El filme de los hermanos Danny Philippou y Michael Philippou es una experiencia intensa: aterradora, emotiva y dolorosamente humana, con una interpretación magistral de Sally Hawkins y una dirección firme, los realizadores australianos demuestran que no sólo entienden el terror, sino que también saben dotarlo de significado estético.
Por Giorgio Kazdikian
Publicado el 7.8.2025
Los hermanos australianos Danny y Michael Philippou comenzaron su carrera haciendo vídeos en internet, con los que alcanzaron gran popularidad y reconocimiento. Ese éxito les abrió las puertas de la gran pantalla hace dos años, con su ópera prima Háblame (2023), una cinta independiente aclamada por su originalidad dentro del género del terror.
Este agosto llega a los cines Devuélvemela (2025), película que consolida la maestría de los Philippou en el formato.
La trama sigue a dos hermanos, Andy (Billy Barratt) y Piper (Sora Wong), una adolescente ciega, que, tras la repentina muerte de su padre, son acogidos por Laura (Sally Hawkins), una nueva madre que oculta un terrible secreto.
Uno de los mayores aciertos de la cinta es su ritmo: desde el primer minuto sumerge al espectador en una tensión constante, que crece sin pausa a medida que aumenta el frenetismo y la gravedad de la situación en la que viven los protagonistas.
La relación entre Andy y Piper se siente auténtica y convincente. Se quieren y lo demuestran con gestos genuinos, pero la película evita caer en lo cursi o en artificios que exageren la fortaleza de su vínculo.
Por otra parte, la indiscutible estrella de la película es Sally Hawkins en el papel de Laura: una mujer despiadada y verdaderamente aterradora, tanto por lo que es capaz de hacer como por la amenaza constante que representa para los protagonistas.
Al mismo tiempo, ofrece una interpretación profundamente desgarradora, sustentada en la sólida construcción de su personaje: una madre dispuesta a cualquier cosa con tal de escuchar a su difunta hija pronunciar «mamá» una vez más.
Los límites del horror corporal
Esto lleva a otro elemento destacable del guion: su carácter trágico. No solo se trata de una historia oscura repleta de momentos que mantendrán al espectador al borde del asiento, sino que también es una película profundamente triste, tanto por la precaria situación de los hermanos como por el pasado desafortunado de Laura.
Asimismo, la mitología presentada en los primeros minutos del metraje —y fundamental para el desarrollo de la trama— está sólidamente construida y deja la sensación de querer saber más.
En el apartado visual, la cinta experimenta con múltiples movimientos de cámara y representaciones gráficas de alucinaciones o flashbacks bastante interesantes y creativos, funcionando como herramientas narrativas que aportan un valor estético notable.
Cabe destacar que la película cruza los límites del horror corporal en un par de escenas particularmente brutales que, en mi opinión, están narrativamente justificadas. Aun así, harán pasar más de un mal rato a los espectadores más aprensivos.
Un detalle especialmente destacable es la forma respetuosa en que los hermanos Philippou abordan la discapacidad sensorial que padece Piper. En ningún momento la reducen exclusivamente a su condición, ni esta se utiliza como recurso sentimentalista.
Su ceguera es parte de su vida, pero su personaje está lleno de matices, alejándose del enfoque trágico que suele acompañar a este tipo de representaciones en el cine.
En definitiva, Devuélvemela es una experiencia intensa: aterradora, emotiva y dolorosamente humana. Con una interpretación magistral de Sally Hawkins y una dirección firme, los hermanos Philippou demuestran no sólo que entienden el terror, sino que también saben dotarlo de significado.
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Giorgio Kazdikian (Santa Marta, Colombia, 2006) hizo el Bachillerato Internacional Voramón en Barcelona, y actualmente estudia cinematografía en la Escuela Superior de Cinematografía y Audiovisuales de Cataluña (Universidad de Barcelona).
Apasionado por la narrativa visual, es director y escritor de cortometrajes como Gala (2024).
Tráiler:

Giorgio Kazdikian
Imagen destacada: Devuélvemela (2025).