Cine para tiempos de crisis: «Una mujer fantástica», una lección de empatía

El largometraje de ficción que ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2018, es una obra audiovisual que retrata a un personaje en la búsqueda interminable del respeto social y de la consecuente dignidad personal, frente a una sociedad indiferente y hostil como lo es la comunidad nacional chilena.

Por Carla Recabal Ramírez

Publicado el 4.11.2019

En el filme Una mujer fantástica de Sebastián Lelio se observan varios temas, entre los cuales destacan: el prejuicio frente a la transexualidad, esta como tal, la resiliencia y la dignidad, todos unidos de una forma prodigiosa.

Así, vemos como a partir de la muerte de Orlando (Francisco Reyes) se desencadenan sucesos que muestran al espectador el hilo conductor de la historia. Marina (Daniela Vega), que hasta ese minuto estaba gozando de felicidad y viviendo un mundo de ensueño, se topa con la nefasta realidad que le ofrece la sociedad, la incomprensión nacida del prejuicio.

Y es que se nos muestra la hipocresía a la cual puede llegar el ser humano, porque si bien la transexualidad es una condición que hoy en día se ve aceptada, la aceptación como tal se pone a prueba apenas conocemos a alguien transexual. Mero ejemplo de las distintas reacciones que tiene la gente que conoce a la protagonista a medida que avanza el filme. Por un lado están los que la rechazan, como Bruno y Sonia, por otro lado, los que se están acostumbrando a la idea y comprenden la situación pero se mantienen limitados, como Cabo y Antonia. Y los que ya no cuestionan, como Orlando, Alessandra y el marido de ella. Así, notamos que los más cercanos a la protagonista se han elevado al plano empático que Sebastián Lelio trata de enseñar a la sociedad, y que pone como punto de partida para sacar la connotación negativa en torno al cambio de género.

Ahora bien, se puede decir que existe un poco de justificación para quienes encarnan el antagonismo, pues ellos también sufren el luto, y son víctimas de lo que la sociedad misma a esquematizado, sin embargo no alcanza a cubrir la violencia psíquica y psicológica con la que tratan a Marina. El luto no es excusa para menoscabar la dignidad del otro, aun por muy causante que esa persona sea de la propia desgracia.

Entonces, llegamos a lo que Marina debe hacer, defenderse y mostrar su dignidad. Es en la escena donde Bruno va al departamento, la cual exhibe aquello con más precisión, ya que la protagonista le dice que él y ella son lo mismo. Pero, ¿a qué se refiere exactamente?, Bruno interrumpe la idea, y solo el espectador puede formularse el final de esa frase: «Somos seres humanos». Esta idea, además de trasmitirnos la lección para lograr el desarrollo de una sociedad justa, da la impresión de que Marina sabe cómo enfrentar la situación. Esto se refuerza cuando corrige su nombre y luego cierra la puerta.

Todos merecemos respeto de todos. En este caso a Marina se le menoscaba incluso desde la PDI con el pretexto de que es por su bien. Sebastián Lelio logra a través del guion, abarcar multiformas que hablan sobre la dignidad humana, y de cómo cada persona tiene derecho de modelar su vida ejerciendo su propia libertad y toma de decisiones. También, consigue mostrarnos la resiliencia a través de un retrato íntimo bellamente armado, con canciones que refuerzan el concepto y un montaje notable que dice todo casi de forma subliminal, como por ejemplo, que Marina está lista para el mundo, pero el mundo no está listo para ella, a pesar de que Orlando la hiciera sentir que sí.

Finalmente, podemos decir que se logra mantener el hilo conductor durante todo el filme. En ningún momento se duda acerca de lo que pasa. Y se sigue ordenadamente la construcción de la trama, de los personajes, y el ambiente. Se ve maestría en usos técnicos y recursos narrativos, llevándonos a la sublime sensación, de querer estar allí, apoyando a Marina y diciéndole que todo estará bien.

 

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Carla Recabal Ramírez (1993) nació en Santiago de Chile. Es comunicadora audiovisual por la Universidad de los Andes. Actualmente se dedica a la producción teatral y al apoyo docente en materias de análisis fílmico y guión.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: La actriz Daniela Vega en un fotograma de Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio.