[Crónica] Caso Vampiros Literarios: Las contradicciones democráticas del decano Alexei Vergara Aravena

La máxima autoridad de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha evitado pronunciarse públicamente frente a la imputación judicial que recae sobre el académico de la Escuela de Teatro que se encuentra bajo su tutela, Guillermo Calderón Labra —en su calidad de coautor del investigado guion del filme «El conde»—, pero sí lo ha hecho con vehemencia en otras coyunturas similares.

Por Enrique Morales Lastra

Publicado el 28.5.2025

«El arte nos recuerda que pensamos distinto, y vivimos distinto, y somos personas distintas, y que defender el espacio para recordar eso es, siempre, una defensa de la democracia. En esos espacios, espacios para opinar y disentir, para reflejarse o esconderse, la censura será siempre más dañina que cualquier mensaje. Que otras personas puedan también enojarse, sonreír, desestabilizarse, recordar que no pensamos todos lo mismo, que no somos iguales».

Con ese entusiasta alegato —publicado en la sección de Cartas al Director, del diario El Mercurio, en mayo de 2024—, el decano de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), el actor Alexei Vergara Aravena, intervenía en el encendido debate cívico ocasionado por la exposición «Una vida» del artista visual Arturo Duclos, en las instalaciones de Lo Matta Cultural en la comuna de Vitacura.

El férreo compromiso que Vergara Aravena afirma mantener con el sistema político propio de una democracia liberal (libertad de prensa, incluida, claro está), ha sido puesto a prueba con el desarrollo del denominado caso judicial Vampiros Literarios, el cual involucra como imputado a un subalterno directo suyo, el profesor de la Escuela de Teatro UC, el también actor y dramaturgo Guillermo Calderón Labra.

La llegada de Calderón —un famoso autor dramático— a la Facultad de Artes de la UC, en 2021, puede considerarse un logro personal de la gestión de Vergara, quien ejerce como decano desde 2020, luego de haber sido director de la Escuela de Teatro, por seis años consecutivos (2014 – 2020).

En efecto, los montajes de Guillermo Calderón son un clásico en la programación de la sala Teatro UC de la calle Jorge Washington en Ñuñoa, y las redes sociales de la Facultad de Artes celebran cada logro suyo en calidad de propio e institucional, tal y como ocurrió con el galardón que el académico obtuvo en 2023, junto al cineasta Pablo Larraín Matte, por su coautoría en el guion de El conde, durante el Festival de Cine de Venecia, en septiembre de ese año.

Hoy, ese libreto cinematográfico es objeto de una investigación penal, que conducida por la Fiscalía Local de Ñuñoa —después de ser ordenada por el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago—, busca esclarecer las semejanzas argumentales y de construcción de personajes, que existen entre el guion del montaje teatral Ya no sueño contigo Augusto (2004) —una obra del fallecido dramaturgo y pintor chileno Sebastián Venegas Novakovic—, y el festejado texto de la obra cinematográfica, escrita a cuatro manos entre Larraín Matte y Calderón Labra.

Todo nació por una querella interpuesta por la sucesión de Venegas en julio de 2024, un libelo acusatorio que emplaza a quienes resulten responsables por el posible delito contra la propiedad intelectual, en específico por la utilización de obras de dominio ajeno sin estar autorizado para ello, tipificado en el artículo 79 de la Ley 17.336.

Es decir, que uno de los principales premios conseguidos por la industria audiovisual chilena en el transcurso de su historia —tomen conciencia de esta situación, por favor—, se encuentra en tela de juicio a través de una causa de tipo penal, la más temida de las acciones procesales en el sistema judicial de nuestro país, por las hipotéticas condenas y el descrédito que estas implican.

Así, el Caso Vampiros Literarios involucra a una de las productoras audiovisuales más importantes de Sudamérica (Fábula), al cineasta chileno de mayor renombre internacional de la actualidad (Pablo Larraín Matte), y a un famoso dramaturgo (Guillermo Calderón Labra), quien es académico de la Escuela de Teatro de la prestigiosa —a nivel mundial— Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

Sin concesiones con Juan Emilio Cheyre

Los hechos descritos tienen inquieto y preocupado al decano Alexei Vergara Aravena: uno de los buques insignes de su gestión al frente de la Facultad de Artes UC, se encuentra cuestionado por uno de los más graves delitos que se le pueden imputar a un artista o académico de cierto renombre: el plagio.

Además, Vergara hizo un reconocimiento con bombos y platillos a la labor creativa de Guillermo Calderón en su cuenta pública de 2024 —en presencia del antiguo rector Ignacio Sánchez Díaz—, en una ceremonia donde celebró al modo de un logro institucional el premio al mejor guion en Venecia 2023, conseguido por el filme El conde, de la productora Fábula.

Con todo, el respaldo que el decano ha efectuado acerca de la labor como académico de Calderón —pese a la imputación judicial que pesa sobre él desde hace ya casi 1 año— contrasta con la actitud que tuvo en 2016 cuando el entonces también profesor de la UC, Juan Emilio Cheyre Espinosa, fue procesado por el encubrimiento de quince homicidios calificados en el denominado caso Caravana de la Muerte en 1973.

En esa ocasión, Alexei Vergara Aravena, junto a otros académicos de esa época, firmó una declaración que expresaba lo siguiente: «En el contexto del procesamiento judicial de Cheyre, valoramos que su renuncia haya sido aceptada por la Universidad y que dado estos y otros antecedentes en su contra, ya no siga siendo parte de nuestra comunidad universitaria».

