«Cuentos completos», de Roberto Bolaño: Las desproporciones de un talento genial

El volumen, recientemente publicado por Alfaguara, reúne sus cuatro libros de relatos: «Putas asesinas», «Llamadas telefónicas», «El gaucho insufrible» y «El secreto del mal», este último no terminado e impreso después de la muerte del escritor. Prologado por Lina Meruane, y en una cuidada edición, tenemos una buena puerta de entrada al universo del narrador chileno, porque para entender su sistema escritural, amplio en intertextualidad (al modo de un puzzle), hay que leerlo en su conjunto.

Por Joaquín Escobar

Publicado el 26.9.2018

Llevaba años sin leer a Bolaño. Alrededor de nueve, quizás un poco más. Nunca he sido amigo de las relecturas. Huyo de ellas, me asustan, me infunden pavor. Cuando los libros me gustan mucho, prefiero quedarme con la sensación de la primera lectura, me da pánico volver a leerlos y no sentir lo mismo. Cuando no me gustan, recuerdo la pereza de la primera oportunidad y los bostezos vuelven a abrazarme.

Esta primavera, volví a Bolaño. A la leyenda. Al de los libros robados. Al que vivió sin timón ni el delirio. Al que muchos consideran el mejor escritor de América Latina en los últimos cincuenta años. Recodaba pocos cuentos: «Sensini», «El ojo Silva», «Últimos atardeceres en la tierra» y algún otro del que olvidé su nombre. La sensación, al terminar el extenso volumen, fue extraña. Quizás no del todo cómoda ni condescendiente con el escritor, pues Roberto Bolaño es mejor novelista que cuentista: hay una diferencia sustancial entre la forma en que maneja un género y otro. Y si bien es cierto que tiene algunos relatos que son realmente brillantes, desproporcionados en talento, también hay un porcentaje de cuentos – no menor- que son insípidos, deficientes, carentes de originalidad.

El volumen, recientemente publicado por Alfaguara, reúne sus cuatro libros de relatos: Putas asesinas, Llamadas telefónicas, El gaucho insufrible y El secreto del mal, este último no terminado e impreso después de la muerte del escritor. Prologado por Lina Meruane, y en una cuidada edición, tenemos una buena puerta de entrada al universo Bolaño, porque para entender su sistema escritural, amplio en intertextualidad (al modo de un puzzle), hay que leerlo en su conjunto.

Gran parte de la literatura de Bolaño es autobiográfica. Se sitúa en el D.F, en el barrio de Blanes e incluso en un Chile que siempre le fue lejano. En Concepción transcurre Detectives, uno de sus cuentos más comentados por ser -supuestamente- una historia extirpada de su juventud. El relato es protagonizado por una pareja de policías, que en septiembre del 73, deciden no fusilar a un prisionero político que en el pasado fue su compañero de liceo. Supuestamente, Bolaño era el perdonado, y este momento se transformaría en el kilómetro cero de su exilio y de su escritura.

Los otros personajes que atraviesan los cuentos, son poetas y narradores que deambulan por lugares que nunca les pertenecen. Son sujetos móviles y sin patria que siempre andan buscando un algo. Pueden ser retazos de una ciudad perdida, de un pasado extraviado o de algún amor inconcluso, por lo mismo, sus páginas están pobladas de jóvenes poetas o detectives  que al estar siempre atrapados en un laberinto, tienen como brújula la figura de una búsqueda existencial.

Random House está reeditando todos los textos de Roberto Bolaño. Hace un par de lustros, con precios económicos  y una regularidad que se agradece, desfilan en las vitrinas de las librerías sus demoledores escritos. Quizás es el momento de volver, o quizás el de empezar a sumergirse en una prosa contundente y  maciza que no tiene intención de envejecer.

 

Joaquín Escobar (1986). Escritor, sociólogo y magíster en literatura latinoamericana. Reseñista del diario La Estrella de Valparaíso y de diversos medios digitales, es también autor del libro de cuentos Se vende humo (Narrativa Punto Aparte, 2017).

 

El volumen publicado por Editorial Alfaguara durante esta temporada (2018)

 

 

El escritor y crítico chileno, Joaquín Escobar

 

 

 

Crédito de la imagen destacada: Roberto Bolaño por la Radio Televisión Española (http://www.rtve.es).