[Crítica] «Las gratitudes»: Una novela deslumbrante sobre las emociones

La nueva obra dramática debida a la narradora francesa Delphine De Vigan es un texto delicado y profundo, con una prosa conmovedora, y la cual invita al lector a pensar sobre su propia vida y en relación al entorno social donde sus personajes se desenvuelven.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 20.1.2022

La memoria y las heridas. El paso del tiempo y la decadencia del cuerpo. Estos cuatro elementos parecen ser constitutivos de la existencia humana, del viaje que nos toca recorrer a cada uno de nosotros durante el tiempo que estamos vivos sobre la Tierra.

La autora francesa Delphine De Vigan (Bolougne-Billancourt, 1966) nos entrega una novela acerca de los años finales de vida de una anciana llamada Michka, cuyos últimos meses los pasa en un asilo para ancianos. Desde ahí, en ese lugar de exilio y de condena, nos vamos a enterar de una parte relevante de su existencia, de su pasado y de las heridas que está intentando sellar antes de partir definitivamente.

Delphine De Vigan,  escribió su primer libro, Días sin hambre, utilizando el pseudónimo Lou Delvig. En aquel relato se encargó de contar todo el sufrimiento vivido por la anorexia que la tuvo muy mal durante varios años.

Posteriormente, en el año 2011, luego de haber publicado una serie de novelas se lanzó con otro relato de tipo testimonial Nada se opone a la noche, una cruda y dolorosa narración sobre el suicidio, los estados depresivos y la locura de su madre.

Ha sido traducida a más de veinte idiomas, y su trabajo también ha merecido una serie de premios y de reconocimientos. Asimismo, De Vigan ha abordado una diversidad de problemas muy profundos y actuales como el acoso, la construcción de la memoria o el alcoholismo en los niños. Todos estos problemas los ha enmarcado dentro de las relaciones de pareja, la familia y la amistad.

 

Dolores que no se atienden

En las gratitudes, se habla de la vejez, sin embargo, esta etapa de la vida está absolutamente marcada por lo que sucede en la infancia de la protagonista, un elemento gravitante para la autora francesa quien reflexiona: «De adultos seguimos arrastrando su huella. Hay algo que se queda. Cuando fui madre imaginé que convertirse en adulto sería desembarazarse de esas huellas. Pero he comprendido que los dolores que no se atienden no cicatrizan».

Y esto se refleja de manera magistral en la novela, pues la anciana Mischka parece que no puede morir tranquila sin haber cerrado el ciclo de un acontecimiento de su infancia que la marcó profundamente.

Hoy es cada vez más común encontrar terapias psicológicas que apuntan a resolver los problemas de adulto indagando en la infancia, en como vivió el niño o la niña aquellos primeros años de formación, sobre todo en lo emocional, pues los flujos recibidos en aquella primera etapa, siguen resonando en la adultez.

“Miro a mis viejos, tienen 70, 80, 90años, me cuentan recuerdos antiguos, me hablan de épocas lejanas, ancestrales, prehistóricas, sus padres murieron hace quince, veinte, treinta años, pero el dolor del niño que fueron sigue ahí. Intacto. Puedo leerlo en sus caras y escucharlo en sus voces, apreciar a simple vista cómo palpita en sus cuerpos, en sus venas. En circuito cerrado”.

Las gratitudes (Anagrama, 2021) es un texto delicado y profundo, con una prosa conmovedora que invita al lector a pensar sobre su propia vida y el entorno social donde se desenvuelve.

Es una narración que no se cierra en el tema de la vejez, sino que por el contrario abre caminos hacia diferentes aspectos y situaciones, como son la familia, la memoria, la decadencia del cuerpo y por supuesto la niñez. Una vez más Delphine De Vigan nos entrega una novela deslumbrante, que logra penetrar hasta los rincones más delicados del lector.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«Las gratitudes» (Editorial Anagrama, 2021)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Delphine de Vigan (Getty).