[Crítica] «El micronomicón»: Los días vertiginosos y aterradores

No es común encontrar en la literatura chilena libros que se arriesguen con narraciones de estas características estéticas, pues el peso de la tradición, sobre todo la que proviene desde la rama borgeana de la creación ficticia, asusta y disuade a una escritura como la que propone en las páginas analizadas, el autor y periodista nacional Daniel Carrillo.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 21.8.2022

Lo fantástico y misterioso son dos de los elementos que se encuentran presentes en todos y cada uno de los microcuentos que componen el volumen El micronomicón (RIL editores, 2022) del escritor y periodista chileno Daniel Carrillo (Valdivia, 1981), quien además ha sido reconocido con diversos premios literarios.

En el presente trabajo su apuesta está centrada en mezclar elementos de la realidad con situaciones asombrosas y que sumergen al lector en mundos o acciones nada frecuentes de nuestra realidad.

La lectura de este texto es un permanente vaivén entre dimensiones que se cruzan o fuerzas invisibles que están acechantes:

«Vivo en una ansiedad constante, como si mi existencia estuviera amenazada a cada momento, a cada suspiro. Los días vertiginosos y aterradores, me agotan con su peso de pecados inconfesables y cada noche me duermo como si realmente cayera justo en medio de la muerte», y es que parte de las inquietudes que nos va transmitiendo este libro es el temor a lo desconocido y a la muerte, esa estación final a la que todos vamos a llegar, y que de una u otra forma atormenta nuestras vidas.

 

El gusto amargo de la finitud

Este tipo de relatos nos dejan siempre el gusto amargo de estar frente a nuestra finitud, ese absurdo existencial con el cual debemos cargar.

La extensión de los relatos varía, sin embargo, son muy pocos los que superan una página, incluso hay algunos de una sola línea. Asimismo, tal cual esta variedad de longitud, es la calidad de cada una de las breves historia la que prevalece, pues si bien es cierto que a nivel global El micronomicón suma antes que restar, hay microcuentos que caen en una obviedad abismante.

La inclusión de imágenes de cuadros que retratan cuerpos muertos o de figuras sufrientes, contribuye al tono horroroso que se le quiere dar al texto.

De esta forma, no es común encontrar en la literatura chilena libros que se arriesguen con este tipo de narraciones, pues el peso de la tradición, sobre todo la que proviene de la rama borgeana de la creación ficticia, asusta y disuade una escritura como la que se atestigua aquí.

Sin embargo, y a pesar de las irregularidades de este último libro de Daniel Carrillo, su lectura aporta con balsámicos momentos de sorpresa y asombro, como lo que sucede en el último cuento llamado «Orlok», donde un niño pide un inocente deseo que se le cumple:

«Luego todo quedó oscuro, como si la extinción de esas catorce flamas diminutas hubiera borrado por completo la luz del mundo, mientras un bulto sin forma avanzaba a duras penas hacia la sala, arrastrándose en cuatro patas».

En definitiva, El micronomicón es un libro compuesto de cien microcuentos cuya lectura nos asombra y sumerge en momentos de terror, asombro y de reflexión.

Se trata de una apuesta arriesgada, que a pesar de ciertos momentos en que la calidad literaria desciende algunos peldaños, su lectura igualmente nos arroja al pozo del miedo, y al misterio y de nuestras peores pesadillas.

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por esta última Casa de Estudios superiores.

 

«El micronomicón», de Daniel Carrillo (RIL editores, 2022)

 

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Daniel Carrillo.