La novela del autor estadounidense Robert Plunket atrapa al lector desde el principio gracias a su antihéroe, un personaje desaforado que bebe de la tradicional literatura picaresca, y el cual transforma a estas páginas en una obra divertida, y cuya comicidad es una reflexión sobre la sociedad contemporánea.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 1.9.2025
My search for Warren Harding de Robert Plunket (Greenville, 1945) ha sido publicado por la editorial Impedimenta con el título de Los papeles de Harding.
Inmediatamente nos viene a la memoria esa excelente nouvelle de Henry James titulada Los papeles de Aspern, en la que: «un joven crítico y editor fascinado con la obra del difunto poeta Jeffrey Aspern se entera de que Juliana Bordereau, una de sus musas, vive aún, anciana y aislada, en un palazzo. Convencido de que conserva cartas y material inédito del poeta, se acerca a ella camuflando sus intenciones y consigue que lo acepte como inquilino».
La base del argumento de la novela de Robert Plunket no difiere mucho de la de Henry James. En este caso, el protagonista es Elliot Weiner, un brillante historiador doctorado por la Universidad de Columbia. Su obsesión investigadora le lleva a centrarse en la figura del vigésimo noveno presidente de los Estados Unidos: Warren Harding, el «presidente más superficial de la historia».
La línea de lo cómico, lo patético y lo miserable
Tras obtener una beca de investigación, sus desvelos irán encaminados a conseguir la gloria académica. Para ello deberá apropiarse de un baúl repleto, al parecer, de unas misivas de índole erótico que custodia Rebekah Kinney, la que fuera en otro tiempo amante de Harding. La venerable anciana reside en una decadente mansión de Hollywood a la que dirigirá sus pasos Elliot Weiner para intentar conseguir su ansiado tesoro.
Con todo, lo que convierte a Los papeles de Harding en una sátira corrosiva es la actitud del propio Weiner. El inteligente historiador sucumbirá a la obsesión más desquiciada cruzando: «la línea de lo cómico, de lo patético y de lo miserable».
Así, la búsqueda del éxito a cualquier precio convierte este libro en una farsa delirante, y nada impedirá que Weiner se haga con esos papeles, aunque caiga en la mezquindad y en el más delirante ridículo.
Los papeles de Harding atrapa al lector desde el principio gracias a ese antihéroe, un personaje desaforado que bebe de la tradicional literatura picaresca. Una novela divertida cuya comicidad es, al mismo tiempo, una reflexión sobre la sociedad contemporánea, en este caso, el Hollywood de la década de 1980.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda nació en Gijón (España). Licenciado en derecho por la Universidad de Sevilla, realiza sus estudios de doctorado dentro del Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la misma Casa de Estudios superiores.
Colabora como crítico literario en las revistas españolas El Ciervo, Serra d’Or, Llegir.cat, Gràffica y Quimera, donde lleva a cabo una serie de entrevistas a escritores, editores y traductores, nacionales y extranjeros.
Asimismo, escribe para las publicaciones americanas Cine y Literatura (Chile), La Tempestad (México), Continuidad de los Libros (Argentina) y Latin American Literature Today (University of Oklahoma). También, colabora de forma ocasional en los diarios asturianos El Comercio y La Nueva España.

«Los papeles de Harding», de Robert Plunket (Editorial Impedimenta, 2025)

Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Imagen destacada: Robert Plunket.