«Miedo», de Albert Plá: El espectáculo multimedial que explora en lo macabro

Este montaje es la evidencia clara de que el teatro puede recurrir a la diversidad de recursos que hay a su alrededor, dialogando con disciplinas distintas pero complementarias, que le pueden permitir elaborar una experiencia artística innovadora, visual, musical y tecnológica, y no por ello menos dramática, teniendo como foco la construcción de un espectáculo con una poética propia.

Por Jessenia Chamorro Salas

Publicado el 27.5.2019

El español Albert Plá es un destacado cantautor que dota a sus composiciones de carácter, con letras que irrumpen polémicamente, y además, es actor y actualmente protagoniza Miedo, espectáculo teatral multimedial de su autoría, bajo la dirección de Pepe Miravete, que se presentó exitosamente durante el mes de mayo en el Teatro Nescafé de las Artes.

Una pieza teatral que oscila entre lo lúdico y siniestro, entre lo ingenuo y lo perverso, y que lleva a las tablas un recorrido que tiene como eje articulador, el miedo, en sus más variadas formas y niveles, desde los miedos infantiles, a los miedos existenciales, pasando por miedos que rozan lo macabro y el grotesco.

El sello de este espectáculo es el formato audiovisual, que sobresale tanto por la incorporación de música y canciones –pese a no enmarcarse dentro del género “musical”-, como de textos teatrales que entablan juegos con el espectador, a modo de cuasi stand up, en donde Plá elabora monólogos con fuerte contenido irónico, narrativo y cómico, dando rienda suelta a su versatilidad vocal, al impostar la voz de un niño que relata con inconsciencia y normalidad una serie de desventuras; y a ratos, impostando una voz tétrica que horroriza al mostrar el interior oscuro que se esconde en nosotros.

Así como también, la utilización de recursos tecnológicos a través de las proyecciones visuales, cuyo carácter vanguardista apuesta por una nueva forma de pensar y crear un show teatral que no se cierra a ninguna expresión artística, pues combina una dramaturgia enérgica y vivaz, que recurre en muchas ocasiones al grotesco y la coprolalia para exacerbar su crudeza, con la proyección visual de un mundo absolutamente particular, en el cual convergen espacios poéticos, tecnologizados, surrealistas, y sacados de un cómic, por medio de una concatenación de imágenes vívidas con las cuales el protagonista, Albert Plá, interactúa como si fuese un personaje animado o el avatar de un videojuego, parte de un mundo que destila imaginación y que lleva al espectador a sumergirse en una frontera difusa entre el teatro, la animación y el arte.

El texto propone un viaje íntimo, a través del personaje de Plá, por todas las etapas del hombre, desde la niñez hasta la muerte y su posible continuidad; un proceso de crecimiento, madurez y deceso en donde, como espectadores, acompañamos al personaje durante el trascurso de su vida y el sinnúmero de desventuras que le ha tocado vivir, desde su más tierna infancia, llena de temores y con padres que lo abandonan, pasando por su solitaria adolescencia en donde inicia un periplo de equívocas decisiones que lo van convirtiendo en un hombre desalmado, hasta el final de su adultez, en donde va tomando conciencia de su vida y de lo valioso de disfrutar cada día, a modo del tópico carpe diem.

Miedo es un montaje que imbuye al espectador en una atmósfera sinestésica y emotiva, despertándonos y haciéndonos conscientes de los miedos que yacen en nuestro interior, como fantasmas dormidos que al despertar nos recuerdan lo frágiles que somos ante las vicisitudes del mundo, lo frágil que es nuestra estabilidad, e incluso, nuestra propia existencia.

Esta obra entrevé que los fantasmas del miedo habitan en nuestra mente, que se alimentan de nuestros pensamientos, los cuales son estados de alerta ante lo desconocido, lo que nos puede dañar, y el prejuicio hacia los otros. Como por ejemplo, el temor de los niños a la oscuridad, a los juguetes de noche, a quedarse sin sus padres; el temor al abandono, a la soledad, a un accidente, a la enfermedad, a la locura, a uno mismo, y a la muerte, entre otros miedos que recorre el montaje con ironía, humor, y tintes macabros.

Miedo es una pieza teatral híbrida, que recurre a efectos propios del cine de terror para asombrar y asustar a los espectadores, la oscuridad total, sonidos estrepitosos, canciones infantiles, figuras espectrales e imágenes de horror que aparecen abruptamente, con el fin de generar en los espectadores un estado de alerta ante la inminencia de lo desconocido y especular sobre aquello que vendrá. Recursos cinematográficos que dialogan con el histrionismo y versatilidad de Plá, quien no solo interpreta al niño y luego al hombre adulto, sino también, encarna en momentos a otros personajes, como la cruel madre que odia a su hijo y desea su muerte, entre otros.

Además, el montaje recurre a recursos extraídos de la literatura, a través de la alusión siniestra de los cuentos de hadas y la parodia del viaje del héroe al modo de una bildungsroman macabra, en donde el grotesco y la perversión resultan ser los aprendizajes mejor logrados por el personaje, quien finalmente se redime post mortem y valora lo vivido como un recorrido existencial que lo ha llevado al fin a un estado de paz en que el miedo ya no lo acompaña.

Miedo es la evidencia clara de que el teatro puede recurrir a la diversidad de recursos que hay a su alrededor, dialogando con disciplinas distintas pero complementarias, que le pueden permitir elaborar una experiencia teatral innovadora, visual, musical y tecnológica, y no por ello menos dramática y teatralizada, teniendo como foco la construcción de un espectáculo con una poética propia.

 

Jessenia Chamorro Salas es licenciada en lengua y literatura hispánica de la Universidad de Chile, profesora de lenguaje y comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, magíster en literatura latinoamericana de la Universidad de Santiago de Chile, y doctora (c) en literatura de la Universidad de Chile. Igualmente es redactora estable del Diario Cine y Literatura.

 

«Miedo» de Albert Plá se presentó con éxito hasta el domingo 26 de mayo en el Teatro Nescafé de las Artes de Santiago

 

Ficha técnica:

Idea original: Albert Plá.

Diseño de arte: Mondogo.

Música y canciones: Albert Pla y Raül “Refree”.

Visuales: Nueveojos.

Espacio sonoro: Judit Farrés.

Dirección: Pepe Miravete.

Escenografía: cube.bz

Iluminación: Russo.

Técnico sonido: Miquel Ruano.

Técnico video: Xavier Gibert.

Coordinación de producción: Diana Glusberg y Pedro Páramo.

Dirección: Pepe Miravete.

Duración aproximada: 80 minutos.

Edad mínima sugerida: 12 años.

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Javier Valenzuela.