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«La madre de Frankenstein»: La nueva entrega del épico proyecto histórico y literario de Almudena Grandes

La premiada novelista madrileña acaba de lanzar el quinto tomo de su «Episodios de una guerra interminable», y en el cual aborda a través de la ficción, la condición de precariedad cultural y política que padecían las mujeres de cualquier estrato social, durante el período de la posguerra civil española.

Por Nicolás Poblete Pardo

Publicado el 21.7.2020

La madre de Frankenstein (Tusquets, 2020), de Almudena Grandes (Madrid, 1960), es la última entrega de su monumental proyecto “Episodios de una guerra interminable”, y aquí, Grandes se lanza de lleno en la representación de una sociedad bombardeada no solo por las literales secuelas y amenazas de la guerra civil (1936-1939, pero con la siniestra figura de Franco pululando hasta 1975), sino de una serie de discursos de vanguardia que comienzan a sacudir una nación que parece aún empantanada en un oscurantismo medieval.

Al final de esta magnánima novela Almudena Grandes, en una cita, revela que: “La madre de Frankenstein es una novela de ficción construida sobre hechos reales. Mi inspiración original fue, desde luego, la vida y la muerte de Aurora Rodríguez Carballeira, una realidad que parece un alucinante, incluso delirante, argumento de ficción”. Grandes se sitúa en una tradición literaria que destaca referencias que van desde la literatura gótica hasta las fundacionales narraciones de Víctor Hugo, Benito Pérez Galdós (especialmente su novela Fortunata y Jacinta), José Luis Santos y Carmen Martín Gaite, entre varios otros.

La madre de Frankenstein es una novela histórica que pone su foco en los años 50 en España; específicamente en el año 1954, cuando su protagonista, el psiquiatra Germán Velázquez, regresa a Madrid para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. La maleta que carga contiene otros traumas, como el de su mentor, Samuel Goldstein. Así, en la novela se entrecruzan textos relacionados con la biopolítica, la psiquiatría, el auge de los fármacos en los centros de disciplinamiento y control social, el rol de la religión.

Los conflictos son contrastados con las voces que protagonizan el relato, comandadas por el psiquiatra, por la parricida encerrada, y por María, enfermera que comparte un pasado afectivo y conflictivo con la asesina, en el mismo centro psiquiátrico. De este modo, las voces narrativas permiten sacar a la superficie un sinfín de demandas enterradas históricamente. Vemos esto con la historia de sobrevivientes y marginados (como el judío Goldstein, el homosexual Eduardo, también psiquiatra en el manicomio, y con la nieta del jardinero del centro, María).

El hecho de que Germán venga de Suiza amerita estas comparaciones. Suiza versus España es la dupla que marca las diferencias dentro de una misma Europa. Frente a la apertura de mente de Germán, por ejemplo, Eduardo dice admirarlo, y comenta: “No tienes ni idea de lo que opinan sobre la homosexualidad la mayoría de nuestros colegas españoles”. A continuación, nos enteramos de las adversidades vividas por Eduardo, quien a los quince años se ve: “inmerso en el furioso torbellino del fascismo español, un movimiento peculiar que se alimentaba a partes iguales de la fanática exaltación del macho y la lacrimosa devoción por los altares”.

Otras minorías obtienen voz a partir de los personajes de Samuel Goldstein (“judío alemán que había escapado por los pelos de las cámaras de gas”, una figura paterna cariñosa y protectora, prestigioso profesor de la Universidad de Leipzig, especializado en psiquiatría infantil y juvenil, antes de la masacre nazi), Aurora (quien, en exaltadas entradas, se dirige a sí misma: “Déjalo, Aurora, que te estás liando… Basta, Aurora, no te enredes en lo viejo y piensa en lo nuevo, que hay mucho que pensar”. En otra de estas entradas, confiesa: “Si siempre he sabido que no soy una mujer como las demás, que yo soy de otra época que sólo puede ser el futuro”. La escena de la destrucción de los muñecos de Aurora es inolvidable, así como el corolario que nos explica su situación: “Por mucho dinero que pagara, una mujer como ella, que estaba sola, que no tenía a nadie que la protegiera, que había ingresado en el manicomio porque un juez le había condenado a un porrón de años de cárcel, que no podía elegir dónde quería vivir, no era nada, no valía nada”. El lugar de la mujer, incluso el de una mujer socialmente privilegiada, es ese: el de la nada) y María Castejón. A través de ella, comprendemos otro ángulo sobre la segregación histórica en la que caen las voces minoritarias o subalternas, ignoradas por la versión oficial: “La historia de la nieta del jardinero era un minúsculo fragmento de la historia de España, un pequeño párrafo de un capítulo que nadie se atrevería a escribir en ningún manual, pero su verdad era tan grande como todas las verdades que nadie se atreve a contar en voz alta”.

La madre de Frankenstein también nos hace preguntarnos por la noción de patria cuando Germán decide quedarse en España, a pesar de todo, y no regresar a Suiza, un país que carga la sospechosa postura de neutralidad histórica. Pero quizá, más importante, es la atención que se dedica al estudio de la enfermedad mental como forma de control social, algo que Michel Foucault plasmó exhaustiva y convincentemente en su estudio Historia de la locura.

Una escena que queda en la mente es descrita por Germán cuando relata su encuentro con el ideólogo de la eugenesia fascista española, “creador de la teoría de que el marxismo era un gen perverso, intrínsecamente asociado con la inferioridad mental, que debía extirparse a toda costa, fusilando a sus portadores y arrebatándoles a sus hijos recién nacidos para entregarlos a familias intachables, que sabrían neutralizar su pésima herencia genética a través de la adecuada educación religiosa y patriótica”.

 

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Nicolás Poblete Pardo (Santiago, 1971) es periodista, profesor, traductor y doctorado en literatura hispanoamericana (Washington University in St. Louis).

Ha publicado las novelas Dos cuerposRéplicasNuestros desechosNo me ignoresCardumenSi ellos vieranConcepcionesSinestesia, y Dame pan y llámame perro; y los volúmenes de cuentos Frivolidades y Espectro familiar, y la novela bilingüe En la isla/On the Island. Traducciones de sus textos han aparecido en The Stinging Fly (Irlanda), ANMLY (EE.UU.), Alba (Alemania) y en la editorial Édicije Bozicevic (Croacia).

Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«La madre de Frankenstein», de Almudena Grandes (Tusquets Editores, 2020)

 

 

Nicolás Poblete Pardo

 

 

Crédito de la imagen destacada: Getty Images.

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