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«Lemebel», de Joanna Reposi: El desafío al dedo enjuiciador

Si bien el largometraje -actualmente en cartelera- no es estrictamente un registro biográfico, ya que nunca hay mención a fechas en su desarrollo, es un buen reflejo de lo que el escritor fue: un filme cargado de detalles que se van entrelazando y presentando al personaje adolescente en diapositivas, y quien va tomando cuerpo y fuerza para comenzar a militar desde la performance y la literatura, en un relato cinematográfico de la teatral vida del narrador y que recorre sus últimos ocho años en este planeta.

Por Alejandra Coz Rosenfeld

Publicado el 6.9.2019

El documental Lemebel ganador ya de varios premios y reconocimientos como el Teddy Award al Mejor Documental en el Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale 2019), First Cut Award, en el Festival Internacional de Documentales de Santiago 2017, Premio del público Alphapanda, Docs in Progress, Visions Du Réel 2017 y Premio Sonamos, Work in Progress, Conecta 2017, es un documental sin dobleces ni pretensiones más allá de ser lo que se es: mostrar una cara de las millones que poseía Pedro Lemebel.

Dirigido extraordinariamente por Joanna Reposi y producido por Paula Sáenz-Laguna (Solita Producciones) logra llegar a la profundidad de la esencia de ese Pedro de los tugurios, obscenidades impecables y desollante literatura marginal, que formó el colectivo Las Yeguas del Apocalípsis junto a Francisco Casas, que se subió en pelotas a un caballo, se coronó con un cintillo de jeringas, se pinchó como bien confiesa entre risas, fue Frida Kahlo, sangró, se quemó y performó a sus anchas a lo largo de toda su existencia.

Si bien el largometraje no es estrictamente un registro biográfico, ya que no hay mención a fechas, es un buen reflejo de lo que Lemebel fue, un documental cargado de detalles que se van entrelazando y van presentando al personaje adolescente de diapositivas, quien va tomando cuerpo y fuerza para comenzar a militar desde la performance y la literatura. Es un relato casi teatral de la teatral vida de Lemebel que recorre sus últimos 8 años en este planeta.

Es un registro que expone esa atmósfera inhóspita e inquietante perteneciente casi exclusivamente a lo marginal, lo no dicho, lo callado, lo que significó ser maricón y pobre en un Chile bajo dictadura. La obra de Reposi anida y sugiere, no se entromete ni saca partido al morbo. Une cabos, hila fino dentro de ciertos detalles que marcaron la vida del escritor, artista y activista. Angustia a ratos, remece con la crudeza de las palabras y gestos. Habla de su vida de sobreexposición como estrategia performática, de sus escritos como punzadas de estómago, sin pelos en la lengua, Lemebel creaba a permanencia, uno nunca deja de escribir, aunque no escriba, siempre está escribiendo, decía, y los que escribimos sabemos que es así, es una rueda que no se detiene…

Lemebel escudriña en tabúes álgidos como la llamada peste introducida por los yanquis, habla de la mujer discriminada, de los abusos, del hijo que nació con el alita rota, de la pobreza, la carencia, de los círculos de mala muerte, de las malas muertes, de su amor por su madre de la cual dijo, aprendió todo. Se habla de esa parte que muere junto a ella, habla de su alcoholismo, de las drogas, de la enfermedad y de la sociedad chilena.

Lemebel fue uno de los iniciadores del movimiento queer en Chile y Latinoamérica, alentado a performar sobre su homosexulidad y la de otros, la libertad de género y los afectos. Hoy en día el término queer pertenece casi un movimiento político vinculado a la disidencia sexual y como respuesta a la problemática relacionada con el VIH/SIDA, tema en el que Lemebel nos arrastra y sumerge sin pudores en sus libros y en su forma de transitar por esta vida.

No fue necesario ensalzar nada de lo que Reposi narra, las palabras, conversaciones, humor y música que sostuvo con Lemebel bastaron para que cada imagen hablara por sí misma, con esas necesarias cadencias que permiten observar sin apuro cada fotografía y divagar en la fuerza de aquella mirada inolvidable y desafiante que quedó plasmada en el inconsciente colectivo de una sociedad que aún apunta con su dedo enjuiciador.

 

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Alejandra Coz Rosenfeld nace en Santiago de Chile, en 1972. Poeta, artista y terapeuta transpersonal, estudió letras y estética en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y arte en el Palazzo Spinelli, de Florencia, Italia. Ha publicado el poemario Marea baja (Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2017), y prepara su primer libro de relatos con el título tentativo de Las aguas de Neptuno y otros cuentos, y una segunda entrega de poemas, ya bautizada como La jabalina (Ediciones Filacteria, Santiago, 2019).

 

«Lemebel» (2019), de Joanna Reposi

 

 

 

Alejandra Coz Rosenfeld

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Lemebel (2019), de Joanna Reposi.

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