«Ted Bundy: Durmiendo con el asesino», de Joe Berlinger: El silencio de los culpables

Basada en la historia real de un asesino serial cuyo desplante conmovió a la sociedad estadounidense de la década de 1980 (su juicio fue seguido por una gran atención mediática), el largometraje protagonizado por los actores Lily Collins y Zac Efron se estrena en las salas comerciales del país el próximo jueves 12 de septiembre.

Por Cristián Garay Vera

Publicado el 29.8.2019

¿Cómo vivir en la mentira? Ted (Theodore o Theo) Bundy (Zac Efron) encantador, con estudios de derecho, fue el prototipo del sueño americano que se transformó en pesadilla. Lo tenía todo, desde una ascendencia anglosajona, encantador, buena labia, y un amor innato por el público. Después de décadas, sin embargo, fue ejecutado por las leyes de Florida, y antes de morir confesó 30 asesinatos, muchos más de los que se le atribuyeron en la suma de otros siete estados como Washington, Utah o Colorado, desde donde se fugó con mas o menos esfuerzo.

Por eso hay que remontarse a los 70. Entre 1974 y 1978 varios asesinatos con rasgos comunes llamaron la atención. Este relato parte no desde el victimario, ni del policía, ni de las que sobrevivieron o sus familia. Sino del relato de su ex esposa, Carol Ann Boone, que es la que vive al lado del gran mentiroso y que da vida al libro de Kendall.

Es la sospecha de su propia mujer, a quien él trató con gran cariño siempre, la que origina la primera alerta. De ahí en adelante, y en cuidada reproducción de época, vemos a nuestro sospechoso alegando inocencia, mintiendo descaradamente, y al mismo tiempo generando comprensión y audiencia. Ted Bundy… es una película sobre el narcisismo de un criminal, que se mueve con igual soltura entre sus parientes, sus abogados y las cámaras de televisión. Aun sus argumentos más caprichosos y absurdos (la prueba concluyente fue un aspecto bastante nimio) eran colocados en su perspectiva bajo la sombra de la duda máxima, otras siendo parte de la presunción de inocencia y en otra, bajo la idea que el juicio de la prensa antecedía (indebidamente) el juicio criminal (aspecto teóricamente defendible, por cierto).

Un detalle inconexo en los primeros datos entregados por su ex esposa (el color de su WV Escarabajo) permite una cierta confusión, y alarga los remordimientos de quien supone puede ser el inocente. Es una larga tragedia, que no deja despertar ni vislumbrar el futuro.

Ted Bundy aprovechó los medios a su favor como nadie. Sin pánico escénico, supo sacar partido a que el suyo fue el primer juicio televisado: 250 periodistas, equipos de investigadores, y un jurado que podía ser vulnerable. Por algo el juez Convart dijo algo así como: «el show empezó», y el juicio fue eso, una extensa apología para él, tratando de convencer al jurado por sí mismo, de su inocencia. Por algo Bundy ha sido una leyenda entre los asesinos seriales

Ciertamente, Ted Bundy, con sus gestos teatrales, su persuasión y sus capacidades intelectuales pudo estar del mejor lado. Pero eligió, como dijo el juez, el lado oscuro. De el no salió, y cuando uno ve la película no puede sino reflexionar que el demonio tiene por primer atributo ser el padre de la mentira.

 

Ted Bundy. Durmiendo con el asesino. (Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile). Dirección: Joe Berlinger. Elenco: Zac Efron, Lily Collins, Kaya Scodelario y John Malkovich. 1 hora, 48 minutos. Estados Unidos. 2019.

 

Cristián Garay Vera es el director del magíster en Política Exterior que imparte el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, casa de estudios de la cual además es profesor titular.

Asimismo es asesor editorial del Diario Cine y Literatura.

 

Zac Efron y Lily Collins en «Ted Bundy: Durmiendo con el asesino» (2019)

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Un fotograma de la cinta Ted Bundy: Durmiendo con el asesino (2019), de Joe Berlinger.