«El lagarto negro», de Edogawa Rampo: En la senda de Edgar Allan Poe

La novela, de principio a fin, tiene componentes «pulp». Hallamos vértigo, asesinatos y carreras desbocadas hacia la muerte, por lo mismo, gran parte de las escenas están mediadas por importantes dosis de violencia que incluyen un museo oculto que exhibe cosas tan horripilantes como a seres humanos en cautiverio.

Por Joaquín Escobar

Publicado el 19.1.2019

La literatura japonesa se lee mucho en Chile. De los países del continente, podríamos decir, que es el que lleva la delantera, pues el mercado de lectores es grande y diverso. Esto lo podemos observar en la cantidad significativa de traducciones, que año a año, ingresan a las librerías, siendo leídos, reconocidos y (re) visitados, autores como Mishima, Kawabata o Soseki. Si le sumamos a esta variable, los muchos talleres que se ofrecen de literatura japonesa, podríamos estar hablando de un fenómeno que crece sin prisas ni pausas, siendo Chile un lugar que se oxigena de cultura nipona.

No obstante, es imperioso realizar una salvedad. Cuando hablamos de escritores nipones en los círculos de lectores locales, por lo general, siempre se mencionan las mismas novelas: Lo bello y lo triste, El maestro de go, Confesiones de una máscara, Soy un gato, etcétera. Tenemos ante nosotros un mercado relativamente cerrado que suele darse vueltas siempre en los mismos autores, sin embargo, de vez en cuando, se abren pequeños flancos por lo que logra “colarse” algún escritor no tan canónico. Las pocas oportunidades en que estas ventanas lograron abrirse, muy pocas veces, pudo ingresar Edogawa Rampo (1894 – 1965). Quizás fue su rareza. Quizás su condición de marginal dentro de un convencional campo teórico. No lo sabemos ni lo sabremos, lo importante es que ni hoy ni mañana -es tarde- para volver sobre un imprescindible.

Rampo, a diferencia de otros escritores japoneses del período, centró su literatura en la ficción detectivesca, de hecho, sus referentes literarios estaban en occidente, cuestión novedosa y disruptiva, pues sus pares asiáticos buscaban maestros dentro del mismo Japón.

Rampo fue un gran lector de Edgar Allan Poe (a quien debe su seudónimo) y de Arthur Conan Doyle. Fueron ellos a quienes leyó vorazmente, traduciendo a este último al japonés, para que ingresaran masivamente a un campo cultural estrecho y reticente a lo afuerino.

El lagarto negro (publicada originalmente en Japón -1934- y reeditada en castellano por Salamandra Black, en 2017) es la historia de una mujer fatal que se enfrenta al detective Kogor Akechi. Apodada así por un tatuaje impresionante que luce en uno de sus brazos, su objetivo no está puesto en adquirir un objeto nuevo para su monumental colección de arte, más bien, lo que ella pretende -mediante este obsesivo disfraz de coleccionista- es cuestionar y poner en entre dicho al detective, quien con una aclamada fama a sus espaldas debe demostrar mayor astucia que su contrincante de turno.

La novela, de principio a fin, tiene componentes pulp. Hallamos vértigo, asesinatos y carreras desbocadas hacia la muerte, por lo mismo, gran parte de las escenas están mediadas por importantes dosis de violencia que incluyen un museo oculto que exhibe cosas tan horripilantes como seres humanos en cautiverio.

El lagarto negro es una novela publicada hace casi cien años, no obstante, parece escrita ayer. Está nutrida de temáticas actuales, desde una perspectiva individual en donde abunda el egoísmo, y también, desde un sitial global, reflejando una miseria humana que observamos en cada paso que damos.

 

Joaquín Escobar (1986). Escritor, sociólogo y magíster en literatura latinoamericana. Reseñista del diario La Estrella de Valparaíso y de diversos medios digitales, es también autor del libro de cuentos Se vende humo (Narrativa Punto Aparte, 2017). Asimismo es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

La novela «El lagarto negro» fue publicada originalmente en 1934

 

 

El crítico y escritor chileno, Joaquín Escobar

 

 

Crédito de la imagen destacada: Momoko (https://momoko.es/).