Poemario «Siameses de sueño», de Andrés Torres Meza: Un grito desde la otredad

Absorber esta obra es como leer la novela «El obsceno pájaro de la noche», del escritor chileno José Donoso, pero hecho poesía, con la historia del “imbunche”, del ser extraño que debe enfrentarse ante una sociedad que está enferma y que no le reconoce -o, lo que es peor-, que lo legitima, pero en un contexto donde su humanidad le da exactamente lo mismo a esa comunidad.

Por Rodrigo Torres Quezada

Publicado el 5.9.2018

Siameses de sueño es un libro de poemas de Andrés Torres Meza. Editado por Filacteria el año 2017, es una obra que se pasea entre dos puntos: la ternura y la crudeza.

Los referentes que vienen a la mente al leer los poemas, van desde el disco Siamese dream de los Smashing Pumpkins hasta la película Freaks de Tod Browning. Tanto en aquel disco como en el filme, se respira esa atmósfera oscura que en cualquier momento puede romper en el caos. Y eso mismo está presente en los versos de Andrés Torres: un mundo preso por la “normalidad” que es roto por los “distintos”, una otredad que espejea nuestros propios monstruos internos. Es aquí donde el autor trabaja de forma quirúrgica e informada, dos conceptos: lo biológico y lo psicológico. Los seres deformes, los siameses, son lo que está mal desde el punto de vista del cuerpo, lo que no encaja con la perfección o la regla áurea de las formas. Además, representan el temor de la mente hacia aquello que nos parece desconocido o aterrador. Pero en este poemario, hay también un tono que juega con la ternura. Tanto así, que es pertinente hacerse la reflexión: ¿y si estos seres con sus cráneos malformados y cuerpos distintos, son en realidad lo normal? ¿Qué pasaría si fuésemos todos nosotros, con nuestras extremidades acordes a los libros de biología, los enfermos y anormales? Es entonces que aquí el autor plantea sus versos como una apología de la otredad. E incluso invita a estos distintos a no aparecer en esta sociedad, no porque sean horrendos sino porque son demasiado hermosos e inocentes para sufrir en un mundo donde lo que importa son las apariencias:

 

Vuelve a tu eterno líquido/sueño amniótico/

No vengas a la greña de éste/

MUNDO DE LOS APTOS.

(P.67)

 

Así, Siameses de sueño es como leer El obsceno pájaro de la noche de José Donoso, pero hecho poesía, con la historia del “imbunche”, del ser extraño que debe enfrentarse ante una sociedad que está enferma pero o no lo reconoce o, lo que es peor, lo reconoce y le da exactamente lo mismo.

Cada poema hace recordar la escena de El hombre elefante de David Lynch, cuando Merrick, tirado en el suelo, enfrentado ante una turba que quiere humillarlo y atacarlo, grita que lo dejen en paz pues él también es un ser humano.

Otra lectura de Siameses de sueño tiene relación con la realidad nacional, donde Chile se ve a sí mismo como un territorio perfecto pero sin aceptar su enfermedad. ¿En qué momento dicha enfermedad estallará? También este poemario es una analogía del proceso de creación: los monstruos que la mente creadora vomita, son reflejo de un malestar individual pero que a la vez es social. Son criaturas que la sociedad en su deambular cotidiano ahoga con el clásico pragmatismo capitalista pero que, al salir de la mente del artista, se convierten en gritos de rabia, desesperanza, pero también como una tenue línea de ilusión.

En conclusión, Siameses de sueño es una obra llena de simbolismos que juega con el gore y la inocencia, que despierta emociones contradictorias y sumerge a quien lee en una especie de líquido amniótico, enfermo y sucio, donde uno a la vez que se ahoga, sale renacido como en un bautismo poético. Pero aquí no hay un espíritu santo que baje en forma de paloma para realizar su bendición. No, aquí bajan unos monstruosos siameses, símbolos del andrógino primitivo de la alquimia, para intentar unir nuestras múltiples partes fragmentadas.

 

 

El poemario lanzado por Ediciones Filacteria durante 2017, pero que recién se distribuye ahora

 

Andrés Torres Meza nace en Santiago en Santiago de Chile, y cuenta con estudios en fotografía, literatura y bibliotecología. Actualmente deambula por la comuna de Padre Hurtado amparado bajo el ruido de Merzbow y Sonic Youth, entre la línea del tren y La Carbonera, antigua fábrica abandonada que abastecía a las viejas locomotoras con carbón. Ha publicado los poemarios: Tras la cúpula de neón un dios loco observa, Editorial La Polla Literaria (2014), Crónicas del Chakal, Editorial Los Perros Románticos (2017), Siameses de sueño, Filacteria Ediciones (2017), y el plaquette Cucarachas y otros cuentos, por La Maceta Ediciones (2018).

 

 

Crédito de la imagen destacada: Andrés Torres Meza.