[Columna] «Viento trizado»: Una piedra angular en la poesía de las memorias culturales

El volumen del autor chileno radicado en Valdivia, Sergio Mansilla Torres —de próxima aparición por la editorial Al Aire Libro— sobrevuela con valor migrante las flores del mal, te intercepta, te «desescuda». Y, de maneras que solo quienes lo lean podrán describir, te acompaña en una aventura existencial.

Por Darwin Rodríguez Suazo

Publicado el 9.11.2021

Vientos trizados es un breve libro de 48 poemas, y su autor, Sergio Mansilla Torres (1958), es académico en la Universidad Austral de Chile, donde tuve el misterio de conocerlo.

Antes de abordar Vientos trizados (con la dificultad mayúscula de evitar el spoiler) quisiera contar en breve mi encuentro con Sergio Mansilla.

Yo estaba a mitad de camino del magíster en literatura de la Austral y ya era tiempo de comenzar a proponer alguna tema en serio sobre el cual tendría que escribir si acaso pretendía obtener el grado. Rulfo era una posibilidad, pero Rulfo me tenía agotadísimo. Y qué más podía decir yo que ya no lo dijera Rulfo.

En esas, una tarde me equivoqué de horario y, en los bosques de la universidad, me puse a leer Playback, de Egor Mardones, libro que hacía poquitos días me había llegado desde Tomé. Y así fue como pensé a Egor como un autor que debía ser estudiado (por ti, por mí y por todos mis compañeros). Presenté a Egor en clases sin mucho éxito. Pero no claudiqué.

Hasta entonces yo no sabía de la existencia de Sergio Mansilla. De a poco fui sabiendo. Fui sabiendo que era poeta también. Y que venía de regreso. Y se conocían con Egor.

Me anoté, entonces, en el curso «Poéticas del subalterno», dictado por Mansilla aquel semestre.

 

Fe sin trabajo es muerte

Para la primera clase debíamos leer una tonelada de textos. Justo yo viajé de Concepción a Valdivia y en esas seis horas leí todo. Así lo dije en clases y Mansilla me miró incrédulo, nunca lo olvidaré. Pero era cierto. Y es cierto también que Aimé Césaire me dejó temblando.

Y escuché a Mansilla hablar de poesía. Y tuve una sincera admiración por él. Ana Traverso mediante, Sergio Mansilla (que poco y nada sabía de mí) aceptó guiar mi tesis.

¡Y se vino encima la pandemia!

Quiero decir algo que todavía no sé cómo tomármelo. Antes de la pandemia y habiendo visto la seriedad y la rigurosidad de Mansilla, llegué a exclamar a los cuatro vientos: ojalá venga una pandemia que me encierre para poder escribir lo que voy a tener que escribir (siempre me he considerado un remolón, como Gabriela Mistral cuando dijo: «a mi me gusta que me den todo hecho, salvo las historias»), pero hay momentos cuando voy y me muevo y hago las cosas. O como dice Cristobal Gaete a lo Bruce Lee: fe sin trabajo es muerte.

Así, comenzamos con Mansilla un viaje a pura letra. Un par de envíos, correcciones que me dejaban como en curtiembre y un texto final que jamás pensé que podría llegar a ser de mi propia autoría.

Casi al final de ese torbellino, Sergio hizo una jugada de ajedrecista.

Compartió conmigo su libro Vientos trizados. Me pidió que yo fuera su editor. Y que por lo menos el libro saliera durante el 2021.

Y ahí voy: llevo un año leyendo ese libro y todavía me impacta. Pero ya está y ahora es mi turno compartirlo con ustedes.

 

Radiofonía cuántica

Vientos trizados intersecciona una piedra angular en la poesía de las memorias culturales. Con valor migrante, sobrevuela las flores del mal. Te intercepta. Te desescuda. Y, de maneras que solo quienes lo lean podrán describir, te acompaña.

No ahondaré en la posición de la obra poética de Mansilla dentro de una u otra tradición literaria. Solo puedo anticipar que el libro tendrá sus debidos comentarios en al menos dos espacios, donde esperamos poder presentarlo: en la Feria del Libro que organizará Artistas del Acero a principios de diciembre y en la Feria del Libro de la Universidad de Concepción en el marco de su Escuela de Verano durante los primeros meses de 2022.

También, ha confirmado su participación desde Estados Unidos, Marcelo Pellegrini (a quien aprovecho de enviarle un abrazo y mencionarle que pronto el libro estará en su pantalla).

Radiofonía cuántica

Y hágase la poesía.

 

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Darwin Rodríguez Suazo (Tomé, Chile, 1988) estudió sociología en la Universidad de Concepción y es magíster en literatura hispanoamericana contemporánea por la Universidad Austral de Chile. Desde las posibilidades de la narración breve, su quehacer también abarca la indagación literaria y la reflexión sobre la comunicación de masas.

 

Darwin Rodríguez Suazo

 

 

Imagen destacada: Sergio Mansilla Torres.