“El maestro de Go”, de Yasunari Kawabata: La guerra de las generaciones

La obra es una de las joyas de la literatura japonesa. De hecho, una de las que su autor consideraba una de sus mejores. Esta novela nos muestra el proceso de modernización en Japón y su consecuente transición de valores.

Por Nicolás Poblete Pardo

Publicado el 8.10.2019

Este año celebramos los 120 años de Yasunari Kawabata y Emecé se ha embarcado en la reedición de ocho de sus obras para festejar el legado del impresionante autor. Es un lujo sumergirse en la vida y obra de Kawabata quien, en palabras de María José Ferrada (a cargo de los prólogos de la “Biblioteca Kawabata”): “una vez más, ha sido llamado a hacer el registro de la impermanencia de los seres y las cosas”.

La narración es la documentación periodística del testigo del monumental juego. Por supuesto “periodístico” no es exactamente el estilo en el que se desenvuelve la voz narrativa, ya que su archivo va mucho más allá del reporteo; su increíble ojo le hace posible reportear el juego como una manera de registrar el acontecer en torno al Go en una infinidad de aristas. Lo verdaderamente milagroso es la riqueza que surge con la “excusa” de este juego, y que le permite a la voz narrativa desarrollar un relato que abarca todo un fenómeno sociocultural. Por ejemplo, una vez muerto, las fotografías que se le toman al maestro siguen hablando de su personalidad: “Me pareció que las fotos no tenían ni vida ni muerte. La cara estaba viva pero dormida. Podían verse como fotos de un rostro muerto y, no obstante, sentir en ellas algo que no estaba ni vivo ni muerto. ¿Acaso el rostro se imponía como el de alguien vivo?”.

En su excelente prólogo (la edición también incluye otro de Anna Kazumi Stahl), Ferrada destaca la tradición nipona que fija su mirada en el detalle minucioso. Junto a otros como Soseki o Mishima, Kawabata: “fue uno de los japoneses que, tras la apertura del país después de dos siglos y medio de aislamiento, vivió el acelerado proceso de modernización y occidentalización, con su respectiva transición de valores”. Eso es precisamente lo que El maestro de Go contiene dentro de sus claves organizadas a partir de un juego de lo más serio. Más que un juego es una alegoría que actúa como una turbina; a través de ella el tiempo pasa, para proyectarse hacia un cambio dramático.

Valor, respeto, una conciencia y una ética—estos son los valores que están en jaque. La siguiente escena encapsula su valor simbólico: “Se diría que el Maestro, en esta última partida, se veía importunado por el moderno racionalismo, para el cual los procedimientos minuciosos lo eran todo y del cual toda la gracia y elegancia del Go como por arte de magia se habían esfumado; que casi se desentendía del respeto hacia los mayores y no daba importancia al mutuo respeto entre los seres humanos. Del camino del Go, la belleza de Japón y del Oriente se habían desvanecido. Todo se había vuelto ciencia y reglas”.

Acá se contrastan la obscenidad juvenil, versus la discreción y recato del maestro, a través de sus arquetipos: el joven maestro Otake y el imbatible Honnimbo Shusai. La partida entre ellos es una competencia concreta, pero que se amplifica para repercutir en todas las esferas sociales del momento. Otra escena que, con sutileza, ilustra esta tensión, ocurre en una espontánea partida en un tren. En la anécdota, la voz narrativa describe a un extranjero que porta un tablero magnético, muy adecuado para jugar en el tren. Este detalle nos indica que las cosas han empezado a degradarse. Ya no es el refinado tablero de laca, atesorado como una reliquia, sino un burdo tablero con imanes, en manos de un extranjero: evidencia de que el espíritu se ha perdido y el cambio es irrefrenable. Al extranjero perder la partida ni siquiera le importa: “El espíritu del Go se había perdido. Me pareció muy extraño, y estaba consciente de que me estaba enfrentando con algo absolutamente extraño”.

El maestro de Go es una de las joyas de la literatura japonesa. De hecho, una de las que Kawabata consideraba como sus mejores. Esta novela nos muestra el combate entre poderosas fuerzas, proyectado en los jugadores Otake, quien con 35 años menos que el maestro Shusai, representan al mundo moderno que vendrá con toda su potencia. Y el maestro quien, a pesar de solo tener 64 años, es considerado un anciano y simboliza el paso de una época que comienza a desvanecerse.

 

También puedes leer:

Manual de instrucciones breves para acercarse a la literatura de Yasunari Kawabata.

Bailarinas, de Yasunari Kawabata: La amplitud del silencio.

Bailarinas, de Yasunari Kawabata: La ferocidad en el silencio.

 

Nicolás Poblete Pardo (Santiago, 1971) es escritor, periodista y PhD en literatura hispanoamericana por la Washington University in St. Louis, Estados Unidos. En la actualidad ejerce como profesor titular de la Universidad Chileno-Británica de Cultura y académico de la Universidad Andrés Bello, y su última novela publicada es Sinestesia (Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2019).

Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

La reedición de «El maestro de Go», de Yasunari Kawabata por Emecé este año

 

 

Imagen destacada: El escritor japonés Yasunari Kawabata (1899 – 1972).