Desde el inicio el intérprete uruguayo nos sedujo con su elegante fraseo, digitación clara y precisa, al establecer contrastes sonoros y de estilo entre los distintos temas musicales que abordó en un recital dedicado a ejecutar obras de Mozart, Ravel y de Johannes Brahms.

Por Jorge Sabaj Véliz

Publicado el 5.9.2018

El experimentado intérprete uruguayo Homero Francesch (Kiev, 1986) se presentó en el Teatro Municipal de Santiago el viernes 31 de agosto de 2018.

El recital incluyó obras de los siglos XVIII, XIX y XX:

Wolfgang Amadeus Mozart, Sonata en Si bemol mayor, KV. 570 (1789).

Maurice Ravel, Miroirs (Espejos) (1905).

Johannes Brahms, Sonata en Fa menor, Op. 5 (1853).

Sonata en Si bemol mayor, KV. 570 (1789)

Desde el inicio nos seduce con su elegante fraseo. Digitación clara y precisa. Establece un contraste entre el tema, de notas más largas y el desarrollo de la partitura, con notas cortas.

Interpretación casi transparente que nos transporta a un estado superior. Los acordes en arpegios de la mano izquierda acompañan bien a la voz cantada de la mano derecha.

En el último número utiliza acordes y notas marcato. Interpretación deliberadamente percutida y de escalas bien definidas, con abundantes cambios dinámicos. Se mantuvo dentro de un rango que le aportó claridad y uniformidad a la sonata.

Miroirs (Espejos) (1905)

Noctuelles («Polillas»): Tiene una concepción de la obra que ejecuta de la A a la Z. Destaca los temas mediante el cambio de tempo. Apenas si hubo pausas. Crea distintas atmósferas.

Oiseaux tristes («Pájaros tristes»): Le da realce a la expresividad de la pieza, abundantes cambios rítmicos y dinámicos. Interpretación ligera y colorida. Final misterioso del segundo número, con una frase musical tres veces repetida.

Une barque sur l’océan («Una barca en el océano»): Empieza con amplios arpegios que luego se interrumpen por golpes de notas en el registro grave. De entre los arpegios surge un tema el que se pasea por toda la extensión del teclado. Combinación de tema y arpegios repetidos que se van desintegrando hasta desaparecer.

Alborada del gracioso: Tema español. Se divide en dos temas principales. El primero es más enérgico y de contrastes, el segundo de una introspección descriptiva. Es el número más extenso y de mayor desarrollo dramático.

La vallée des cloches («El valle de las campanas»): Nuevamente los arpegios reiterados. Rumores de voces que se pierden hasta desaparecer. Interpretación estilísticamente impecable. Técnica muy depurada, sin notas falsas audibles.

Sonata en Fa menor, Op. 5 (1853)

Temas expuestos en su desnuda estructura, con cambios dinámicos, fortes y pianos. Tal vez le faltó darle un hilo conductor a esa estructura, una intensidad común que unificara todo el movimiento. Algunas pocas notas falsas, sobre todo en los acordes fortísimo. Los arrebatos románticos de la época de Brahms, Schubert, Schumann y compañía no le son consubstanciales al intérprete.

Mecánico. Claridad en la exposición del tema. El tema nítido y sencillo surge como recordado, sin mucho énfasis, con una voz que crece de a poco hasta expandirse a toda su alocución y volver al sigilo. Con acordes en mezzopiano repetidos se cierra el número.

Una danza, un vals, comenzado con énfasis. Gran brillo en los acordes en forte. El tema intermedio canta con facilidad en el mezzoforte. Vuelve a la danza en forte para cerrar el Scherzo. Allegro energico. Trio.

Un tema con cuatro notas a la manera rítmica de la Quinta Sinfonía de Ludwig van Beethoven. El tema rítmico es reutilizado a lo largo del Intermezzo. Andante molto tanto en forte como en pianísimo.

 Finale. Allegro moderato ma rubato. Un tema más lírico se apodera del teclado y se desarrolla con variaciones. Escalas descendentes y re exposiciones del tema en crescendo. Termina con grandes acordes y arpegios en forte.

El ciclo Grandes Pianistas del Teatro Municipal de Santiago continua el próximo miércoles 17 de octubre, a las 19:00 horas, cuando el intérprete francés Jean-Philippe Collard se presente en el escenario de calle Agustinas y ejecute piezas de los compositores Piotr I. Tchaikovski, Sergei Rachmaninov y Modest Mussorgsky.

El pianista uruguayo Homero Francesch durante el recital ofrecido en el Teatro Municipal de Santiago

Tráiler:

Crédito de las imágenes destacadas: Marcela González Guillén, del Municipal de Santiago, Ópera Nacional de Chile.