«The Kindergarten Teacher»: Del talento y las frustraciones vitales

El filme es un brillante remake del que realizó Nadav Lapid en 2014. La realizadora Sara Colangelo escribe el guión y dirige este drama sobre Lisa, una maestra de parvulario cuya vida se altera al descubrir que Jimmy, uno de sus alumnos, es poeta. Sus dos protagonistas, tanto la veterana Maggie Guyllenhaal como el niño Parker Sevak están espléndidos en sus interpretaciones. La película está actualmente en cartelera en España.

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 26.4.2019

 

Preliminar

Colangelo se atreve a revisar una cinta muy bien considerada por la crítica y el público consiguiendo, a mi entender, mejorar el original. Lo logra gracias a que define más el personaje de Lisa que ahora contiene nuevos matices que le dan mayor profundidad. Además, la realizadora acierta de lleno en la elección de sus dos protagonistas, especialmente en el caso de Maggie Guyllenhaal, quien borda su personaje con maestría. Y es maestría el nuevo final de la obra ideado por Colangelo que es como un delicado haiku que invita a reflexionar.

Este artículo analiza los aspectos de los que trata el filme, para ello se explican con detalle escenas importantes como la de su final. Así, para los que no les gustan los spoilers, quizás sea preferible ver primero la película.

 

Los actores Maggie Gyllenhaal y Parker Sevak en «The Kindergarten Teacher» (2018)

 

Ahogar o cuidar

«Ama tu oficio, tu vocación, tu estrella, aquello para lo que sirves, aquello en lo que realmente eres uno entre los demás. Hazlo como si de cada detalle que piensas, de cada palabra que dices, de cada pieza que pones dependiera la salvación de la humanidad. Porque créeme que depende».
Joan Maragall

 

Lisa parece tener una vida feliz siendo maestra de niños y compartiendo el hogar con su esposo e hijos. La vemos asistir a un curso de poesía como forma de búsqueda de una expresión propia pero sus poemas no consiguen emocionar a nadie. Poco a poco nos damos cuenta que hay en ella una frustración que proyecta en sus dos hijos; le ocurre como a muchos padres que quisieran que los hijos rellenaran sus huecos, llegaran a donde ellos hubieran querido llegar.

Y tanto la chica como el chico son adolescentes que se rebelan, que quieren experimentar, que quieren vivir sus vidas y no las que desean los padres (en especial la madre a quien le gustaría que tuvieran vocación cultural o artística).

Va a ser en la escuela donde la frustración de Lisa se evidencie con mayor claridad. Entiendo que el cuidar niños es para la maestra una forma de cuidar su niña interior insatisfecha. Por eso cuando descubre que Jimmy es un niño poeta, Lisa se transforma y se obsesiona con él. El niño poeta le revive a la niña sensible desamparada que un día se ahogó en el llanto por falta de comprensión y apoyo, carencia desafortunadamente común en nuestra sociedad.

En su deseo de proteger-salvar al niño poeta, Lisa toma decisiones que exceden con creces su responsabilidad como maestra. Así se lleva a Jimmy sin el consentimiento paterno a una sesión de poesía para que recite sus bellos poemas. Y acaba huyendo con él abandonándolo todo rumbo al país vecino para iniciar una nueva vida donde niño y niña-mujer puedan expresarse con mayor libertad.

Pero Jimmy al darse cuenta de todo llama a la policía para que lo liberen de su secuestro, es entonces cuando Lisa deja claros sus motivos, deja claro lo que siente: “Este mundo te hará desaparecer. No hay lugar para ti en este mundo, para la gente como tú. En algunos años serás una sombra como yo», le dice, se dice a sí misma. Esas sinceras palabras son el preludio del final de la huida de Lisa.

La última escena de la película es de singular belleza, vemos como Jimmy se acerca cariñosamente a consolar a la desconcertada maestra ofreciéndole su mano que ella acepta. Tras lo cual suena con dureza la puerta, ha llegado ya la policía. Lisa se sobresalta, ese sobresalto lo entiendo como el miedo de su niña interior desamparada. Y una agente acompaña amablemente al niño al coche patrulla, Jimmy no le habla; es en el momento que lo sienta y cierra la puerta del vehículo cuando se inspira y dice: “tengo un poema”, pero ya nadie le oye.

Este final pone todo el foco en el incierto porvenir de Jimmy, el poeta. El padre está siempre muy ocupado y delega en empleadas su atención, la madre perdió la custodia y hace mucho tiempo que no lo ve (Jimmy la cree muerta).

Así, se entiende uno de sus bellos poemas dedicado a Anna, una mujer ideal que quisiera a su lado, una mujer que el niño dice sin mucha convicción que es la ayudante de Lisa en el parvulario (lo que decepciona profundamente a la maestra, ella querría ser Anna):

 

Anna es bella

Bastante bella para mí

El sol brilla sobre su casa amarilla

Pareciera una señal de Dios.

 

Jimmy solo tiene a su padre. Un padre que cuando Lisa intenta conseguir su apoyo para potenciar su don, le deja claro que quiere que su hijo triunfe; él (como tanta gente) entiende el triunfo como ganar dinero y poco más, así se lo explica: “Quiero que a mi hijo le vaya bien en la escuela, que sea listo pero también que tenga una vida normal, que gane dinero y sea práctico”. Con esta premisa se reduce el espacio para el poeta que hay en Jimmy, reducción que podría derivar en su asfixia. Así entiendo que lo ve-siente Colageno al mostrárnoslo solo encerrado en el coche patrulla diciendo su: “tengo un poema”.

Esa afirmación del niño puede evocarnos preguntas para reflexionar, diríase que esta es la intención de la directora. Preguntas tales como: ¿Alguien más le va a escuchar a partir de ahora?, ¿quién va a ayudar al niño sensible que es? ¿quién va a potenciar el artista poeta que late en él? Sabemos que no lo tiene fácil por su realidad familiar y por la desafortunada tendencia social a minusvalorar la sensibilidad.

La sensibilidad que a mi entender es la esencia del artista y que es como una flor delicada que requiere mucho mimo. Ojalá Jimmy encuentre en su vida a alguien que le ayude por él mismo y no como proyección propia (tal y como le sucede a Lisa). Ojalá no le encierren (o se encierre como autoprotección) el niño poeta que es y se asfixie al igual que le sucede a la maestra. Ojalá no sea así porque ese don suyo, ese poeta que es, necesita expresarse; lo necesita por el propio bien de Jimmy y lo necesita (tal y como bien expresa el gran poeta Joan Maragall en la cita del encabezado) para el bien de todos. La humanidad necesita personas que se amen, personas que se expresen desde sus talentos, personas satisfechas de sí mismas.

 

Jordi Mat Amorós i Navarro es pedagogo terapeuta por la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

La actriz Maggie Gyllenhaal en una escena de «The Kindergarten Teacher»(2018)

 

 

La realizadora Sara Colangelo

 

 

 

 

 

El trovador catalán Jordi Mat Amorós i Navarro

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Los actores Maggie Gyllenhaal y Parker Sevak en The Kindergarten Teacher (2018), de la realizadora estadounidense Sara Colangelo.