De vuelta a la Cuba de Padura y de Hemingway: Los albores de una investigación

El siguiente artículo es la primera aproximación de lo que será una pesquisa académica que desarrollaré el próximo semestre, como parte de una estancia sabática en Cuba, acerca de la presencia del escritor estadounidense Ernest Hemingway en la ciudad de La Habana. Para llevar a cabo este trabajo me he propuesto convocar a las novelas «Adiós, Hemingway», de Leonardo Padura (la cual es parte de la saga de Mario Conde) y a «El viejo y el mar», del autor norteamericano.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 25.4.2018

Este texto es la primera aproximación que hago de lo que será una investigación que desarrollaré el semestre próximo, como parte de una estancia sabática en Cuba, sobre la presencia del escritor estadounidense Ernest Hemingway en la ciudad de La Habana. Para llevar a cabo este trabajo me he propuesto convocar las novelas Adiós, Hemingway, de Leonardo Padura (parte de la saga de Mario Conde) y a El viejo y el mar de Hemingway.

La idea es que después de leer ambas novelas y luego de visitar los lugares que se describen en los textos hacer un mapa interactivo no solo de los lugares físicos sino de la importancia cultural que esos espacios tienen para los cubanos y para quienes visitan ese país caribeño.

Quiero documentar antes ustedes lo interesante que me ha resultado hacer una segunda lectura de la novela de Padura y más aún cuando esta interpretación ha sido guiada por un motivo muy específico. De modo que lo que ahora el amable lector va a poder apreciar deviene de la información que he encontrado en este primer momento, con la esperanza de que dichos hallazgos les sorprendan y cautiven.

La pequeña novela de Hemingway tiene como escenario el mar y el pequeño puerto de Cojimar, a las afueras de La Habana, (esa villa de pescadores que habla de Hemingway y que le vale una crítica por parte de Mario Conde, el personaje central de la novela de Padura). Y justo en este lugar la comunidad de pescadores construyó, al lado del Torreón español, un busto en honor al escritor estadounidense. A decir de Conde los pescadores de este lugar siempre estuvieron muy agradecidos con la generosidad del narrador norteamericano.

La también pequeña novela de Padura, de solo 190 páginas, circula por muchos más escenarios de La Habana aunque también empieza y termina en la caleta de Cojimar, donde al principio Mario Conde recuerda haber visto desembarcar de su bote Pilar, a Hemingway y hasta cree que le dijo adiós (de allí el título de la novela); después vemos a Conde en el restaurante La Terraza y también en algún momento camina hacia el centro del pueblo.

Como tenía que ser en una ficción centrada en la figura de Hemingway, el lugar que ocupa el mayor espacio de la misma y un puesto privilegiado de la narración es la casa del escritor (Finca Vigía) ubicada en el pueblo de San Francisco de Padua, a las afueras de La Habana. Esta finca se encuentra decorada con todas las pertenencias que la viuda del autor dejó en ella: ahora son el Museo Hemingway.

Además de estos dos lugares centrales a la narración, se mencionan la Marina Hemingway (otro momento en que Padura aprovecha para hacer una crítica, ahora a las autoridades del gobierno), la calle Obispo donde se encuentra el famoso bar Floridita (el favorito de Hemingway, como ellos mismos lo anuncian), la fuente luminosa, que en la novela es un mero punto de paso yendo desde la Biblioteca Nacional hacia la Finca Vigía.

Como parte de mi trabajo de investigación voy a hacer uso del programa Google Earth para delinear un mapa donde no solo se señalen estos lugares mencionados en la novela de Padura así como sus alrededores sino que también incorporaré en esta cartografía la importancia cultural que estos sitios tienen tanto para los cubanos como para los visitantes, insisto.

Por ejemplo, cerca del bar Floridita está el Capitolio, el Cine Payret, el parque Central, el Gran Teatro de La Habana, el Paseo Martí: todos estos lugares forman parte fundamental de la vida (sobre todo de la biografía nocturna) de los habaneros.

