El largometraje del realizador estadounidense Len Wiseman es una adición a la reciente ola de filmes de acción, y el cual en el desarrollo de sus secuencias adopta una estética colorida e inverosímil, pero sin alcanzar a remozar en su factura audiovisual y dramática, tanto al género como a su franquicia madre.
Por Giorgio Kazdikian
Publicado el 13.6.2025
Para nadie es un misterio que estamos en una época de cambios. Esto también puede verse reflejado en el cine y en sus respectivos géneros.
Específicamente, uno de los cambios más significativos lo vemos en el género de acción, a partir del auge en la producción y recepción de las adaptaciones de cómics en la década pasada. Siendo evidente en las propuestas estilísticas de las obras de este género.
Así, tenemos los ejemplos de Nadie (2021), las últimas entregas de la saga Misión imposible, y esta nueva adición al universo de John Wick, Bailarina (2025).
La protagonista ha sido entrenada desde niña como asesina en la organización criminal Ruska Roma, después de presenciar la muerte de su padre. En efecto, Eve Macarro (interpretada por Ana de Armas) desafía y se enfrenta a las normas en busca de venganza.
Con todo, nos encontramos con un filme que replica la fórmula de sus antecesoras, con la diferencia de que plantea un enfoque femenino bajo el protagónico de la cubana Ana de Armas, a pesar de contar con un personaje tristemente plano debido a la pobre escritura del guion.
De Armas eleva el largometraje y se convierte en una estrella con su carisma e increíbles stunts. Con excepción de unas penosas apariciones de Keanu Reeves, las actuaciones son lo suficientemente convencionales para que la simple historia sea creíble.
Si bien la cinta puede ser vista como una historia independiente, bebe mucho de lo planteado en sus antecesoras y no se detiene a exponer conceptos o dinámicas que ya han sido explicadas en el pasado. Asimismo, tampoco añade nada nuevo al ya existente mundo de John Wick.
De la mano de una estelar Ana de Armas
El componente femenino de la película es tomado a la ligera, pues el personaje de Eve (Ana de Armas), no es más que una versión femenina de John Wick, aunque más débil e inexperta. Aparte de esto, se nota que no había una mujer detrás del proyecto, puesto que dicho componente no es esencial en la trama ni diferencial en las coreografías en los momentos de acción pura.
Las similitudes con el personaje de Reeves son visibles en las motivaciones y objetivos de Eve. Sin embargo, se siente en parte insustancial y un calco de lo que ha funcionado anteriormente, aunque sin ningún giro o aportación que la haga destacar.
Siguiendo el patrón de esta nueva ola del género de acción, la cinta cuenta con escenas cargadas de colores vivos y movimientos de cámara interesantes. No obstante, la fotografía suele ser irregular: hay momentos en los que destaca y otros, como el inicio del primer acto, en los que el uso del color y la iluminación son, en pocas palabras, cuestionables.
Mucho revuelo hubo sobre que Chad Stahelski, director de la tetralogía y futura quinta parte de John Wick, dejase el mando de la franquicia a Len Wiseman para que dirigiera esta nueva entrega.
En mi opinión, este último hace un trabajo que deja con un sabor agridulce, pues se puede apreciar, conforme avanza la obra, la forma en que esta va mejorando tanto en ritmo como en las mismas escenas de acción. Con una primera mitad bastante estándar y momentos de montaje algo incómodos, contrastados con una segunda parte con mucha más potencia y momentos de acción muy creativos y dinámicos que te dejan en sensación de éxtasis, y de que ha valido la pena ver la cinta.
Bailarina (2025), en resumen, es una adición a la nueva ola de películas de acción, adoptando una estética colorida e inverosímil, sin aportar nada nuevo al género ni a su franquicia madre. Cumple su función de entretener, siguiendo una historia tradicional y recicla elementos que han funcionado anteriormente. De la mano de una estelar Ana de Armas y un dispar Len Wiseman.
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Giorgio Kazdikian (Santa Marta, Colombia, 2006) hizo el Bachillerato Internacional Voramón en Barcelona, y actualmente estudia cinematografía en la Escuela Superior de Cinematografía y Audiovisuales de Cataluña (Universidad de Barcelona).
Apasionado por la narrativa visual, es director y escritor de cortometrajes como Gala (2024).
Tráiler:

Giorgio Kazdikian
Imagen destacada: Bailarina (2025).