«Liberalismo. Una cartografía», de Cristóbal Bellolio: La verdad no es absoluta

Este libro es una enciclopedia, un manual de clases, un texto pertinente para situarnos en torno a un sistema de ideas que ha tenido un relativo éxito en el mundo, y el cual debería estar en todas las bibliotecas de aquellos que gozan de la lectura, incluso de marxistas y de conservadores.

Por Alberto Cecereu

Publicado el 6.7.2020

La única y verdadera libertad se cumple plenamente en la muerte. Libertad, sin duda alguna, es un concepto conmovedor y al mismo tiempo peligroso, ya que en nombre de la libertad se ha creado lo contrario.

Por tanto, entendemos la libertad cuando tenemos sensación de límites. Los límites al cuerpo, al pensamiento, de propiedad o de desplazamiento. Límites que producen resistencia y por tanto nos obliga a formular una especie de ánimo de lucha.

No, la libertad no es un concepto nuevo. Los romanos acuñaron el término libertas, y antes, los hoplitas juraron morir por la libertad en vez de transformarse en esclavos. Bruto y Casio, proclamaron que en nombre de la libertad debían traicionar a César, en los idus de marzo.

Cristóbal Bellolio, escribe su libro (Taurus, 2020) en torno al sistema de ideas del liberalismo, que es propiamente contemporáneo. Y esa contemporaneidad tiene un problema, porque pareciera —como así lo identifica el autor— que el liberalismo es una gran familia intelectual de ideas, en cual convergen una serie de teorías, argumentaciones y posiciones morales, económicas y culturales. Es decir, el contexto aún es determinando en la configuración misma del liberalismo. Mismo pasa con el marxismo y el conservadurismo. En definitiva, estamos viviendo la Historia misma y sus respectivas veredas de construcción coyuntural.

Bellolio, dice en el comienzo que: “se suele sostener que todas las vertientes de esta gran familia se encuentran básicamente de acuerdo en rechazar tanto el paternalismo físico como moral del Estado”. A partir de ahí, es que el autor, hábilmente, se sumerge en las teorías liberales, para enseñarnos a jugar con argumentos mínimos en torno al liberalismo.

Una cartografía. Una enciclopedia. Un manual de clases. En fin, un libro pertinente para situarnos en torno a un sistema que ha tenido relativo éxito en el mundo. En la actualidad muchos de los planteamientos liberales han llegado a generar consenso en la sociedad occidental, e incluso más allá. Pero, hoy más que nunca, la libertad está en peligro.

Ernst Raupach, dijo: “Ser libre no significa nada; ganar la libertad, en cambio, es celestial”. Algo así, como crear el mundo propio a la usanza de un poema. Sin embargo, la libertad, según el dramaturgo Raupach, tendría un lado negativo. Por la libertad o siendo libre, puedo llegar a aniquilar al otro. Es en nombre de la misma libertad, sin duda, que se limita, se destruye y se anula la libertad del prójimo. Muy individuos podemos ser, pero ese individualismo puede ser tiránico.

De ahí que Bellolio, disecciona el liberalismo. Pasa por Smith, Rawls, Nozick, Rothbard, y una decena de autores que generan una miríada. Y esa disección, análisis y muestreo, lo hace para cuidar la libertad y el liberalismo. El autor advierte los peligros de esa lucha por la libertad misma y por eso que pedagógicamente nos genera los límites intelectuales. En esta pasada, construir límites, no es para quitarnos libertad, en este caso, de examen, sino para situarnos. Y está bien. Se lo concedo. Hablar de libertad y de liberalismo no es gratuito ni menos aún, para fomentar el campo de la idiotez.

Afirma algo que coincidimos: “el espectro ideológico es continuo y no representa compartimentos cerrados que no dialogan entre sí”. Incluso, afirmar aquello, es no sólo de todo sentido, sino que un imperativo ético del lenguaje. La verdad no es absoluta, no es única. No es cerrada, ni tampoco singular. Es plural, y no es una exposición ante la salvaje exterioridad. Decir, que existe una sola verdad —para nosotros un solo liberalismo— es como diría Michel Foucault, una especie de obediencia: “a las reglas de una policía discusiva que se debe reactivar en cada uno de sus discursos”.

Es esa policía discursiva, incluso de lo que dicen ser liberales, los que están amenazando la existencia del liberalismo, y de paso de una sociedad racional. El populismo, la revolución tecnológica, los nuevos autoritarismos, las crisis migratorias, las legitimidades rotas, y el cambio climático: hechos actuales que contribuyen y alimentan las policías no sólo discursivas sino también morales. Cristóbal Bellolio aborda aquello con definitiva lucidez.

Este libro es fundamental. Debería estar en todas las bibliotecas de aquellos que gozan de la lectura, incluso de marxistas y conservadores. En una de esas llegamos a coincidir que la libertad total, única y completa, se alcanzaría en la soledad absoluta. En la muerte, al final y al cabo. Pero acá la diferencia: los liberales no creemos en los absolutos.

 

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Alberto Cecereu (1986) es poeta y escritor, licenciado en historia, licenciado en educación, y magíster en gerencia educacional, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«Liberalismo. Una cartografía», de Cristóbal Bellolio (Taurus, 2020)

 

 

Alberto Cecereu

 

 

Crédito de la imagen destacada: Sebastián Utreras.