La galardonada escritora chilena dibuja con esta entrega un mapa personal acerca de su relación con sus pares de género, y las experiencias propias y ajenas con las compañeras de ruta que la han inspirado en diversas circunstancias de su vida. Aquí, la narradora hace un llamado explícito a derribar cánones establecidos en ámbitos como la capacidad de gozo en la vida adulta y también en el amor, a través de reflexiones, anécdotas y poemas que configuran una pieza íntima, relatada con el estilo fresco y conversacional que la caracteriza.

Por Sofía Stark Bittencourt

Publicado el 21.1.2021

En un ejercicio de memoria y reflexión, Isabel Allende (1942), Premio Nacional de Literatura 2010 y Liber 2020 entre otros, publicó en noviembre pasado el libro Mujeres del alma mía (Plaza & Janés), un relato de estilo ensayo donde dibuja y expone un mapa íntimo sobre la relación que ha tenido con el feminismo a lo largo de su vida, las mujeres que han marcado e inspirado sus pasos; y que el amor y la capacidad de vivir con orgullo y arrojo son posibles aun cuando se acumulan los años y los cánones sociales dicen lo contrario.

Bajo una perspectiva madura y reflexiva relata su experiencia con el feminismo y viaja desde la infancia hasta el día de hoy inmortalizando hechos y circunstancias que define como sus primeros acercamientos.

Una figura importante —y la primera— es la de su madre, Panchita, quien además de ser su fuente de inspiración para la vida, también lo es para tomar conciencia de las diferencias de género, cuestionarse y atreverse a tomar el impulso para dejar a un lado modelos machistas y abrirse camino en un espacio con más igualdad de derechos.

En la etapa de la infancia y la adolescencia su abuelo aparece como sujeto significativo para enfrentar límites y convicciones de la época, un cómplice que reafirma su temprana visión sobre diferencias entre hombres y mujeres.

Allende es sincera y da espacio a la caída de creencias anteriores, “(…) he aprendido que la definición de víctima es alguien que carece de control y poder sobre sus circunstancias”.

A lo largo del relato —y por el cuál titula su obra— reconoce el impacto que ha significado para ella la vida y experiencia de otras mujeres tanto por su vida, arranque y trayectoria.

Aparecen su hija Paula, políticas como Michelle Bachelet, escritoras y poetas de la talla de Sylvia Plath, Virginia Woolf y Margaret Antwood, mentoras como su agente literaria Carmen Balcells, amigas de su vida, compañeras de trabajo, la activista británica y de origen somalí Warson Shire, artistas como la actriz Sofia Loren y Violeta Parra, y otras tantas mujeres anónimas que han reafirmado su feminismo.

No deja fuera los espacios donde ha tenido la posibilidad de empoderar e ir en la asistencia de las mujeres que sufren de violencia, mutilación, maltrato, guerras, migraciones forzadas y violaciones, permitiendo que los lectores abran los ojos a otras realidades muchas veces poco conocidas o que quedan eclipsadas en discursos culturales. De todas ellas, especialmente, le inspira la valentía para hacerles frente en escenarios hostiles y silenciosos.

Este repaso se transforma en un homenaje de alabanza hacia todas ellas, y el resultado evidencia lo que cree: que entre mujeres existe una fuerza poderosa cuando estas se unen con la solidaridad de por medio.

Sin profundizar de forma desmedida, expone el proceso de razonamiento para considerarse feminista, y cómo se percata de la necesidad de recuperar terrenos de libertad política, económica y social.

Orgullosa del progreso, pero cauta en lo que, a ojos de ella aún queda por delante, aplaude la aparición de movimientos que denuncian abiertamente el acoso y abusos sexuales a mujeres, como #MeToo y el colectivo Las Tesis.

Para Allende, no hay feminismo sin ruido, y lo compara con el mar, “es como el océano, es fluido, poderoso, profundo y tiene la complejidad infinita de la vida, se mueve en olas, corrientes, mareas y a veces en tormentas furiosas. Como el océano, el feminismo no se calla”.

El amor también está presente —no de forma romántica— y expone su propio cuestionamiento frente al matrimonio, la vida en pareja y las nuevas formas de relacionarse.

Apunta a la vanidad y a la vejez, donde cánones sociales y culturales han impedido vivir con libertad, sobre todo en la edad adulta, reivindicando en este punto la necesidad humana de vivir con pasión el amor y las aficiones independiente de los años.

Al tratar temas actuales, no podía quedarse fuera la pandemia por el coronavirus. En este punto exterioriza aspectos positivos y negativos de la crisis sanitaria a nivel global, da cuenta de patrones de conducta sociales que han llamado su atención y la magnitud histórica de este hecho, marcando especial énfasis en lo que está por venir después.

Es un libro breve e introductorio para quienes buscan familiarizarse con el feminismo desde un ángulo teñido por la experiencia. Se palpa, una vez más, el estilo narrativo fresco y relajado característico de Allende, sin olvidar las cuotas de humor precisas.

Mujeres del alma mía es un conjunto de memorias que bien podría ser una conversación —directa y personal— donde la experiencia particular es el mejor maestro. Una oda al feminismo y, ante todo, a las mujeres de la escritora.

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Sofía Stark Bittencourt (Santiago, 1992) es periodista y se ha desempeñado en diversas áreas de las comunicaciones. Dentro de sus intereses están los deportes, la literatura, el cine, los documentales y las series. Es la creadora del blog @tengoalgopacontarte.

«Mujeres del alma mía», de Isabel Allende (Plaza & Janés, 2020)

Sofía Stark Bittencourt

Imagen destacada: La escritora chilena Isabel Allende (1942).