[Ensayo] «Poeta de provincia»: La literatura del norte de Chile y su riqueza

Esta antología de autores nacionales vivos y no metropolitanos —publicada en comandita por la revista «Medio Rural» y la editorial de la Universidad Católica del Maule—, rescata la producción de un arte lírico marcado por tensiones fundacionales y de ruptura, en una zona híbrida signada por las migraciones y la profunda contemplación de una cartografía estética en incesante movimiento y tráfico de sus fronteras, e inserta en la aparente inmovilidad de un desierto inabarcable.

Por Daniel Rojas Pachas

Publicado el 1.12.2022

La presente curaduría como toda selección es arbitraria y subjetiva, en lo absoluto pretende reducir a un grupo, toda la poesía del norte y su riqueza, más bien el objetivo de esta muestra es tender puentes y abrir perspectivas de lectura que permitan un diálogo y revisión de los múltiples registros, generaciones y propuestas de voces que han ido edificando la vasta y compleja realidad poética de la zona que va desde Arica y Parinacota hasta Vicuña y el Limarí.

Antes de entrar a los criterios de selección, creo que es importante nombrar a otros destacados actores y grupos que el lector debiera conocer, en esa medida considero que se puede entender este libro de doce autores como un umbral.

La invitación al lector, luego de leer esta selección es continuar con la revisión de otras importantes voces contemporáneas ligadas al norte, que siguen produciendo, me refiero a Luis Araya Novoa, Patricia Mardones, Rolando Martinez, Mauro Gatica, Rodrigo Rojas Terán, Daniel Olcay Jeneral, Oscar Arancibia, Jaime Ceballos, Juan José Podestá, Roberto Bustamante, Hernán Rivera Letelier, Cristián Geisse, Marietta Morales, Guillermo Ross Murray, Marcela Reyes Harris, Benjamín León, Miguel Morales (El tipógrafo huraño), Aida Santelices Kostópulos, Walter Hoefler, Javier del Cerro, Arturo Volantines, Tomas Harris, Teresa Calderón, entre muchos otros.

 

El paso de Roberto Bolaño

La presente selección de doce autores tuvo varios ejes. A propósito de ejes, me permito en este punto una digresión, para aludir a la figura e ideas del poeta Rodolfo Khan, sobre la verticalidad y horizontalidad del paisaje geométrico de la poesía, expuestas en el libro manifiesto de su grupo Vertizonte.

En una primera instancia, quise lograr con esta selección un equilibro entre voces de una reconocida trayectoria y presencia en la escena cultural de Chile, frente a otras importantes propuestas, que si bien tienen un recorrido valioso, dado el centralismo y ciertas miradas reduccionistas que pesan sobre las creaciones literarias que emergen desde la provincia, han ido quedando relegadas y excluidas del canon.

También consideré importante integrar voces nuevas que presentan propuestas enriquecedoras y que permiten entender que la poesía contemporánea del norte puede leerse desde María Monvel y Romeo Murga, dos jóvenes voces que se apagaron muy pronto, hasta nuestros días.

Otro eje esencial ha sido el territorial. Se tiende a homologar el norte o reducirlo a dos ámbitos, el norte pampino y minero y el norte de los valles cercanos al centro, cuando en realidad existen variadas dimensiones que han permeado las representaciones poéticas de sus actores, habría que sumar también lecturas y estéticas marginales o consideradas parte de una literatura menor, que han ampliado los registros más allá de lo folclórico y telúrico, por eso me parece esencial que al leer a los autores de la muestra, se ponga atención a la variedad con la que se abordan sus relaciones con el espacio vital.

Considerando este apartado, opté no sólo por autores que nacieron, crecieron o formaron una obra en las grandes ciudades del norte, entiéndase por esto Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó y La Serena, atendiendo así a otros espacios como el altiplano hermanado a la frontera, Alto Hospicio, Tal Tal y Montepatria.

En última instancia, otro factor decidor es el registro lingüístico y también dialectal de cada uno de estos creadores, marcado no sólo por su zona de origen y el tiempo desde el cuál escriben y fueron dando forma a sus voces.

Considero que este punto es de suma importancia, y en gran medida excede mi trabajo como crítico y editor, ya que demanda una labor conjunta de etnolinguistas, filólogos y como tarea debe involucrar al mundo editorial y la academia, me refiero a la atención que merece la tradición oral, la poesía aymara, diaguita y los nexos con nuestros países vecinos y toda la escritura andina que nos antecede.

Hoy más que nunca resulta inoficioso pensar en bloques generacionales y límites para la comunicación. Pensaba mientras recorría las calles de León, en México, y encontraba ciertos paralelos con la ciudad de Arica, en la cual crecí, que un poeta de Pisagua puede hoy entrar en diálogo y publicación con la escena de Oaxaca en cuestión de segundos.

Sin embargo, esto no siempre fue así y hay momentos a considerar, hitos si queremos llamarlos de algún modo. Me refiero a las querellas entre Parra y Gonzalo Rojas, publicadas en las páginas de Tebaida o la poesía de Lihn presente en sus tramos migratorios por las ciudades del sur del Perú, frontera con Arica.

El paso de Bolaño por el norte y su relación con los movimientos de vanguardia del Perú, Hora Zero, algo de eso lo encontramos en su poema «Los neochilenos» y si hablamos de postvanguardias, la traducción y diálogo del grupo de Alicia Galaz con la escena beatnik de Nueva York.

 

Una Tebas lírica en el desierto

Hay mucho trabajo por delante, si queremos reconstruir las derivas de la poesía en esta larga y extraña franja que es Chile.

Agradezco la confianza e invitación de los editores para realizar esta muestra. Espero haber cumplido con la tarea de dar cuenta de una suma de voces, que a mi juicio abren el diálogo y permiten problematizar otra vez y cuantas veces sea necesario, las limitaciones de reconstruir un mapa y una representación.

La poesía del norte está marcada por tensiones fundacionales y de ruptura, es una zona híbrida signada por las migraciones y la profunda contemplación. De forma metafórica podemos representar esta condición en el incesante movimiento y tráfico de las fronteras y la aparente inmovilidad de un desierto inabarcable.

Hay que considerar que las distancias entre las ciudades del norte son en muchos casos insalvables, lo cual hace urgente la necesidad de trazar redes que permitan establecer una bitácora que contribuya a completar la ruta de la poesía nacional, considerando momentos ineludibles y edificaciones que acompañan el camino construido por la obra mistraliana, el ideario de Sabella sobre el Norte Grande y el surgimiento del proyecto editorial y revista de Alicia Galaz, Oliver Welden y Guillermo Deisler, una Tebas poética en el desierto.

 

*Link a la versión digital del libro Poeta de provincia.

 

 

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Daniel Rojas Pachas (Lima, Perú, 1983). Escritor y editor chileno-peruano, dirige el sello editorial Cinosargo. Ha publicado los poemarios Gramma, Carne, Soma, Cristo barroco y Allá fuera está ese lugar que le dio forma a mi habla, y las novelas Random, Video killed the radio star y Rancor.

Sus textos están incluidos en varias antologías —textuales y virtuales— de poesía, ensayo y narrativa chilena y latinoamericana.

 

Daniel Rojas Pachas

 

 

Imagen destacada: Medio Rural y Ediciones de la Universidad Católica del Maule.