La cuarta pared de la intimidad en la exposición “Erótica 2” de Julia Toro (un texto crítico de Andrea Jeftanovic)

Con esta exposición la artista visual chilena ha logrado salir de las convenciones sociales, para crear una mirada de la sexualidad lejos de la culpa y de la abyección: estas fotografías tocan lo más íntimo del ser, el lugar mismo donde se desfallece. La muestra estará abierta hasta el próximo domingo 26 de mayo en la Factoría de Arte Santa Rosa, ubicada en el corazón del barrio Franklin de Santiago.

Por Andrea Jeftanovic

Publicado el 13.5.2019

La destacada fotógrafa chilena Julia Toro regresa con una nueva exposición, Erótica 2, con la curatoría del fotógrafo Rodrigo Gómez Rovira (director del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso, FIFV), en la Factoría de Arte Santa Rosa, hasta el 27 de mayo- con cincuentena de fotografías en blanco y negro que muestran la relación de la artista con el cuerpo y lo erótico. Además, esta vez se incluyen cinco pinturas inéditas en técnica acrílica, inspiradas en sus fotografías, un video que registra su proceso creativo y un texto sobre su método de trabajo que forma parte de sus cuadernos.

A medida que se recorre el conjunto de imágenes que componen la muestra subyace una pregunta: ¿Dónde está la fotógrafa? En cada una de las fotografías se logra tal intimidad que se sospecha si la imagen fue disparada automáticamente o si la artista fue una espía clandestina de la escena.

En sus fotografías Julia Toro logra el efecto de la cuarta pared, ese efecto propio del teatro en el que se acuerda una frontera invisible. La cuarta pared es un pacto entre los actores y espectadores para creer que lo que ocurre sobre las tablas es real. De este modo la artista, así como el director de teatro, prepara el setting y guía las interpretaciones, para luego retirarse y dejar que transcurra la ilusión. Pero en este caso no hay actores que ensayaron sino personas comunes y corrientes que hacen algo y se dejan registrar.

Sus retratados habitan al otro lado de esa pared imaginaria, pero no para separarse del público sino para seguir con sus gestos o acciones de la vida cotidiana como si no estuviesen siendo explorados. Y ese es el encanto de esta colección pues la intimidad es verosímil y no impostada, logrando momentos de alta sensualidad en un marco natural.

No deja de ser inquietante que la fotógrafa detrás de la mirilla sea una mujer. Estamos acostumbrados a que sea el ojo masculino el que registre la desnudez, el deseo, la provocación, lo obsceno. En la historia del arte ha sido el “ojo macho” el que ha cosificado el cuerpo de la mujer y el que ha articulado el lenguaje pornográfico. Acá, en cambio, es una mujer la se pone en el lugar del que mira, del voyeur, que escribe entrelíneas, deberíamos decir “entre-imágenes”, el guion de un cuadro lascivo. La audacia de Julia Toro es, además, la de ser una de las pocas fotógrafas que han trabajado el desnudo masculino. Torsos, genitales, nalgas, forman parte de esta muestra.

Julia Toro trabaja con cuerpos normales, mujeres y hombres de diversas edades, con carnes sin broncear. Cuerpos imperfectos en sus actos diarios como descansar, vestirse, mirarse en el espejo, maquillarse, besar, tener sexo. Destaca, en especial, la coreografía de los amantes, un beso sobre la almohada entre dos jóvenes coquetos, o la pareja que se enjabona en la tina o la que se deja llevar en medio de una escalera – tijera.

El amor y el deseo son una máquina ficcional, y en un punto, podemos decir que estas fotografías nos sugieren un relato acerca del flujo de las pulsiones. Se ha dicho, el deseo es una distancia entre lo que se desea y no se tiene, una disparidad entre lo que se quiere y se consigue. La fotografía recorre esa curva antes de la consumación.

También, en esta muestra fotográfica, hay espacio para el autoerotismo. Éste subvierte la estructura que supone a la sexualidad como una actividad de intercambio entre dos personas, y es así como seguimos una serie de imágenes de cuerpos complacientes, en gestos de autodescubrimiento, o bien la sugerencia de una orgía solitaria. La artista con su mirada sensible y entrañable pone en escena cuerpos desnudos sin develar más allá de lo necesario, respetando las zonas misteriosas, ese lugar entre lo sagrado y lo abyecto.

La artista ha logrado salir de las convenciones sociales, creando una mirada de la sexualidad lejos de la culpa y de la abyección. De esto modo, la desnudez es el primer punto de quiebre de la estructura cerrada, que en la vida diaria tiene el otro, y en especial, el compañero o compañera erótico/a. Estas fotografías tocan lo más íntimo del ser, tocan el mismo lugar en el que se desfallece.

Cada época histórica ha generado obras de arte -novelas, obras de teatro, poesía, pinturas, fotografías-, que construyen paradigmas amorosos y eróticos que trazan distintos mapas del deseo. ¿Cuál es la imagen del amor y del deseo en los últimos cincuenta años? Julia Toro nos propone una respuesta sublime con su “luz, cámara y acción”.

 

Erótica 2, estará abierta entre el 27 de abril y el 26 de mayo de 2019, en la galería Factoría de Arte Santa Rosa (Santa Rosa 2260, segundo piso, Santiago), en el corazón del céntrico Barrio Franklin.

 

Andrea Jeftanovic Avdaloff (Santiago, 15 de octubre de 1970) escritora chilena, es una de las autoras más destacadas en el panorama literario del país.​

Narradora, ensayista y docente, ha publicado las novelas Escenario de guerra y Geografía de la lengua y los volúmenes de cuentos No aceptes caramelos de extraños y Destinos errantes.

En el campo de la no ficción ha firmado el libro Conversaciones con Isidora Aguirre, el ensayo Hablan los hijos y el conjunto de crónicas reunidas bajo el título de Escribir desde el trapecio.

Estudió sociología en la Pontificia Universidad Católica de Chile (se tituló en 1994) e hizo un doctorado (PhD) en literatura hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos (2005).

Actualmente ejerce como profesora e investigadora de la Universidad de Santiago de Chile, y escribe regularmente sobre teatro para el diario El Mercurio de Santiago.

 

«Maqueta Erótica 2, página 13», de Julia Toro

 

Secuencia fotográfica que es parte de la muestra «Erótica 2», de Julia Toro

 

 

Andrea Jeftanovic

 

 

Imagen destacada: «Maqueta Erótica 2, página 6», de Julia Toro.

Crédito de las fotografías utilizadas: Julia Toro.