[Crítica] «Eva y las fieras»: La tragedia política colombiana en forma de ficción

La novela del escritor bogotano Antonio Ungar se desarrolla en los parajes de la selva del río Orinoco, en cuyo contexto una mujer intenta hacer su vida y a la vez salvar la de otros que se encuentran a merced de un enfrentamiento sin sentido, y el cual amenaza con acabar la existencia de todos los involucrados en su trama.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 3.4.2022

La guerra interna que ha azotado a la sociedad colombiana por más de 70 años es un doloroso acontecimiento que ha marcado a muchas generaciones cafeteras. Varios estudiosos han fijado el origen de todos estos conflictos en el asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán, ocurrido en abril de 1948.

A partir de este magnicidio se inicio una escalada de enfrentamientos y actos de violencia que poco a poco fueron incluyendo a las Farc, grupos guerrilleros, paramilitares, bandas criminales y por supuesto, en las últimas décadas, a los narcotraficantes.

La literatura, a través de todos estos años se ha hecho cargo de esta realidad, develando las distintas tragedias humanas que han debido soportar las víctimas de esta situación.

El escritor colombiano Antonio Ungar (Bogotá, 1974) llega con Eva y las fieras (Anagrama, 2021), una novela que se desarrolla en los parajes de la selva colombiana, donde una mujer llamada Eva intenta hacer su vida y a la vez salvar la de otros que se encuentran a merced de un enfrentamiento sin sentido que amenaza con acabar la existencia de todos los involucrados.

 

La historia se repite una y otra vez

¿Qué pasa por la cabeza de una sociedad que no termina nunca de desangrarse en una guerra sin fin? ¿Hay vidas que importan menos que otras? ¿Qué fuerzas impiden que un Estado no pueda terminar definitivamente con un conflicto tan doloroso?

Lo que hace Ungar es ponernos a pensar en como la historia se repite una y otra vez: pequeños pueblos en la selva están atrapados entre los enfrentamientos de la guerrilla, los paramilitares y los narcotraficantes. Las vidas de estos habitantes están sometidas a la voluntad de estas fuerzas que quieren conquistar territorios para sus propios negocios.

A estos grupos armados no les importa nada arrasar con niños, mujeres y hombres que intervengan en su camino: «Eran campesinos arrinconados por la violencia y por la pobreza de las montañas, llegados al puerto sin conocer la manigua pero conociendo muy bien el trabajo duro, el dolor en las manos, la falta de comida».

Eva ha decidido irse de la ciudad hacia la selva pensando que quizás en ese lugar podría dejar atrás una existencia sin sentido: «De su vida anterior no recordaba nada más que el placer infinito de las drogas, siempre amenazando con matarla».

Sin embargo, la realidad a la cual se debe enfrentar es mucho más siniestra y dolorosa de lo que esperaba: comunidades sin comida, ataques armados sin previo aviso, muertes de niños, raptos y poblaciones viviendo con miedo de forma permanente.

Sobrevivir entre balas y con hambre. Vivir atrapados por el miedo a una muerte injusta y repentina. Vivir resignados a que las fieras te ataquen en cualquier momento, sin saber la razón de aquello.

El último trabajo de Antonio Ungar es un llamado de atención para que no nos olvidemos que la guerra y los enfrentamientos en Colombia, u otro lugar de la selva, no se han acabado, sino que por el contrario, han tomado formas nuevas, quizás más silenciosas, pero igual de violentas y dañinas.

En definitiva, esta es una narración envolvente, cuya figura central, Eva, nos recuerda que no basta con que una persona entregue su vida por otros, sino que el camino para encontrar el fin a la violencia debe ser tomado por la sociedad en su conjunto y por sus autoridades políticas.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«Eva y las fieras», de Antonio Ungar (Editorial Anagrama, 2021)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Antonio Ungar.