Cabe anotar que recién a fines de 2023 Juan Emilio Cheyre fue condenado a firme por la Corte Suprema de Justicia a una pena de cinco años de presidio como cómplice, con el beneficio de la libertad vigilada.

Pero cuando el entonces director de la Escuela de Teatro UC (Vergara en 2016), valoró la renuncia del excomandante en jefe del Ejército de Chile, recién éste había sido sometido a proceso, y comenzaba para el en ese entonces investigador del staff del Centro de Estudios Internacionales, un largo recorrido penal.

Acerca de la situación judicial de Guillermo Calderón —quien ya declaró en calidad de imputado a fines del año 2024 ante la Fiscalía Local de Ñuñoa—, y haciendo las respectivas salvedades por la magnitud de los distintos casos de carácter público mencionados, el decano Vergara ha evitado firmar o hacer declaraciones al respecto, pero baste consignar que en la actualidad, el docente emplazado ejerce sin restricciones como profesor regular de la Escuela de Teatro UC.

Pero si bien la parte querellante del Caso Vampiros Literarios descarta presionar a fin de propiciar la exoneración laboral del académico imputado, le solicita a las altas autoridades de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a su Gran Canciller, el cardenal Fernando Chomalí Garib, y a su rector, el profesor Juan Carlos de la Llera Martin, que sigan de cerca y están atentos a las actuaciones (y omisiones) que el decano Vergara ha emprendido en relación a la situación de Calderón Labra, en especial desde noviembre de 2024, que fue la fecha cuando el profesor UC y dramaturgo, declaró ante la PDI.

En lo concerniente a este tema, el Diario Cine y Literatura dialogó con Antar Venegas Novakovic, hermano del fallecido autor y guionista de la obra Ya no sueño contigo Augusto, Sebastián, y víctima del llamado Caso Vampiros Literarios.

 

«Guillermo Calderón está al amparo de una institución poderosa»

—¿Le das algún significado político o de presión social al hecho de que Guillermo Calderón Labra, cuando declaro en calidad de imputado ante el fiscal, se haya presentado como «profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile desde 2021»?

—Guillermo Calderón es actor, dramaturgo, guionista y director teatral, pero ‘se sienta’ en el cuartel de la PDI a responder preguntas en calidad de imputado como académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es decir, al amparo de una institución poderosa.

‘Todo es estrategia’, escuché decir a alguien semanas atrás en una reunión. Y estas respuestas sin duda están bien diseñadas.

Piensa que Pablo Larraín, Juan de Dios Larraín y Guillermo Calderón respondieron las preguntas de la Fiscalía por correo electrónico.

Tienen suerte de al menos poder decir algo, mi hermano Sebastián esta muerto, sin posibilidad alguna de defenderse por si mismo, cuestión que le hubiese encantado.

En la declaración me llamó la atención una respuesta de Calderón, que es particularmente alambicada, llena de detalles cronológicos, muy completa.

Me pregunto, ¿a qué persona que se le atribuye participación culpable en un hecho punible tiene ese privilegio en Chile?

Su abogado le pasa las preguntas y le da dos semanas para redactar su versión de lo que pasó: ¡interesante!, Y todo esto bajo la tutela de su jefe y abogados. Me pregunto si a mi en la posición de Calderón y de Larraín me hubieran dado el mismo trato.

Estas cuestiones sin duda ‘significan’.

De una vez por todas deberíamos entender que todos somos iguales ante la ley, no te salva el apellido, ni tus amigos, ni el color de pelo, ni colectividad de la clase que fuere, ni tu traje, ni tu sueldo, ni tu currículum, ni tu partido político, nada.

 

«Mantener en el aula a un profesor de teatro imputado en un caso de plagio es al menos una decisión temeraria»

—¿Qué opinión te merece la disparidad de criterio que tuvo Alexei Vergara Aravena en relación al procesamiento penal de José Emilio Cheyre cuando era profesor de la UC en julio de 2016, y la que tiene ahora en su condición de decano, frente a su subalterno directo, el imputado docente Guillermo Calderón Labra?

—Parecen ser casos de envergadura y momento distintos, pero entiendo el vínculo.

En el mundo del arte la acusación de plagio es la más grave. Antes de hacerla hay que estar seguro. Nosotros, la familia de Sebastián, estamos absolutamente seguros de que la película El conde fue producida a partir de una adaptación de la obra de teatro Ya no sueño contigo Augusto.

Mantener en el aula a un profesor de teatro imputado en un caso de plagio es al menos una decisión temeraria. Imagino son decisiones complejas que acarrean responsabilidades. Existe la presunción de inocencia y también, a la luz del avance y antecedentes del caso, saber cuando actuar o no.

Imagino, por sentido común, que a los alumnos de teatro en algún momento les enseñan algo de propiedad intelectual. Eso, por ejemplo, me gustaría que alguien de la universidad nos lo aclarara.

¿Es posible que el profesor Guillermo Calderón realice esa clase en calidad de imputado por plagio?

Ignoro el análisis que hace Vergara de la situación. Nosotros sentimos y actuamos como familiares de un hijo y de un hermano cuya obra y espíritu han sido usurpados desde la oscura esquina de la impunidad.

Me pregunto qué piensa Alexei Vergara de nuestro hermano, del otro artista de este caso, del pintor, del escritor Sebastián, cuál es su sensibilidad con esta suerte que le ha tocado, más allá de la justicia y de sus verdades democráticas.

 

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La obra «Ya no sueño contigo Augusto» fue inscrita como propiedad intelectual en 2004

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Sebastián Venegas Novakovic

 

 

 

Antar Venegas Novakovic

 

 

Imagen destacada: Alexei Vergara Aravena y Guillermo Calderón Labra.