Icono del sitio Cine y Literatura

«Sayonara»: El adiós de la poesía

Este innovador y potente acontecimiento teatral es el resultado de una fusión entre lo dramático y la robótica, es decir, entre el arte y la tecnología: se trata de una obra compleja en su realización, debido a los factores y elementos que pone en juego al incorporar un sistema de última generación en su montaje (una androide dotada de expresiones faciales y de inflexiones vocales), aunque delicada en su puesta en escena, ya que las intervenciones poéticas de la humanoide dotan de un lirismo sobrecogedor a la pieza.

Por Jessenia Chamorro Salas

Publicado el 25.3.2018

Sayonara es una palabra japonesa que podría traducirse como “adiós”. Esta es la despedida de dos criaturas, una humana y una androide, cuyos cuerpos enfermos van llegando a los últimos giros de existencia.

Este innovador y potente acontecimiento teatral es el resultado de una fusión entre el teatro y la robótica, es decir, entre el arte y la tecnología. El proyecto nació de la conjunción del trabajo realizado por el destacado dramaturgo y director Oriza Hirata, miembro de la compañía teatral japonesa “Seinendan”, la cual ha desarrollado puestas en escena integrando robots; junto al ingeniero y profesor Hiroshi Ishiguro, responsable del Laboratorio de Telecomunicaciones Avanzadas de Japón, en donde creó el modelo androide Geminoid-F, el cual posee tanto expresiones faciales como inflexiones vocales, sin embargo, no se puede poner de pie ni caminar. Esta humanoide es la que, nombrada como Leona, co-protagoniza Sayonara, una obra compleja en su realización escénica debido a los factores y elementos que pone en juego al incorporar un sistema robótico de última generación; aunque delicada en su puesta en escena, ya que las intervenciones poéticas de la humanoide dotan de un lirismo sobrecogedor al montaje.

En una era pletóricamente digital, en donde el mundo está al alcance de un click, y un universo se esconde bajo la yema de los dedos, Sayonara es la evidencia clara de cómo se ha incorporado la tecnología – y la inteligencia artificial – a nuestra vida, ya sea en las comunicaciones, el trabajo, la salud e incluso en los afectos. Sayonara ahonda en la tecla más sensible de las máquinas, en ese rincón imposible de sus emociones, en donde los comandos preestablecidos colindan con la inteligencia autónoma, y un ser cuestiona su existencia al confrontarla con el destino.

La androide, a lo largo de este breve montaje de apenas media hora de duración, reflexiona profundamente sobre el sentido de la vida y su contribución en el mundo, cuál es su lugar y el lugar de los suyos en este mundo anti-utópico cuya humanidad parece desarraigada (en el pasado cercano ha caído una bomba nuclear). La muerte acecha tanto a Leona como a la humana a quien acompaña, Tania, quien padece una enfermedad que la va debilitando, mientras que la androide sufre los efectos del deterioro de su sistema operativo, el cual la ha transformado en un ser defectuoso, cuya función final será recitar poemas continuamente en el territorio asolado por la catástrofe.

En este sentido, la enfermedad y la muerte resultan temas fundamentales de Sayonara, obra que relata la despedida, el tránsito final de dos seres, una mujer y una androide que la acompaña y que se queda finalmente sola una vez que su dueña ha desaparecido, situación que la hace recitar nostálgicos poemas en donde expresa el rico mundo interior que posee, así como también, su inefable deseo por volver a su origen, por su familia y por regresar junto a ellos al terminar su tránsito funcional.

Leona repite versos, poemas, e intenta interactuar tanto con Tania como con el técnico que viene en su ayuda, sin embargo, cabe preguntarse si verdaderamente hay comunicación en aquellas interacciones, las que parecen incompletas sobre todo con el técnico, quien no comprende bien si la androide está descompuesta o funciona con normalidad.

¿Qué ocurrirá cuando los humanos nos exterminemos y destruyamos el planeta? Quedarán los versos eternos de una androide cuyo defecto operacional la hace recitar profundos poemas sobre la existencia, el destino, la vida y la muerte, con los que dará un alivio poético humano –en voz de una humanoide– a la desolada humanidad.

El valor de Sayonara radica en cómo expresa tanto la fragilidad de la existencia como la incertidumbre frente a aquella, cómo evidencia la condición sensible de todo ser enfrentado a la misma adversidad. Además, su fuerza radica en la combinación que realiza entre ciencia y robótica, ampliando el espectro de seres corporalizados que pueden poseer rol actoral sobre el escenario. De instrumento a protagonista, la tecnología se toma las tablas con Sayonara, obra que exhibe una propuesta innovadora, vanguardista pero a la vez en sintonía con el ritmo japonés, cuyas suaves y delicadas notas son distintas a las del teatro occidental.

Sayonara es la despedida de la poesía, la que se va para permanecer, para acompañar el fin de los otros permaneciendo intacta como un último reducto de la sensibilidad y de la reflexión sobre la existencia.

 

La fuerza de «Sayonara» radica en la combinación que realiza entre ciencia y robótica, ampliando el espectro de seres corpóreos que pueden poseer un rol actoral sobre el escenario, al utilizar un androide en su montaje

 

Ficha técnica:

Texto y dirección: Oriza Hirata
Asesor técnico: Hiroshi Ishiguro (Universidad de Osaka y ATR Hiroshi Ishiguro Laboratory)
Traducción al español: Matías Chiappe Ippolito
Elenco: El Android, diseñado originalmente por la Universidad de las Artes de Tokio, Makiko Murata y Yozo Shimada.
Android motion y voz: Minako Inoue
Director de escena: Koji Takeyoshi
Iluminación: Shoko Mishima
Subtítulos: Aya Nishimoto
Vestuario: Aya Masakane
Roboticista: Takenobu CHIKARAISHI (Universidad de las Artes de Tokio, Sitio de COI y Universidad de Osaka)
Producción: Sachiko Sawai-Nishio, Yuko Hayashi
Planificación y producción: Seinendan, Agora Planning Ltd
Cooperación sana: FUJITSU TEN LIMITED
Cooperación: Universidad de las Artes de Tokio.
Con el apoyo de la Agencia para Asuntos Culturales del Gobierno de Japón en el año fiscal 2017
Auspicio: Embajada de Japón

Funciones: Desde el 23 hasta el 25 de marzo de 2018, viernes a las 18:30 horas y a las 20:30 horas (en esta sesión con conversatorio «Arte y robótica»). Sábado y domingo a las 18:30 horas y a las 20:30 horas

Edificio A, piso 1, Sala A2 del GAM

Precios de las entradas: $5.000 Preventa general, $6.000 general y $3.000 estudiantes y tercera edad

Cada función tiene una duración de 30 minutos

Dirección: Avenida Libertador Bernardo O’Higgins Nº 227, Santiago Centro, Santiago, Chile

Para obtener mayor información del evento, revisar aquí.

 

Crédito de las fotografías: Centro Cultural Gabriela Mistral

Salir de la versión móvil