[Crítica] «Pálido fuego»: El arte magistral de Vladimir Nabokov

Publicada en 1962 —luego del éxito de su controvertida «Lolita» en la década del 50—, la crítica especializada considera a esta obra la novela más perfecta y lograda, de las varias escritas por el narrador ruso exiliado en los Estados Unidos, y quien no pudo volver jamás en vida a su patria natal, luego de huir a salto de mata desde San Petersburgo, a causa de la Revolución Bolchevique.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 19.3.2021

Pálido fuego escrita por Vladimir Nabokov fue publicada en 1962. La versión que estoy utilizando para esta breve reseña es la versión de Editorial Anagrama, España, 2017.

La novela se divide en cuatro partes: el prólogo, el poema, los comentarios a dicho poema que es la parte más larga, como es de suponer, y el índex.

El lector debe ser advertido desde el principio que todo en el texto es ficción, pues ni el poeta Shade existe, tampoco es real el critico y comentarista del poema, Charles Kinbote, que esconde a uno de los personajes de la historia.

Toda la novela es, en verdad, un magnífico artificio, un juego literario de la mejor calidad. Nabokov se vale de esta novela para mostrar que el arte crea otra realidad, algunas veces, mucho más real que la realidad que nos rodea.

La novela se arma con el poema titulado “Pálido fuego” que contiene 999 versos, a quien el comentarista le añade el verso mil, que es el primer verso con lo cual cierra el poema y lo hace circular, como el tiempo, como esa imagen de la serpiente que se muerde su propia cola; entre nosotros, Octavio Paz usó ese mismo artificio en su poema “Piedra de sol”.

En Pálido fuego, el poema ha sido escrito por el profesor y vate John Shade, que muere, o más bien es asesinado, un poco después de terminar la obra y luego de entregarle un sobre que contiene los versos escritos en unas fichas, a Charles Kinbote, su vecino y colega de la universidad, para su publicación, pese a la oposición de la esposa del autor.

Las otras tres partes, es decir, el preámbulo y el amplio comentario y el índex son escritos de Kinbote quien, camina junto al poeta cuando es asesinado, aunque en honor a la verdad, las balas iban dirigidas a él y no al artista lírico, pero el asesino falló.

En el preámbulo, Kinbote nos da una visión bastante acertada de lo aburrida y provinciana que puede ser la vida académica de los pequeños “colleges” estadounidenses, y también nos muestra la arrogancia, la mezquindad y la envidia en ese ambiente que pese a todo se sigue basando en la meritocracia, lo que no significa, como bien lo sabemos, que la vida académica norteamericana no sea productiva.

Sin embargo, a través de los comentarios vamos descubrimos que Kinbote es un rey que ha logrado escapar de Zembla, su tierra natal y llega a la vida de Shade haciéndose pasar por un académico ruso.

 

Una trama política

Conforme vamos leyendo los comentarios, nos damos cuenta que Kinbote está intentando elaborar una “autobiografía” montada sobre la evolución del trabajo de Shade.

El poema de Shade está dividido en cuatro cantos, y en él hace muchas descripciones de su vida, no de la vida del rey Carlos el bienhadado, como esperaba Kinbote.

El Canto 1 incluye sus primeros encuentros con la muerte y algunos detalles que el poeta considera sobrenaturales.

El Canto 2 aborda el tema de su familia y el aparente suicidio de su hija, Hazel Shade.

El Canto 3 se centra en la búsqueda del conocimiento sobre la vida después de la muerte, culminando en una «débil esperanza» en poderes más altos que están «jugando un juego de mundos» como indican algunas coincidencias aparentes. Sobre este tema, asistimos a un diálogo interesante sobre Dios.

El Canto 4 ofrece detalles de la vida cotidiana de Shade y el proceso creativo, así como pensamientos sobre su poesía, que descubre que es una forma de entender el universo.

En los comentarios de Kinbote, encontramos tres historias entrelazadas entre sí, la primera es su propia historia, especialmente desde que conoció al poeta Shade.

La segunda trata del depuesto rey de Zembla, Carlos, conocido como el «Bienamado”, y quien escapa de la cárcel usando un pasadizo secreto y ayudado por los soviéticos.

A través de sus anotaciones, Kinbote trata de hacernos creer que fue él quien inspiró a Shade para escribir el poema contándole la huida del rey, y sobre su reino.

La tercera historia es la de Gradus, el asesino, quien ha sido enviado por los nuevos gobernantes de Zembla para matar al exiliado rey Carlos y termina matando al final al poeta Shade, por torpeza.

En los comentarios seguimos a Gradus a su paso por Europa, hasta llegar a New Wye.

 

Una obra de arte

La novela Pálido fuego ha suscitado una gran variedad de interpretaciones y publicaciones.

Así por ejemplo, Brian Boyd, un experto en la obra de Nabokov, consideró a esta obra la novela más perfecta de este escritor, y el mismo Harold Bloom consideró que sus páginas eran la demostración más segura del genio de Nabokov.

Lo cierto, es que el lector tendrá ante sí una obra maestra, una novela original e inteligente, muy bien escrita, cuyo logro ha sido crear una fic­ción bio­grá­fi­ca en for­ma de poe­ma, y la cual le sir­ve de pretexto pa­ra construir una pieza de arte literario.

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente y miembro del comité editorial del Diario Cine y Literatura.

 

«Pálido fuego», de Vladimir Nabokov (Editorial Anagrama, 2017)

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Vladimir Nabokov.