaje rumbo a la casa del Padre, una mujer y profesional excepcional, pionera femenina en el ámbito de la cátedra universitaria y de su disciplina, y quien forjó con su amor y dedicación inigualables al escritor que este jueves 13 presenta los poemas de su «Amor delirante».
Por Aníbal Ricci Anduaga
Publicado el 9.11.2025
Estos últimos años fueron diferentes, estabas con nosotros de otra manera, no esa voz comprensiva, sino una de niña cariñosa, nunca pudiste levantar la voz, subías una escala y expresabas un reclamo apenas audible, acostumbrada a preocuparte por los demás, como arquitecto proyectabas esos croquis hermosos, donde fuiste la última en abandonar la Facultad de la Universidad de Chile, durante los tiempos aciagos de la dictadura,
Con todo, eras una profesional de primera línea y ayudaste a crear la carrera de arquitectura en varias de las incipientes universidades privadas, aunque sin duda el mayor cariño fue con tu Universidad Tecnológica Metropolitana donde formaste a tantos alumnos en tu curso de dibujo arquitectónico.
Recuerdo tus caricias en la época de colegio, tantas veces estuve enfermo y me pusiste paños para bajarme la fiebre, defendiste mi penoso dibujo para técnico manual, era espantoso, pero yo era tu hijo y ese esperpento bajaría mi promedio.
Accediste a operarme de las amígdalas, me hubiera encantado asistir al funeral de mi abuelo Eugenio, pero con mi padre preferían que no llorásemos su partida.
Estuviste el día de mi graduación, tanto en el colegio como en la universidad.
Merecías esa partida plácida
Cuando quedé solo en ese departamento de calle Bulnes, la depresión, las alucinaciones psicóticas y me fuiste a buscar a México escondido en un hotel de calle Insurgentes. Bajaste mis revoluciones y disfrutamos una hermosa visita al Museo Antropológico, la arqueología maya y me llevaste al primer psiquiatra.
Fue muy triste que olvidaras tus años universitarios y nuestras conversaciones volvieran a lo cotidiano. Almorzábamos juntos tantas novelas, algunas de Juan Mihovilovich, de Sergio Infante y varias de Nicolás Poblete.
Me recostaba en tu regazo y leíamos por horas y me acariciabas el pelo como cuando niño. Ponías atención a cada palabra, de repente me quedaba dormido y me repetías la última línea. Leer trasladaba tu mente a algún lugar que parecías disfrutar.
Llegó la hora, mucho antes de que te enojaras o nos olvidaras, siempre tan dulce, merecías esa partida plácida mientras dormías.
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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) es un ingeniero comercial titulado en la Pontificia Universidad Católica de Chile, con estudios formales de estética del cine cursados en la misma casa de estudios (bajo la tutela del profesor Luis Cecereu Lagos), y quien también es magíster en gestión cultural de la Universidad ARCIS.
Como escritor ha publicado con gran éxito de crítica y de lectores las novelas Fear (Mosquito Editores, 2007), Tan lejos. Tan cerca (Simplemente Editores, 2011), El rincón más lejano (Simplemente Editores, 2013), El pasado nunca termina de ocurrir (Mosquito Editores, 2016) y las nouvelles Siempre me roban el reloj (Mosquito Editores, 2014) y El martirio de los días y las noches (Editorial Escritores.cl, 2015).
Además, ha lanzado los volúmenes de cuentos Sin besos en la boca (Mosquito Editores, 2008), los relatos y ensayos de Meditaciones de los jueves (Renkü Editores, 2013), los textos cinematográficos de Reflexiones de la imagen (Editorial Escritores.cl, 2014), las historias ficticias de Pensamiento replicante (Editorial Vicio Impune, 2025), y el texto de rasgos poéticos Amor delirante (Liz Ediciones, 2025).
Otros libros suyos son las novelas Voces en mi cabeza (Editorial Vicio Impune, 2020), Miedo (Zuramérica Ediciones, 2021), Pensamiento delirante (Editorial Vicio Impune, 2023), Vivir atormentado de sentido (Editorial Vicio Impune, 2024), y la recopilación de críticas audiovisuales Hablemos de cine (Ediciones Liz, 2023).
Aníbal Ricci Anduaga
Imagen destacada: Liliana Anduaga García y Jorge Ricci.

