[Crítica] «La tía Julia y el escribidor»: Una vida sin literatura sería horrible

Publicada originalmente en 1977, esta novela del genial autor peruano y Premio Nobel 2010, ahora reeditada por Alfaguara, relata la historia de amor entre un joven escritor llamado «Varguitas», y la atractiva hermana menor de su madre, en una pasión que se desarrolla pese a la oposición de la sociedad limeña de su época.

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 21.2.2023

«El género novelesco no ha nacido para contar verdades, éstas, al pasar a la ficción, se vuelven siempre mentiras». Estas palabras del escritor peruano Mario Vargas Llosa, son especialmente oportunas en relación a su novela La tía Julia y el escribidor. La editorial Alfaguara ha reeditado una obra fundamental dentro de la novelística del Premio Nobel de Literatura 2010.

Publicada en 1977, cuenta la historia de amor entre un joven escritor llamado Varguitas, y la tía Julia, una mujer que pertenece a su propia familia.

Julia Urquidi Illanes, «a quien tanto debemos yo y esta novela» —según el texto de la dedicatoria que aparece en el libro—, era la hermana menor de Olga, quien se casó con Luis Llosa Ureta, entrando de este modo a formar parte de la familia del escritor.

La tía Julia y el escribidor relata la pasión amorosa entre ambos, a pesar de que la sociedad limeña de los años 50 trate de impedirla. Como contrapunto, encontramos al desaforado folletinista Pedro Camacho, que trabaja en la misma emisora de radio de Varguitas.

Como se recuerda en la contraportada: «La tía Julia y el escribidor reúne el interés de los relatos de aventuras, donde la atención del lector queda sujeta a un final feliz continuamente postergado, y el más desternillante y grotesco pasatiempo, gracias sin duda a las divertidas aportaciones del escribidor Camacho, uno de los grandes personajes del novelista peruano».

 

La vida de las palabras

Resulta de cierto interés, como complemento, el libro de memorias escrito por Julia Urquidi, titulado Lo que Varguitas no dijo. Publicado en 1983, narra la vida matrimonial, y el posterior divorcio de la pareja, hechos que quedan fuera de la novela.

Como recuerda Julia Urquidi en una entrevista: «Yo lo hice a él. El talento era de Mario, pero el sacrificio fue mío. Me costó mucho. Sin mi ayuda no hubiera sido escritor. El copiar sus borradores, el obligarlo a que se sentara a escribir. Bueno, fue algo mutuo, creo que los dos nos necesitábamos».

La editorial Alfaguara publicará en los próximos meses El pez en el agua, recorrido de dos épocas de la vida del escritor peruano. El libro comienza con el recuerdo de sus primeros años hasta su estancia en Europa. En este libro de memorias, asistiremos: «al nacimiento de una vocación literaria y descubriremos muchas de aquellas vivencias que serán el mimbre de tantas novelas».

En la segunda parte, recuerda la aventura política en la cual el autor se embarcó entre los años 1987 y 1990, cuando se presentó como candidato a las elecciones presidenciales del Perú.

Recientemente, Mario Vargas Llosa ha sido nombrado miembro de la Académie Française. En su discurso ha recordado la literatura francesa con estas palabras:

«La más osada, la más libre, la que construye mundos a partir de los derechos humanos, la que da orden y claridad a la vida de las palabras, la que osa romper con los valores existentes, la que se insubordina a la actualidad, a la que regula y administra los sueños de los seres humanos. Una vida sin literatura sería horrible, siniestra, una rutina intolerable».

 

 

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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

 

«La tía Julia y el escribidor», de Mario Vargas Llosa (2023)

 

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Imagen destacada: Mario Vargas Llosa.