Dos existencias unidas por la actuación, compañeros de vida y de las tablas, figuras que dejaron impregnados sus nombres en la historia del teatro chileno y que bajaron juntas el telón en el acto final de sus vidas. Sus restos mortales ahora descansan en el Cementerio General.
Por Jessenia Chamorro Salas
Publicado el 9.3.2020
El adiós del célebre actor, dramaturgo y director teatral Alejandro Sieveking (1934 – 2020), fue por partida doble, ya que tan solo un día después, su compañera en las tablas y en la vida, la consagrada actriz Bélgica Castro (1921 – 2020), también falleció. La despedida de estas dos grandes figuras de la dramaturgia tuvo lugar en el Teatro Nacional, con cientos de asistentes del ámbito de la cultura.
La vida de Alejandro y de Bélgica se entrelazó a inicio de la década de los sesenta, el teatro fue el lazo que unió sus vidas durante casi sesenta años. Década álgida en cuanto a producciones dramáticas, de enorme experimentación y creatividad para aquella generación de jóvenes actores y dramaturgos que comenzaban a cimentar las bases del nuevo teatro chileno del siglo XX. Mientras Bélgica fue fundadora del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, Alejandro escribió una vasta lista de obras, muchas de las cuales fueron dirigidas por el recordado Víctor Jara.
Durante su trayectoria, Sieveking redactó más de cuarenta piezas dramáticas, entre las que destacan Ánimas de día claro (1959), La madre de los conejos (1961), La remolienda (1964), Tres tristes tigres (1967), entre otras. Además de su faceta como dramaturgo, Sieveking también escribió guiones de teleseries y las novelas La señorita Kitty (1994) y Bella cosa mortal (2007)
La producción dramatúrgica de Sieveking comenzó en la década del cincuenta, en el marco de los teatros universitarios, por ello fue contemporáneo a varios de los dramaturgos relevantes de la época, entre ellos Jorge Díaz, Egon Wolff, Luis Alberto Heiremans, Isidora Aguirre y Sergio Vodanovic.
La Dictadura y la censura tuvieron como consecuencia, además de las dificultades para desarrollar un teatro crítico del sistema (junto al asesinato de Víctor Jara) hicieron que Alejandro y Bélgica se autoexiliaran en Costa Rica, en donde su obra Pequeños animales abatidos, obtuvo el Premio Casa de las Américas de Cuba. Posteriormente, a mediados de la década de los ochenta, retornaron a Chile, retomando su vínculo con la escena teatral nacional y desarrollando sus carreras profesionales también en el cine y la TV.
Sieveking obtuvo en el año 2017 el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales, fue Miembro de la Academia de Bellas Artes del Instituto de Chile, y obtuvo varios reconocimientos tanto por su aporte al teatro y la cultura, como por su vasta y prolífica trayectoria, tales como el Premio APES a la Excelencia en 2007, y la Medalla a la Trayectoria por los 75 años del Teatro Experimental de la Universidad de Chile en 2016. Además, junto a su compañera Bélgica Castro, fue homenajeado ese mismo año en la segunda edición del Festival de Cine de La Serena.
Por su parte, Bélgica Castro también cultivó una destacada carrera en el mundo de las tablas tras su longeva vida, lo cual la llevó a ganar en 1995 el Premio Nacional de Artes de la Representación. Además de haber fundado en 1941 el Teatro Experimental, a fines de esa década se desempeñó como estrella de los radioteatros de la BBC de Londres. Y se mantuvo activa por más de setenta y cinco años, siendo su última obra la que su esposo y compañero Alejandro escribió para ella la comedia negra musical Pobre Inés sentada ahí en 2016. A inicio de la década del setenta, en compañía de la también actriz Ana González y otros artistas, realizaron un ambicioso proyecto teatral, el «Teatro del Ángel», activo hasta 1984. En 2001, le fue otorgado el Premio APES por su destacada trayectoria y su rol preponderante en la configuración del teatro chileno del último siglo.
Dos vidas unidas por el teatro. Dos compañeros de vida y de las tablas. Dos figuras que dejaron impregnados sus nombres en la historia del teatro chileno y que bajaron juntas el telón en el acto final de sus vidas. Sus restos mortales ahora descansan en el Cementerio General.
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Jessenia Chamorro Salas es licenciada en lengua y literatura hispánica de la Universidad de Chile, profesora de lenguaje y comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, magíster en literatura latinoamericana de la Universidad de Santiago de Chile, y doctora (c) en literatura de la Universidad de Chile. Igualmente es redactora estable del Diario Cine y Literatura.
Crédito de la imagen destacada: Radio Duna.