«Lazos perversos» («Stoker»): Lo infinito del aquí y el ahora

El filme del realizador surcoreano Chan-Wook Park —protagonizado por Mia Wasikowska, Nicole Kidman y Matthew Goode— es una pieza cinematográfica excepcional, y la cual equilibra contenido dramático con una visualidad delirante, perversa e inocente al mismo tiempo.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 15.6.2020

Nietzsche identifica a la voluptuosidad como uno de los tres males del hombre y la sublima a la categoría de “virtud”, que brota del alma poderosa a la que se corresponde un cuerpo elevado. Parecerá pretenciosa la comparación de las imágenes del coreano Chan-Wook Park (que datan de 2013) con el pensamiento crítico del filósofo alemán. “Voluptuosidad es, para los corazones libres, las delicias del jardín de la tierra, la rebosante gratitud del porvenir por el presente”. No es ninguna pretensión al encontrarnos con un desarrollo profundo del tema en esta película magnífica donde la voluptuosidad que va descubriendo su protagonista (India Stoker) va de la mano con una coherente edición de escenas, y la cual intercala imágenes de ensoñación con otras que van revelándonos la historia.

La aparición de un metrónomo que lleva el compás de la música surge como una advertencia casi literal de que la sensualidad logrará que el tiempo se detenga, nos hará disfrutar del regalo que significa el presente: tanto el regalo que recibe India para su cumpleaños (unos zapatos de taco alto en piel de cocodrilo) como el presente expresado en lo infinito del aquí y el ahora.

Todos los personajes van siendo presentados con el debido respeto, por la importancia que tienen en el desarrollo de la trama, y expresan fielmente las conexiones que irán completando el punto de vista de India, personaje principal indiscutido, cuya visión de la vida va mutando desde el mundo infantil hacia uno adolescente, más sensorial que se hace notar en sus nuevas interpretaciones a cuatro manos, donde la evocación de su tío Charlie (Charles Stoker) la hace llegar al éxtasis orgásmico. Hay un excelente desarrollo de la “pequeña muerte” tanto en la ejecución de piano como cuando se ducha para sobreponerse al asesinato de un muchacho de la escuela a manos de su tío.

Hay una complicidad mental con éste, que viene escapando del sanatorio Crawford, donde estuvo recluido por asesinar a su hermano pequeño cuando era un niño, y que luego tendrá implicaciones en la muerte de su hermano mayor (Richard Stoker), el padre de India, que la llevaba a cazar cuando niña, preparándola para un eventual futuro, con un rifle que tendrá un valor simbólico en el desenlace.

“Las montañas no son lugar para los débiles” (otra conexión con Nietzsche), se oye en un documental sobre las águilas que exhiben por televisión en la mitad del metraje. En efecto, India no es un alma servil, quizás sí un poco atormentada, y con el correr del rodaje se va transformando en una adolescente inquietante, más bien una cazadora que una presa (otra vez el filósofo alemán), que va aprendiendo a convivir con sus deseos de bondad y de maldad.

Al final las flores han cambiado de color, ya no tienen ese blanco mortecino sino un rojo furioso y apasionado.

Película excepcional que equilibra contenido con una visualidad delirante, perversa e inocente al mismo tiempo.

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) ha publicado las novelas FearEl rincón más lejano, Tan lejos. Tan cerca, El pasado nunca termina de ocurrir, y las nouvelles Siempre me roban el reloj, El martirio de los días y las noches, además de los volúmenes de cuentos Sin besos en la bocaMeditaciones de los jueves (relatos y ensayos) y Reflexiones de la imagen (cine).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: La actriz Mia Wasikowska en Stoker (2013).