Concierto 1 del Municipal de Santiago: Con la elegancia de Alfredo Perl

El inicio de la temporada regular de este año del histórico escenario de calle Agustinas se escuchó marcada por las notas correspondientes a la ejecución del experimentado solista chileno, quien estuvo a cargo del concierto Nº2 para piano y orquesta, obra del compositor ruso Sergei Rachmaninov: atestiguado con la virtud del intérprete para llegar al corazón estético de los primeros acordes, por su buen uso del «rubato», y por el diálogo instrumental en contrapunto que estableció ante el sonido de la flauta traversa.

Por Jorge Sabaj Véliz

Publicado el 9.3.2018

El programa del Concierto 1 de la temporada 2018 del Teatro Municipal de Santiago, titulado por los organizadores «Ravel / Rachmaninov. Dos caras del Modernismo» nos situó en los primeros años del siglo XX, junto a la eclosión artística de la literatura y de la pintura, cuando dos compositores, el citado ruso Sergei Rachmaninov, y el autor francés Maurice Ravel crearon: el «Concierto Nº 2 para piano y orquesta, Op. 18», (1901), el primero; y la «Pavana para una infanta difunta» (1899, en versión para piano y 1910, con arreglo orquestal), además de «Daphnis et Chloé» Suites números 1 y 2 (1909-1912), el músico galo. La función de estreno (la cual se analiza en el presente texto) se apreció el martes 6 de marzo, a las 19:00 horas, en el proscenio del tradicional recinto capitalino.

El concierto abrió con la Pavana para una infanta difunta. La Orquesta Filarmónica tuvo un comienzo prometedor con un ataque en piano coordinado y el corno mostrando el tema principal, luego el tema fue expuesto por la sección de vientos de madera y desarrollado por orquesta de cuerdas. Destacó el sonido de la flauta traversa y el corno. Luego el motivo fue interpretado por los violines con acompañamiento de los chelos en staccato y dos arpas.

En general al director Konstantin Chudovsky le costó entrar a la atmósfera sugerida por Ravel debido a las diferencias de volúmenes entre cuerdas y vientos. Las transiciones no fueron fluidas.

A continuación fue el turno del popular Concierto Nº 2 para piano y orquesta, Op. 18 de Sergei Rachmaninov interpretado al piano por el solista chileno Alfredo Perl.

Desde el comienzo del primer movimiento, Moderato, el solista aporta el carácter de la pieza acompañado por el gran sonido de las cuerdas. Perl tiene la virtud de arribar al corazón del tema en las primeras notas. El sonido de los chelos apareció un poco duro. En general la orquesta se notaba poco receptiva a los cambios dinámicos. Es así como en la exposición del tema por las cuerdas el contrapunto del piano quedó en segundo plano. Los violines y trombones exhibieron belleza en su sonido. Buen uso del rubato por parte del pianista. Lo mejor del movimiento estuvo al comienzo y al cierre.

Nuevamente al inicio del segundo movimiento Adagio sostenuto, el solista nos introduce al corazón de la música formando un excelente contrapunto expresivo con el tema desarrollado por la flauta traversa, de gran desempeño durante toda la jornada. Correcta interpretación y entradas de la orquesta y del solista sumergiéndonos en la atmósfera del adagio.

El  tercer movimiento Allegro Scherzando, nos mostró a un Perl algo dubitativo en los acordes de fuerza, hubo algunas notas falsas, la orquesta acompañaba con la fuerza requerida. Los violines su lucieron con el tema y los bronces de fondo. La orquesta sonó vigorosa con un sonido imponente. Hubo algunas descoordinaciones de tempo entre el piano y la orquesta en la fuga. Los violines primeros y segundos expusieron bellamente el segundo tema en tanto que el solista destacó más en los pasajes introvertidos, tanto en los a capella como en  los con orquesta. La segunda fuga se escuchó más ordenada. Gran sonido de conjunto para el cierre de la orquesta, al solista le faltó un poco de energía.

En el bis a capella Perl nos brindó una versión referencial, tocada con elegancia y lirismo, llegando al centro evocativo de la Sonata en Fa menor de Giuseppe Doménico Scarlatti.

Después del intermedio fue el turno de la Suite Nº 1 de Daphnis y Chloé.

Tuvo un comienzo sobrio con la flauta traversa, la trompeta y el clarinete. Sonido profundo y bien dosificado de la orquesta, brillante sonido de bronces. Se unificaron las distintas secciones orquestales tanto rítmica como dinámicamente. Las variaciones en los volúmenes fueron efectivas. Buen cierre de la percusión.

En la Suite Nº 2 de Daphnis y Chloé se pudo escuchar lo mejor de la velada. Por ejemplo un bello sonido en crescendo de cuerdas con intervención de las flautas. Bien violas y flautín en sus solos. La dirección supo mostrar los distintos colores de la Suite, los diversos timbres y efectos orquestales. Nuevamente descolló la flauta traversa por su bello sonido y fraseo musical. Las cuerdas acompañaron en forma correcta, el director manejó espléndidamente los diversos tempos y cortes, reforzados rítmica y dinámicamente por la percusión. Se extrañó haber escuchado la misma versión pero con coro.

La temporada de presentaciones orquestadas 2018 del Teatro Municipal de Santiago prosigue los días 13 y 14 de marzo con la puesta en escena del Concierto 2: «Claroscuro. Mozart / Shostakovich».

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En el debut de la temporada 2018, la Orquesta Filarmónica de Santiago fue dirigida por su conductor titular, el maestro ruso Konstantin Chudovsky

 

Tráiler:

 

 

Crédito de las imágenes: Marcela González Guillén, del Municipal de Santiago – Ópera Nacional de Chile