[Crítica] «Atacama fantasma»: Nada desaparece para siempre

En cada episodio de su sugerente texto, el autor chileno Cristóbal Marín mezcla hechos históricos con relatos de acontecimientos personales, por lo cual las páginas de este libro avanzan de forma rápida y entretenida, en un relato argumental que es a la vez un cruce de varios géneros: ensayo, novela y autobiografía.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 17.7.2023

El desierto es una tumba que esconde recuerdos y secretos para aquellos que saben buscar y apreciar las huellas de quienes murieron ahí. Además, es una suerte de museo al aire libre, que tiene a la vista de todos, los vestigios de una época dorada que ya no existe.

Lo que hace el licenciado en filosofía Cristóbal Marín es navegar, en este mar de arena que es el desierto, a través de varias historias de distintos personajes con el propósito de exponer como el pasado sigue susurrándonos al oído los acontecimientos que pensábamos ya habían desaparecido para siempre.

¿Qué significa una momia? Pareciera que se pregunta en alguna parte el narrador, y no da respuesta alguna pero uno puede conjeturar: una momia, es la clara manifestación de un hecho y un deseo.

Por un lado, es la constatación fáctica de la muerte y sus calamidades y por otro, es el deseo de vivir eternamente. Es el anhelo de la humanidad de no tener límites físicos y existir de manera permanente como un observador. Todas las culturas de la humanidad han desarrollado mitos, leyendas y ceremonias en torno a este deseo.

 

Un libro melancólico

El desierto de atacama parece ser un receptáculo de restos de seres humanos cuyas historias desaparecieron en silencio y en el más absoluto anonimato. Es así como los restos que anteriormente habían sido encontrados por arqueólogos, este autor los toma y desarrolla sus historias y sus vidas, casi como personajes de una novela.

No es menor este tipo de trabajos pues lo que hace es especular a partir de ciertos datos y desarrollar los más variados e interesantes relatos.

Los restos de las salitreras, algunos de ellos hoy convertidos en atractivos turísticos, son mudos testigos de nuestra historia, pues se mantienen en pie como un reflejo de lo que alguna vez fue una industria productiva y a la vez miserable para quienes trabajaban en ella.

Además, y otro elemento destacable de esta narración son la descripción de los muchos cementerios esparcidos por el desierto, con tumbas que albergan cuerpos que no sabremos jamás de quienes fueron y como murieron, pero que nos hace situarnos en ese estado que el propio autor describía en las primeras páginas, la melancolía.

Pasar por esta vida desapercibido es un acontecimiento que no deja de provocar cierta tristeza por lo fugaz que parece ser todo. Sin embargo, como alternativa tenemos el viaje y la escritura, además por supuesto de la lectura, como formas de huir a la soledad y a ese estremecimiento que nos provoca nuestra propia desaparición.

En definitiva, Cristóbal Marín, en cada episodio nos va mezclando hechos históricos con relatos de acontecimientos personales, por lo que las páginas de este libro van avanzando de forma rápida y entretenida. Un relato que es a la vez un cruce de varios géneros: ensayo, novela y autobiografía.

Gracias a esta combinación de técnicas narrativas, el texto parece fluido y permite a sus lectores dar una vuelta por un espacio territorial, el desierto, que siempre es admirado y temido, pero que también es un baúl lleno de secretos y de vidas mínimas que han desaparecido para siempre, o que están esperando ser encontradas por alguien, a fin de volver a la plenitud corpórea en las páginas de un libro.

 

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«Atacama fantasma», de Cristóbal Marín (Debate, 2023)

 

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Cristóbal Marín.