[Columna] Shavuot: Educación y verdad frente a la era de la desinformación

Esta fiesta nos recuerda que aprender es una forma de construir comunidad, y que escuchar antes de juzgar —y  comprender antes de reaccionar— son actos profundamente humanos y necesarios, en un mensaje que nacido desde una tradición milenaria, tiene hoy más vigencia que nunca para todos quienes compartimos el desafío de convivir en un país tan diverso como Chile.

Por Dafne Englander K.

Publicado el 26.5.2025

Cada año, el pueblo judío celebra Shavuot, una festividad que conmemora la entrega de las tablas de la ley en el monte Sinaí.

Más allá de su dimensión religiosa, esta fecha —que en 2025 se celebrará desde la noche de este domingo 1 de junio hasta la jornada del próximo martes 3— representa un momento simbólico de enorme relevancia: la consolidación de un pacto colectivo basado en la ética, la educación y la responsabilidad. Una invitación a estudiar, a reflexionar y a vivir con conciencia.

Ese mensaje trasciende lo espiritual y cobra especial relevancia hoy. Estamos inmersos en una era donde la información circula a velocidades inéditas, pero no siempre con el cuidado que requiere. La inmediatez se ha vuelto la norma: se opina sin profundizar, se comparte sin verificar y se cree sin cuestionar. Muchas veces en vez de fomentar el entendimiento, las redes sociales se han convertido en escenarios de violencia verbal, desinformación y polarización.

Frente a esta realidad, en el espíritu de Shavuot nos recuerda que el conocimiento verdadero no nace de repetir lo primero que leemos, sino de buscar, contrastar y comprender. Educarse no es solo acumular datos, sino desarrollar criterio, pensamiento crítico y la capacidad de distinguir entre una opinión informada y una antojadiza, parcial y sin fundamento.

 

Una forma de construir comunidad

En un país como el nuestro, donde la crispación del debate público muchas veces se traslada al entorno digital, es urgente recuperar el valor de la educación como base de una ciudadanía más respetuosa, consciente y menos reactiva.

Así, es fundamental fomentar la educación cívica y potenciar las habilidades blandas: enseñar a leer entre líneas, a reconocer fuentes confiables y a pensar antes de emitir juicio. Porque cuando dejamos de pensar críticamente, abrimos la puerta al prejuicio, al extremismo y a la fragmentación social.

Shavuot nos recuerda que aprender es una forma de construir comunidad. Que escuchar antes de juzgar y comprender antes de reaccionar son actos profundamente humanos y necesarios. Ese mensaje, que nace en una tradición milenaria, tiene hoy más vigencia que nunca para todos quienes compartimos el desafío de convivir en un país diverso.

Que esta festividad nos inspire —más allá de credos o culturas— a valorar la educación como un camino compartido. Un camino que nos permite dejar atrás la confusión y acercarnos a lo esencial: la verdad, el respeto y la esperanza de construir un Chile más sabio, más justo y más unido.

 

 

 

 

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Dafne Englander K. es la directora ejecutiva de la Comunidad Judía de Chile.

 

Dafne Englander K.

 

 

Imagen destacada: Shavuot en Israel.