«Un grano de trigo»: La cruda realidad del colonialismo europeo en África

La novela más conocida del escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong’o se asemeja a un rompecabezas donde las voces particulares de los personajes se yuxtaponen y se complementan a través de la perspectiva de otros caracteres dramáticos, creando un tejido de historias personales, que convergen en el contexto de la lucha en contra del poder colonial o en favor de él.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 28.4.2019

Un grano de trigo (1967), es la novela más conocida del escritor keniano Ngugi Wa Thiong’o. Este título fue elegido como una de las doce obras africanas más importantes del siglo XX, lo cual ya es razón suficiente para animarse a leerla.

En 1977 Ngugi Wa Thiong’o fue encarcelado por el gobierno keniano por escribir una pieza de teatro en su lengua materna. Así recuerda el escritor este hecho:  “Fui detenido por una obra que hicimos en gikuyo, I will marry when I want (Me casaré cuando quiera). La obra fue prohibida por el Gobierno keniano en noviembre de 1977. Y el 1 de diciembre, policías armados vinieron a por mí a medianoche y me llevaron a la prisión de máxima seguridad de Kamiti (Nairobi)”.

El autor afirma que en prisión se preguntó por qué ocurría eso y confiesa: “Empecé a pensar en el tema de los idiomas, en la historia, el fundamento colonial de la desigualdad de poder entre las lenguas. Y me di cuenta de un fenómeno muy interesante: allá donde ha habido un poder colonial, la primera cosa que destruye o controla éste es el idioma de la gente. El idioma es crucial para el colonialismo y el imperialismo. Y quise escribir una novela en la cárcel en el idioma gikuyo (desde entonces abandonó el inglés como lengua de trabajo y escribe en gikuyo, su lengua materna) como ejemplo de mi resistencia. Y escribí mi primera novela, Devil on the cross (El diablo en la cruz), en papel higiénico”.

Cabe señalar que Ngugi Wa Thiong’o fue uno de los primeros prisioneros de conciencia que reclamó Amnistía Internacional. Después de salir de la cárcel se exilió en los Estados Unidos donde trabaja como profesor distinguido de inglés y literatura en la Universidad de California. Este autor ha estado en los últimos años en la lista de los posibles ganadores del Premio Nobel.

La estructura de Un grano de trigo se asemeja a un rompecabezas donde las voces particulares de los personajes se yuxtaponen y complementan a través de la perspectiva de otros caracteres dramáticos, creando un tejido de historias personales, que convergen en el contexto de la lucha en contra del poder colonial o en favor de él. En la novela están presentes desde el heroísmo hasta el miedo pasando por la traición y la complicidad o la aceptación resignada ante el poder y no es sino hasta el final en que tenemos una imagen completa de lo que la trama quiere contarnos.

La acción de la novela refiere al inicio de la rebelión del grupo Mau Mau (un hermano del autor se unió al movimiento) y en ella se narra el horror del estado de emergencia, de los campos de concentración, de las torturas y asesinatos, de las delaciones favorecida por la política de divide y vencerás con que el gobierno británico respondió al levantamiento guerrillero. La ficción literaria hace además repetidas referencias a Gandhi y a su lucha en la India que terminó con la derrota de los británicos, como un ejemplo a seguir para Kenia.

Sin embargo conviene no leer la obra solo como un relato político, pues es sobre todo una novela “de personajes”, en el sentido de que el autor crea unos personajes bien delineados y a través de ellos nos cuenta la historia de su país y de su etnia, de sus convicciones políticas; se trata de personajes de carne y hueso, con sus debilidades, sus ambiciones, sus traiciones y también su grandeza. Los roles cargan consigo una carga emocional que aflora en un momento determinado de la historia de Kenia.

Un grano de trigo es una obra cuya título está sacado del Nuevo Testamento; en el capítulo 12 versículo 24 del Evangelio de Juan, Jesús dice: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”.

El hecho mismo de que el título de esta novela se relacione con la Biblia obedece a circunstancias históricas, Ngugi Wa Thiong’o recientemente contó en una entrevista publicada en el periódico El País de España que el primer libro que leyó en su lengua materna fue el Antiguo Testamento que era el único volumen, además de los libros de texto, que estaba disponible.

En esa misma entrevista, a la pregunta expresa del periodista sobre si leyó el Antiguo Testamento como una obra religiosa el autor responde que no: “lo leí como un libro mágico. Los relatos eran tan mágicos, que nunca se olvidan. ¿Quién puede olvidar la historia de Jonás en el vientre de la ballena?”.  Además, el texto está salpicado de citas bíblicas y hace referencias constantemente a la religión.

Ngugi Wa Thiong’o ha escrito además El brujo del cuervo (2006) y numerosas obras de teatro y cuentos, unas memorias, y los ensayos Descolonizar la mente (1986) y acaba de salir en castellano su última novela titulada Las nueve perfectas.

Esta última novela, según el propio autor, es la primera epopeya en gikuyo. “Estoy muy orgulloso de eso. Las heroínas son las nueve hijas de Gikuyu y Mumbi (legendarios patriarca y matriarca, respectivamente, de la etnia gikuyo). Hablo de las primeras feministas en un mundo en el que las mujeres ya no dicen ‘No puedo hacer esto porque soy una mujer’. Creo que su liberación será la liberación de todos”, concluye.

 

Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

Una edición en castellano de la novela «Un grano de trigo» (1967)

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: El escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong’o (1938).