[Ensayo] Walser y Musil: El erotismo como núcleo central de un retrato humano y social

Estos dos autores en lengua alemana y cuyo primer nombre es «Robert» conforman el entramado principal de su narrativa —si se exceptúa a Arthur Schnitzler—, sobre los tópicos del despertar sexual y el mundo de la adolescencia, pero ambos arrancados desde un fondo estético de corte naturalista.

Por Luis Miguel Iruela

Publicado el 20.9.2025

En un artículo reciente señalábamos la tensión sexual que subyacía en la cultura y en la sociedad de la Vieja Viena finisecular, circunstancia que catapultó la aparición del psicoanálisis y todo su desarrollo posterior.

Así, este contenido alimentó la producción artística de la época con la brillantez de Gustav Klimt y de su alumno Egon Schiele, por ejemplo. En literatura el sexo estuvo infiltrado en la novelística y en la poesía, muchas veces unido al expresionismo.

Pero hay dos autores en los que conforma el entramado principal de su narrativa, si se exceptúa a Arthur Schnitzler en el cual el erotismo es la parte nuclear de su retrato social y humano, arrancando de un fondo naturalista.

Dichos escritores son Robert Walser (1878 – 1956) y Robert Musil (1880 – 1942), quienes investigaron en especial el resbaladizo mundo del despertar sexual y de la adolescencia.

 

«Un enigma para mí mismo»

Robert Walser fue un novelista suizo de habla alemana, considerado por la crítica académica como un precursor de Franz Kafka. Su obra discurre con un manto de ambigüedad que invita a explayarse a los especialistas literarios hasta formular notables tonterías que funcionan como manidos tópicos culturales.

Lo cierto es que el autor padeció una grave enfermedad mental, al parecer una esquizofrenia, que influyó de manera definitiva en su visión del mundo y en su escritura. Es característica de su personalidad la actitud de inhibición y de abandono hasta la propia anulación.

En efecto, los últimos años de su vida los pasó internado en el sanatorio mental de Herisau de donde salía a pasear acompañado por el periodista suizo-alemán Carl Seeling. Las conversaciones entre ambos se recogen en el conmovedor libro de este último Paseos con Robert Walser. En uno de cuales sufrió un infarto extenso de miocardio que acabó con su vida el día de Navidad de 1956.

De Carl Seelig hay que subrayar que también se ocupó de cuidar de Eduard Einstein, el segundo hijo del genio y de su primera esposa Milena Maric. Padecía el vástago una forma grave de esquizofrenia por lo que vivió gran parte de su vida en el Sanatorio Burghözli de Zürich, dirigido por el eminente e histórico psiquiatra Eugen Bleuler.

Por cierto, el establecimiento sanitario donde trabajó asimismo Carl Gustav Jung. Parece, por tanto, que de la generosidad y sensibilidad de Carl Seelig (tenido por el primer biógrafo de Albert Einstein) no puede dudarse en absoluto.

La novela de Walser más explícita sobre el asunto que nos ocupa es Jakob von Gunten (1909), uno de los relatos más extraños de la producción centroeuropea.

Narrada subjetivamente por el protagonista adolescente tiene el aire de una ensoñación. Un tono poético morboso que desvela los sentimientos más escondidos, mostrando una tensión entre orgullo y obediencia, riqueza y pobreza junto con un deseo de anulación personal (como ocurrió en la realidad con el autor) y de degradación que se expone en el episodio de la camarera que le hace gastar los diez marcos a Jakob. Así como los amores idealizados por la maestra y su compañero Kraus.

Un capítulo aparte merece la descripción de la homosexualidad vivificadora del director del establecimiento educativo Instituto Benjamenta, donde transcurre la acción, por el protagonista asociado a la falta de amor de la citada maestra.

Contradicciones, masoquismo en la anulación y la obediencia. Amor rendido y tiranía apasionada de Jakob con el director, y sobre todo el deseo y el miedo de futuro son el horizonte de la novela que queda indeterminada y abierta, arrojándose en una aventura homosexual, pórtico de otras muchas.

En un pasaje, escribe Jakob: «Desde que estoy aquí, en el Instituto Benjamenta, he conseguido volverme un enigma para mí mismo». Y eso es exactamente la novela: un enigma.

 

La búsqueda de la identidad personal

Robert Musil es un escritor austriaco reconocido en la historia de la literatura por su enorme ficción El hombre sin atributos donde describe y analiza la sociedad vienesa imperial a la que alude como Kakania.

Conocedor por experiencia de la vida militar, debutó en la escritura con la novela Las tribulaciones del joven Törless (1906) en la cual registra las vivencias de un grupo de adolescentes en una escuela castrense, centradas en la peripecia secreta de un joven alumno.

Esta etapa vital se presenta como un desajuste entre la emoción y el pensamiento, como una combinación de voluptuosidad y filosofía expresadas al modo de un esfuerzo por entenderse entre sí en una serie de pasajes poéticos y confusos llenos de egocentrismo, y quizá no muy logrados.

Los compañeros desarrollan su adolescencia por medio del sadismo y el pseudomisticismo. Mientras que el protagonista trata de comprenderse a sí mismo fascinado por su propio proceso de crecimiento, los otros lo hacen empeñados en afirmarse dominando a los demás con prácticas sadomasoquistas realizadas en un ambiente homosexual. Se ha considerado este aspecto como un germen de la juventud nazi.

Hay también una sombra psicótica en las percepciones del «murmullo de los muros» y la oscuridad, así como en la forma de preocuparse por los números imaginarios. Y esto es exactamente lo que la novela muestra: la nostalgia de la adolescencia como la búsqueda de la identidad personal, es decir, del sentimiento narcisista por excelencia.

 

Robert Musil

 

 

 

 

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Luis Miguel Iruela es un poeta y escritor, doctor en medicina y cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en psiquiatría, jefe emérito del servicio de psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid), y profesor asociado (jubilado) de psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid.

Dentro de sus obras literarias se encuentran: A flor de agua, Tiempo diamante, Disclinaciones, No-verdad y Diccionario poético de psiquiatría.

En la actualidad ejerce como asesor editorial y de contenidos del Diario Cine y Literatura.

 

Luis Miguel Iruela

 

 

Imagen destacada: Robert Walser.