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«Colonia Dignidad»: Ese horror que el cine chileno elude (y teme)

La presencia de poderosos e influyentes clanes familiares en el corazón de la industria audiovisual local —involucrados de una u otra forma con las múltiples aristas de esta vergüenza anacrónica de la historia nacional—, han impedido que ese sector artístico que tanto reclama el apoyo del Estado para su desarrollo, cumpla con el mínimo deber creativo y ético —a causa de su rol público— de indagar en el esclarecimiento de una verdad especialmente dolorosa de la trayectoria republicana del país. En 2015, el realizador alemán Florian Gallenberger intentó retratar la «poética» criminal del enclave germano que se asentó en la región del Maule desde 1961, en un filme que contó con las actuaciones protagónicas de Emma Watson, Daniel Brühl y del fallecido Michael Nyqvist.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 2.10.2020

Se agradece que un director alemán, con capitales europeos, se haya interesado en llevar a la pantalla grande la espeluznante descripción de torturas y abusos cometidos dentro de Colonia Dignidad durante la dictadura del general Augusto Pinochet.

Esas buenas intenciones van aparejadas de un respetable presupuesto de $14 millones de dólares y un elenco de actores de renombre internacional.

Hay una adecuada continuidad de imágenes para introducir el contexto histórico, pero lamentablemente los diálogos no están a la altura de lo que requería una historia de este calibre. Los parlamentos resultan demasiado explicativos y el director renuncia a las elipsis y a una progresión más ágil de la narración.

Emma Watson no da la talla para el papel principal, como tampoco están a la altura Daniel Brühl (Niki Lauda en Rush de Ron Howard) y Michael Nygvist (protagonista de la saga Millenium).

Hay planos desafortunados del actor sueco en el rol de Paul Schäfer y su personaje resulta estereotipado. El jerarca de Colonia Dignidad no infunde miedo ni respeto, responsabilidad directa de una deficiente dirección de actores. El realizador renuncia al lenguaje gestual y las tres interpretaciones no adquieren el espesor necesario.

Quizás lo que más defrauda es que lo acontecido en ese centro de tortura se perciba menos importante que la huida de la pareja protagónica, convirtiendo a la cinta en un típico filme de escape, retratado con un nivel de emoción muy superficial donde se echan de menos flashbacks o alternancias de planos.

En resumen, la obra subvalora la real dimensión de ese lugar dentro de la dictadura chilena. Será mejor recibida por el espectador extranjero.

 

También puedes leer:

El negacionismo artístico de Colonia Dignidad: La gran deuda en DD. HH. del cine chileno.

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) es ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile y como escritor ha publicado las novelas FearEl rincón más lejano, Tan lejos. Tan cerca, El pasado nunca termina de ocurrir, y las nouvelles Siempre me roban el reloj, El martirio de los días y las noches, además de los volúmenes de cuentos Sin besos en la bocaMeditaciones de los jueves (relatos y ensayos) y Reflexiones de la imagen (cine).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Tráiler 2:

 

 

Tráiler 3:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: Un fotograma de Colonia (2015), del realizador germano Florian Gallenberger.

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