Del otro lado bajando por la calle Obispo se llega a la Plaza de Armas y de allí se puede ir hasta el puerto de La Habana. Por su parte, la Biblioteca Nacional está enfrente a la famosa Plaza de la Revolución, muy cerca del Memorial a José Martí y al Consejo de Estado. Todo esto deberá aparecer en el mapa que irá acumulando capas y pisadas conforme se avance en la investigación.

Otra de las cosas interesantes del libro de Padura es el tejido intertextual que genera a partir de sus lecturas previas a la escritura de la novela. En el texto aparecen mencionados no solo varios de los volumenes escritos por Hemingway, sino que también el proceso de formación de los mismos, y las dificultades que enfrentaba el escritor para terminar algunos de esos títulos. Algunas de las creaciones literarias nombradas son Las islas del golfo, Tener o no tener, Muerte en la tarde, y por supuesto el cuento “El río de los dos corazones”; pero también Padura encuentra la forma de colar en su ficción el libro El guardián entre el centeno de J. D. Salinger de quien en su novela se afirma que Hemingway quería averiguar por qué esa creación se había convertido en un libro tan popular en los Estados Unidos.

La novela de Padura también da cuenta de las complicadas relaciones que Hemingway tuvo con otros escritores como Dos Passos o Scott Fitzgerald y con una gama de celebridades que visitaron su casa, como la propia Ava Gardner, así en el libro se mencionan las cenas de los miércoles por la noche que mantenía con ésta, posteriormente su cónyuge.

Adiós, Hemingway también se refiere a las personas importantes en la vida del escritor mientras vivió en Cuba (y esto nos lleva a otra posibilidad interesante de trabajo posterior) además de su última esposa Mary Welsh, y se nombra y de muy mala manera a su tercera esposa, Martha Gellhorn, la ya citada Ava Gardner.

En la novela de Padura como es de esperar, no podían faltar referencias al béisbol, a la buena comida criolla, al ron, a la pesca, a la virgen de la Caridad del Cobre (a quien Hemingway le regaló su medalla del Nobel de Literatura) y por supuesto a aquellos compatriotas que hartos de la situación que prevalece en la isla deciden irse al extranjero; en este caso es un amigo de los años del preuniversitario, quien se ha ido a vivir a Miami (y pensando en él mientras beben licor es que termina la novela). Además, en el texto de Leonardo aparece el amor a los perros (tanto Hemingway como Mario Conde tenían sus propias mascotas; el de Conde se llama Basura y uno de los de Hemingway se denomina “Black Dog”) y como ocurre en casi todas las novelas de Padura también hay referencias explícitas a la crisis que se vive en Cuba, desde hace ya varios años.

La creación de Padura es un estupendo ejemplo, para quienes nos gusta escribir, de cómo hacer un trabajo de investigación y usar la información obtenida para armar una historia propia.

También en Adiós, a Hemingway el narrador cubano muestra la relación de amor y de odio que el protagonista siente respecto al escritor estadounidense, la admiración por su técnica literaria y un cierto desprecio a la figura, según él, un tanto falsa que aquel mismo se forjó a lo largo de los años y que terminó por desmoronarse al final de su vida.

En la novela se investiga un asesinato ocurrido en la Finca Vigía la noche del miércoles 2 de octubre de 1958 y todo gira en torno a tratar de averiguar si fue el mismo Hemingway quien le disparó a aquel agente del FBI, que una tarde borracho se metió a su propiedad y perdió su placa institucional y su pistola y la vida.

 

 

Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos.

 

La novela «Adiós, Hemingway» (2001), de Leonardo Padura en su edición de Tusquets (originalmente fue publicada en La Habana)

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Fotograma de la pre-producción de «7 days in La Habana» (2012), cuando el escritor Leonardo Padura invita al productor de dicho filme, Gaël Nouaille, a conocer La Habana de Hemingway