[Crítica] «En verano»: Las existencias de los otros

La lectura de esta obra del escritor noruego Karl Ove Knausgård —con la cual cierra su nueva saga titulada como «El cuarteto de las estaciones»— es un baño de revelaciones que emociona y nos sitúa en el lugar donde realmente estamos: sobre la vida que camina hacia la muerte.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 14.5.2022

En este último tomo de su tetralogía, En verano (Anagrama, 2021) el escritor noruego Karl Ove Knausgård (1968), retoma la estructura narrativa que utilizó en los dos primeros libros de este ambicioso proyecto, una especie de enciclopedia autobiográfica, donde la voz personalísima del autor nos va a abrir, una vez más, la puerta de entrada a su mundo más intimo y personal.

Sin embargo, este mundo es también el ingreso a nuestra propia época marcada por la permanente exposición que hacemos nosotros en las diferentes plataformas y redes sociales. ¿No es acaso este tipo de literatura una forma algo más sofisticada de exposición?

En una entrevista reciente Karl Ove Knausgård reflexionó: «Me sentía frustrado con la literatura y por eso escribí Mi lucha, porque quería tratar de hacer algo real. Luego tuve que protegerme y cerrarme», explica.

«Me interesa este asunto de qué significa estar conectado con tu tiempo. Pensaba que esos libros iban solo de mí y no esperaba que el público los sintiera tan cerca, pero así era y los lectores venían hablarme de sus vidas, no de la mía».

Es por esta razón que la literatura autobiográfica engancha tan bien con cierto tipo de lectores, que de una u otra forma, ven parte de sus propias vidas relatadas en la obras autoficticias.

«Aunque escribas sobre granjeros en Suecia en el siglo pasado, el texto acaba estando conectado con este momento», afirma Knausgård.

 

El lugar de las emociones

A lo largo de las más 390 páginas volvemos a encontrarnos con los temas y tópicos que han sido recurrentes en todos los demás libros del autor: su padre, su infancia, sus proyectos literarios, su vida actual en familia, y por supuesto la llegada de su hija, a quien se dirige durante la narración de todos estos libros.

Sin embargo, en la parte de los diarios el autor se encarga de ir reflexionando sobre sí mismo: «Cuando lo he leído esta tarde, me he dado cuenta de cuanto ha cambiado mi interior, el que soy para mí mismo, en los últimos años, como a menudo tengo la sensación de no ser nadie, de que solo soy un lugar por el que pasan pensamientos y sentimientos», argumenta.

Es incuestionable a estas alturas desconocer la profundidad de la prosa de Knausgård, esa capacidad que tiene para comenzar a escribir sobre situaciones comunes y corrientes y desde ahí dar el salto hacia las preguntas que a uno lo persiguen en la vida.

«Reconciliarse con su destino, se dice, lo que significa entender que la vida sale como sale, que nada se puede cambiar, que no se pueden seguir más huellas que las que terminan cuando uno muere y recoge tras él la escalera», se sincera el autor escandinavo.

Nuestras elecciones, voluntarias o no, nos llevan por caminos que nunca vamos a terminara de recorrer satisfactoriamente. La vida y la existencia muchas veces no tienen grandes explicaciones. Sin embargo, gracias a la literatura y en especial a la obra de Karl Ove Knausgård vamos encontrando similitudes en las existencias de otros, dando con ello cierta tranquilidad y consuelo a la propia.

En definitiva, la lectura de la obra del escritor noruego es un baño de revelaciones que nos emociona y nos sitúa en el lugar que realmente estamos: la vida que camina hacia la muerte.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios antes mencionada.

 

«En verano», de Karl Ove Knausgård (Editorial Anagrama, 2021)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Karl Ove Knausgård.