[Ensayo] «Queer»: Las claves de un deseo incontrolable

En el prólogo del propio William Burroughs incluido en esta edición, el autor estadounidense pone énfasis en que el presente texto (publicado originalmente en 1985, pero escrito durante la década de 1950) corresponde a una novela de su periodo de abstinencia a las drogas, por lo cual su apetito sexual estaba muy activo.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 27.6.2025

El autor norteamericano William S. Burroughs (1914 – 1997) fue, sin duda, una figura descollante, o controversial, según el punto de vista con que se juzgue. Adorado por la generación Beat, padre espiritual de escritores de la talla de Allen Ginsberg o de Jack Kerouac.

Drogadicto a tiempo completo, asesinó a su esposa de un tiro en un confuso incidente mientras recreaban la escena de Guillermo Tell y la manzana; ícono de la contracultura estadounidense y novelista experimental, son algunas de las aristas de este creador excepcional.

En la década de 1950, Burroughs escribió una novela corta conocida como Queer. Obra que solo fue publicada en el año 1985.

La editorial Anagrama, en su colección Compactos, ha reeditado, la versión que se publicó en el 25 aniversario de esa edición. Este libro presenta el texto narrativo, una introducción del mismo Burroughs a la versión de 1985 y un estudio de Oliver Harris que aborda la novela y el prólogo del propio autor.

Además, esto se complementa con un apartado de «Notas» en la cual se pueden leer las correcciones al manuscrito de la novela.

La obra narrativa relata las andanzas de William Lee, alter ego de William Burroughs, que se caracteriza como un hombre ya mayor, de nacionalidad estadounidense, que vive en Ciudad de México, juntándose con grupos de compatriotas en los diferentes bares, a los que concurren aventureros, empresarios y estudiantes.

En uno de esos encuentros, conoce a Eugene Allerton, un joven estadounidense que trabaja medio tiempo como periodista y se dedica a frecuentar círculos sociales de la capital mexicana. Se enamora de él y le ofrece recorrer Sudamérica en busca de la ayahuasca (o yagé), una bebida alucinógena usada por indígenas latinoamericanos.

Según William Lee, distintos gobiernos están experimentando con sus componentes, para lograr controlar a la población. Con la excusa de encontrar el famoso elixir y sacar provecho de ello, recorrerán Ciudad de Panamá, Quito y Guayaquil.

Lo que la narración deja en el transcurso de las acciones, es la relación que se va dando entre ambos: la ambigua actitud de Allerton y el deseo que consume al viejo Lee.

 

Vigente y transgresora

La novela Queer es la segunda obra que escribió Burroughs después de Yonqui (1953) y aún tiene un estilo convencional, alejado de la experimentación formal que dominaría su escritura posterior, como se puede percibir, por ejemplo, en El almuerzo desnudo (1959), uno de los texto más originales escritos en lengua inglesa.

En el prólogo del propio Burroughs, este pone el énfasis a que su texto Queer, es una novela de su periodo de abstinencia a las drogas, por lo que su deseo sexual estaba muy activo. Entre los detalles que menciona, dice que nació como contraparte de su anterior texto, Yonqui, que aborda su adicción a los fármacos.

La historia de Queer es más tranquila, sutil y, sobre todo, más relacionada con los impulsos sexuales que mantienen atrapado el viejo Lee. Este comportamiento exacerbado, es atribuido al efecto de la privación voluntaria a las drogas.

No obstante, en el estudio que le dedica a la novela y al prólogo de Burroughs, Oliver Harris, autor de origen inglés, refuta varios de los argumentos con que Burroughs explica su relato. Según el experto, hay hechos que el veterano escritor vivió en el periodo cuando escribía el libro y que en su introducción omite. Pero que, para el estudioso, esclarecería parte de lo relatado en la novela.

Tales componentes biográficos, como que el relato estaría inspirado en la relación que Burroughs tuvo con un muchacho llamado Adelbert Lewis Marke. Cuestión que el autor norteamericano niega de manera rotunda.

Asimismo, el británico Harris destaca, por ejemplo, ciertos momentos de la narración donde el viejo Lee aborda temas que serán fundamentales en su obra venidera, como el discurso del control gubernamental a los individuos.

Y ese control, estaría no solo en los intentos de dominar a través de una droga, sino que también, en los cuerpos que, en esos tiempos, no podían mostrarse abiertamente en relaciones homosexuales pues estaba penado por la ley. De este modo, el autocontrol de William Lee sería una imposición social sobre un deseo incontrolable que consume al protagonista.

La lectura del texto narrativo se hace muy interesante con las distintas miradas que tienen el propio autor, años después de creado el relato, y el estudioso literario con sus teorías y revelaciones.

El término queer es un vocablo de origen inglés de significado amplio que hoy se utiliza para describir identidades de género y orientaciones sexuales que no se ajustan a las normas heterosexuales y cisgénero.

Además, el vocablo es usado por la comunidad LGBTQ+ como una forma de autoafirmación y desafío a las normas sociales tradicionales sobre género y sexualidad.

Sin embargo, en los tiempos que Burroughs escribió su libro, a comienzos de la década de 1950, la expresión era empleada de manera despectiva para denominar a hombres cuyo comportamiento se asociaba a la escena clandestina gay, que se comenzaba a popularizar en los bares en aquella época.

Por tal motivo, ninguna editorial quiso arriesgarse con la publicación del texto en ese entonces. De este modo, la novela fue guardada por su autor por décadas, hasta que finalmente apareció el año 1985. Pese a esto, Queer de William Burroughs mantuvo este hálito trasgresor con que fue concebida y, aun cuando tiene una brevedad narrativa evidente, desarrolla una sugerente construcción de personajes, conservando toda su vigencia.

Prueba de ello, es la traslación a lenguaje cinematográfico que hizo el año pasado el director italiano Luca Guadagnino, manteniendo el mismo título y protagonizada por Daniel Craig, en el papel de William Lee y Drew Starkey en el de Eugene Allerton. Realización audiovisual que fue muy aplaudida y que estuvo entre lo más destacado de la temporada cinematográfica.

 

 

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó asimismo el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).

 

«Queer», de William S. Burroughs (Editorial Anagrama, 2024)

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: William S. Burroughs.